El Centro Universitario del Norte, esta llevando una tremenda revolución a nuestras comunidades, de forma lenta, a veces imperceptible, pero va calando hondo en las conciencias de nuestra gente y sus formas de vida. Su influencia ha crecido enormemente a través de la radio y una interminable lista de eventos, actividades, investigaciones y trabajos que se insertan en las entrañas de los municipios de la Zona Norte de Jalisco y sur de Zacatecas, teniendo su epicentro en el propio Colotlán. Para los que no estamos tan cerca de esta institución basta echarle una hojeada a su página de Internet, para apreciar la enorme influencia que irradia dicha comunidad universitaria en su derredor. El número creciente de sus egresados, muy pronto introducirá cambios aún más radicales en la vida social, cultural y política de nuestras comunidades.
Quizás estos primeros años de existencia del CUNorte, no fueron tan espectaculares y controvertidos como los aquellos primeros de la Preparatoria Regional de Colotlán, en que los sectores más conservadores de la comunidad se enfrascaron de nueva cuenta en una lucha que parecía ya olvidada, la lucha contra el socialismo y el comunismo, viejas ideas y doctrinas marxistas, recicladas de nueva cuenta con aires de cientificismo y que fueron traídas otra vez a nuestra comunidad, por el ensamble de maestros universitarios que echaron a andar la preparatoria.
La guerra cristera ya había probada la templanza de la gente de esta tierra, y las políticas educativas implementadas en los años treintas, por el estado cardenista, volvieron a tocar una llaga que aún se encontraba viva. Los enfrentamientos entre los resilentes cristeros y los agraristas, fervientes promotores de la educación socialista, ocasionaron un clima en la región de gran tensión, miedos, boicots y desafortunadas muertes. Las escuelas clandestinas no socialistas proliferaron bajo el auspicio de los muy religiosos pobladores, en tanto que las escuelas públicas, conformadas ahora con los improvisados profesores, no católicos, se vieron casi desiertas, por el miedo a los cristeros, o como unánime manifestación de solidaridad religiosa de la población. En aquella época, no había muchos profesores de carrera, y mucho menos convencidos de las teorías socialistas, o tan siquiera conocedores de ellas, así que la tarea impuesta por el secretario de educación Bassols, de sustituir los reaccionarios profesores católicos por socialistas, en nuestra comunidad, se llevó a cabo no precisamente por los comprometidos profesores socialistas, sino por aquello que en teoría se diferenciaban un poco más de los católicos: los ciudadanos protestantes o por lo menos aquellos no tan aficionados al culto religioso.
Así el director estatal de educación, Ramón García Ruíz, le pudo informar con alegría a Bassols, que la sustitución de profesores se llevaba a cabo con gran éxito. Fue de esta forma que aún cuando la contrarrevolución Avilacamachista llegó en los años cuarenta, no pudo terminar con la influencia que los educadores protestantes ganaron en el terreno educativo, y de esta forma se garantizó en las siguientes décadas una especie de laicismo en la educación pública municipal, excepción hecha desde luego, del Colegio Jalisco, eminentemente católico, y pese a la imposición laicista, se seguía formando religiosamente a los alumnos, conforme a su natural vocación. Sin embargo, la influencia de los católicos creció en las décadas de los cuarentas y cincuentas a través de los grupos sinarquistas y de acción católica, que operaron en la comunidad, con campañas anticomunistas y antiprotestantes entre otras actividades:
“Este hogar es católico no se admite propaganda comunista ni protestante”
Así rezaban las calcamonías pegadas en casi cada uno de las casas de esta comunidad. Así desde los años cincuenta, en que este grupo todavía fuerte de profesores laicos, logró constituir la primera secundaria con el apoyo de toda la comunidad y hasta principios de los ochenta, en que se asentó la preparatoria, se vivió una especie de impasse en materia ideológica, que se rompió cuando los maestros universitarios abrieron una ofensiva eminentemente izquierdista, en la educación; la filosofía marxista fue la principal herramienta metodológica utilizada en la aulas de clases y el desconocimiento de la existencia de dios, fue una de las principales mechas que encendieron la efervescencia religiosa. Desde el pulpito el señor cura despotricaba contra la escuela preparatoria, el ateismo de sus profesores y complicidad de los estudiantes. Los preparatorianos no hallaban ni donde esconderse ante la andanada de recriminaciones de los sacerdotes, los beatos y sus familias. La mayoría de los alumnos debió de navegar entre dos aguas, fingiendo ser convencidos marxistas en la escuela y devotos católicos en sus casas. Algunos pocos acogieron con fidelidad la nueva doctrina y se convirtieron en obcecados ateos.
Una realidad patente de la preparatoria, fue el hecho de que un número cada vez mayor de jóvenes accedieron a la educación superior en otras ciudades mexicanas y que al interior de las familias y de la misma sociedad colotlense, ocurrió una tremenda revolución silenciosa. Las relaciones de autoridad al interior de las familias sufrieron una recomposición, el machismo y la indiscutible autoridad paterna se vieron suavizadas para dar lugar a relaciones más equilibradas. Los hijos fueron capaces de argumentar, discutir, proponer, sugerir y los padres de escuchar, y ante la evidente racionalidad de las demandas, no tuvieron otra opción que ir cediendo poco a poco y compartiendo la toma de decisiones.
La primer oleada de universitarios que trajo la prepa hasta acá, eran fervientes y comprometidos misioneros de la educación, de la calidad académica y del progreso (Los hermanos Ruíz Vallarta, Medel, Naranjo, Johnson; se involucraron de lleno con la comunidad estudiantil, vivieron entre la gente del pueblo y vibraron con cada una de las costumbres y tradiciones de la comunidad. Enseñaron con disciplina, con exigencia, con rigor y demandaron compromiso, entrega y mucho trabajo. Las primeras generaciones de la prepa, fueron reducidas pero de gran calidad académica, capaces de disputar un espacio en casi cualquier universidad mexicana. Se les enseñaron los rudimentos básicos del razonamiento, el análisis, la síntesis y la critica. De tal grado que en un momento dado, dichas herramientas se revirtieron contra su creador, que les exigía un sometimiento servil. Se les enseño a pensar y después de les pidió que no usaran sus razonamiento, que aceptaran sus imposiciones políticas sin discutir. Allí comenzó la primera revuelta estudiantil por la democracia electoral, que dio al traste con los proyectos políticos del primer director de la prepa y que motivaron su salida. Después la preparatoria suavizó sus exigencias académicas, temperó sus ataques marxistas, reemplazo sus profesores por maestros locales y termino con la calidad académica de esta institución. La influencia de la preparatoria en la comunidad de Colotlán y de muchas del Norte de Jalisco, es evidente en nuestros días, hay muy pocos aspectos de sus actividades cotidianas en que no encontremos la huella de los egresados de la preparatoria. Así los podemos ver en las actividades políticas, muchos de ellos han llegado a presidentes municipales; otros muchos son importantes comerciantes, o participan destacadamente en las actividades culturales y sociales de su comunidad.
El Campus Universitario del Norte, llegó con obscenas cantidades de dinero, un novísimo sistema educativo, computadoras al por mayor, un rector prepotente de espíritu caciquil, y una parvada de petulantes profesores, añusgados con el feroz nudo de la corbata. Hartwig Stein, el flamante profesor alemán de tecnologías del aprendizaje, se encargó de denunciar la incontenible avidez financiera de su jefe, sus aficiones donjuanescas y sus sueños de construir un ejercito porril, que le permitiera alcanzar el control político del pueblo. La perseverancia de Stein logró la destitución del cargo del rector, pero pese a todas esas debilidades muy humanas, el primer rector fue capaz de encauzar los primeros pasos de nuestra universidad, de dotarle de un precioso edificio, una envidiable biblioteca y una maravillosa colección de libros que nos asoman a la increíble y asombrosa historia de nuestra tierra, de nuestros orígenes, conquistas y hombres y mujeres.
Hoy podemos decir con orgullo que el CUNorte es una agradable realidad educativa de la zona norte de Jalisco, con grandes logros y conquistas. Pero creo que los colotlenses aún queremos más, que como dice el rector Castellanos, queremos que sea una universidad con alta eficiencia y calidad, que satisfaga la demanda educativa de la región, que apoye al mejoramiento de las condiciones de vida de la población y que potencialice el desarrollo de la región. Quizás allí no estemos totalmente de acuerdo con la forma en que se lleva a cabo el proyecto. Estamos de acuerdo en que es una propuesta educativa innovadora, pues acerca una opción educativa de alto nivel a regiones aisladas, pobres y olvidadas como la nuestra. Pero desconoce o finge desconocer nuestra verdadera realidad educativa y se sustenta sobre una piedra falsa, que es nuestra pobre preparación académica. El rector propone un tipo de educación que privilegia el aprendizaje sobre la enseñanza. Es decir que el peso del aprendizaje recae sobre el trabajo casi autodidacta del estudiante.
En realidad yo no tengo nada contra esta clase de aprendizaje, en comunidades de primer mundo, o donde el alumno es preparado para trabajar de forma independiente, desde los primeros grados educativos, es altamente efectivo. Pero en una comunidad como Colotlán, donde los alumnos son enseñados a depender totalmente del maestro y a los que no se les ofrecen las herramientas básicas para analizar, resumir, sintetizar, comparar, contrastar, inducir, deducir, extrapolar, opinar, criticar, resolver, crear, inventar, discutir, compartir, imaginar, disentir, argumentar, diferenciar etc. Me resulta perfectamente absurda esta educación, porque el alumno pese a todos sus esfuerzos, una vez involucrado en este sistema, no es capaz de comprender a cabalidad lo que lee. Y lo que el alumno entiende no es ni remotamente lo que dice el autor. Y bueno los profesores muchas veces desconocen también los materiales, o son tan complicados que los confunden más o de plano le dan carpetazo, tras carpetazo a los objetivos de aprendizaje. Máxime con los tan recortados tiempos que se tienen para las asesorías.
El sistema de aprendizaje esta basado sobre los rudimentos básicos de la comprensión lectora y la capacidad de expresar sus descubrimientos de forma escrita. En ambas acciones estamos reprobados los colotlenses, porque ni los maestros, ni los alumnos sabemos realizar estas operaciones mentales. En otros países, esas habilidades se enseñan desde antes del kinder. Y en el transcurso de su vida académica se repiten en cada ciclo escolar introduciendo cada vez mayor complejidad en el uso de sus herramientas, y auxiliados en toneladas de lecturas. De tal grado que cuando llegan al nivel universitario, son capaces de entender la estructura y contenido de un libro, así como de elaborar correctamente un ensayo. En realidad el dicho ensayo es parte de su examen de admisión a la universidad, en la mayoría de los casos decide su aceptación o rechazo. Así pues tenemos dos opciones para mejorar la educación universitaria, o volteamos todo el sistema educativo de la comunidad, desde la guardería hasta la preparatoria en consonancia con este sistema de aprendizaje, o regresamos al sistema tradicional. La única forma en que los alumnos saquen verdadero provecho de la educación en esa clase de sistemas, es a través de una excelente preparación previa, que en la actualidad no se da. Hemos acostumbrado a nuestros alumnos a ser tan flojos y despegados del disfrute de la lectura, que todo un libro de literatura en un semestre avanzado de la preparatoria, les parece excesivo, no sólo a los alumnos también a los maestros, que deberían de revisar sus reportes de lectura. En la secundaria mas de dos cuartillas les causa inmediata modorra y la mitad del vocabulario allí expresado lo desconocen. Y bueno de la redacción mejor no hablamos, tan solo revisemos sus paginas favoritas de Internet.
En realidad no tenemos más que una sola opción, enfocar todo el proceso educativo hacia el trabajo autodidacta, tal y como lo plantea la reforma educativa en las secundarias (reforma que nadie entiende, que nadie aplica y que a nadie le interesa) porque la segunda tampoco conduce a ningún lugar. Así que a las de “a fortiori” debemos de comenzar a implementar los ajustes necesarios, al costo que sea, y rompiendo las resistencias que sea necesario y le pese a quien le pese, así sea el mismo estado retrogrado, quien se oponga. Nada más que quien le pone el cascabel al gato. A decir verdad, al rector pudiera interesarle pero esta tan ocupado con otras cuestiones, y aquello de su próxima salida, que no van a comenzar algo que con toda seguridad ni siquiera va a ver iniciado. Al presidente actual o al próximo presidente, me parece mucho para su cerebro. ¿Entonces quién?
Por otro lado debería de realizarse una revaloración de cuales son las carreras más pertinentes para una región como la nuestra, RIGHT OF THE BAT, diría que debemos de apostarle a las nuevas tecnologías agrícolas y ganaderas, fortaleciendo nuestras actividades productivas tradicionales y a los proyectos de producción de energía limpia, solar, hidráulica y eólica.
Finalmente me gustaría señalar que me llamó la atención la política de publicaciones del rector Castellanos, desde el inició de su gestión señaló que iba a modificar dicha política, haciendo alusión a que el anterior rector había incurrido en vergonzosos excesos al publicar obras de dudosa calidad, así que el implementaría una diferente. Para mí en lo personal, casi la totalidad de las obras publicadas por Cándido, aportan rasgos importantes al conocimiento de nuestras raíces y cultura, yo en lo personal me siento contento de haber podido tener acceso a todas esas obras, que he disfrutado enormemente de su lectura. Y bueno el actual rector ha publicado muy poco, entre ese poco se encuentra la revista Niuki, que es de gran calidad literaria, fotográfica y de excelente presentación. Pero que adolece de algunos defectos, no ha integrado a los escritores del CUNorte, que a estas alturas deberían de estar colmando de participaciones dicha revista, sino que quienes colaboran son investigadores de alta calidad académica, pero que no hablan en lo general de nuestra comunidad y que podemos conformarnos con algunas fotos insertas de ella. Por otro lado, menciona con especie de orgullo, que la gaceta del centro, esta elaborado por solo un empleado del centro y un colaborador a distancia, situación que me habla del egoísmo de la administración, o del poco interés que ha logrado despertar entre los alumnos por participar en tan importante proyecto. En realidad, la verdad no debe estar tan lejos, porque el sistema del CUNorte, fomenta más la dispersión social y el trabajo individual, que el de grupo. El asistir a la escuela solo algunos días a la semana, el poder realizar trabajos a distancia, favorece que la gente no pase tanto tiempo en la escuela, como si fuera un sistema escolarizado normal, lo que explica el por que existe tan poca cohesión entre los estudiantes, y por que la mayoría de los eventos que realiza la universidad están tan solos. Lo que es un tremendo éxito sin ninguna duda es la radio, que ha venido a ampliar las oferta radiofónica, a dos.
