Thursday, January 28, 2010

Nevada





































Sunday, January 24, 2010

TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE EDGAR

I
Tres momentos en la vida de Edgar; momentos singulares, intrascendentes, volatiles, a no ser por la última noticia de un ser con el que coincidimos episodicamente y nos marcó dejando una huella indeleble en los recuerdos de la vida familiar. De oidas, de la pregunta obligada por saber sus derroteros, Edgar se volvio un lugar grato para inquirir y actualizar. De aquella tarde en San Pedro de la que broto la bien acunada frase, "Como dioses por el Olimpo",solo quedan algunos trazos: el tio, hasta las zancas de lodo luchando por sacar del fango su camioneta, su comprensible enfado por mirarnos desde su impotencia transitar la vereda de arriba a abajo en un vehiculo todo terreno y la algarabia de unos jovenes alegres y despreocupados. "Como dioses por el Olimpo", por segunda vez sentencio Edgar, quien miraba por la ventanilla.

II

De su matrimonio accidentado y poco propicio solo supe por boca de Adrian. Una novia que desafiaba los canones de aceptacion de una familia conservadora y provinciana, mezcla poco ortodoxa para quienes habian puestos muchas expectativas sobre la espalda de Edgar y por si fuera poco chilanga, divorciada y trepadora (segun los diceres del clan). El matrimonio fue de mal en peor, hasta que ( la chilanga) lo golpeo en la cabeza con el cenicero. Edgar se replego en el seno de los consejos experimentados de los hombres de la familia,( Adrian supongo) y desde alli rehizo nuevamente su compostura para recuperar el terreno perdido. Adrian lo llevo de vuelta a casa, no sin que antes quedara definido un grito de guerra y una consigna:

-!Ahora si va a ver de que lado masca la iguana!

La fue repitiendo camino a casa. Despues de llamar a la puerta con los punos y no obtener respuesta, con espectacular patada vencio los cerrojos, cuando ingreso, vio a su mujer correr espantada escaleras arriba, la siguio solo para encontrarse con otra puerta igual o mas cerrada que la anterior, y de nuevo las artes desconocidas de la determinacion abrieron otra puerta mas. Lo que paso despues no se sabe a ciencia cierta, lo que es seguro por el relato sin pormenores del testigo es que se la moqueteo de lo lindo y que inmediatamente despues vinieron los arrumacos; (de esto no hay certidumbre porque Adrian se canso de esperar y se fue a casa a hacer mejores cosas.) La tranquilidad que llego despues se asento con los anos y Edgar definio en aquel dia no sin una buena cuota de coraje " de cual lado mascaba la iguana".

III

Su gusto y su pasion fueron las motos, asi que decidio vender la que tenia para comprarse otra con mejores caracteristicas. La anuncio en internet, encontro compradores, se acordo la entrega. Nada sucedio como habia previsto. Fue muerto. Los pormenores no tienen importancia, lo unico realmente importante fue que seguimos recordandolo y colgandonos listones negros por tantas ausencias injustas.

Friday, January 22, 2010

Las Huestes de Gastelum


José Ramón Félix Gastelum, Negrete, Lira, Corrales, el Sinaloa, Medel, Roberto, el Ingeniero Alfredo, los Vallarta, Johnson... son los nombres que me asaltan la memoria y se prenden de mis recuerdos. Todos ellos, parte una comunidad que llegó a a poner en pie un proyecto educativo, vinculado a ciertos intereses que para nosostros los estudiantes no estaban claros, pero estaban visibles y latentes. Los maestros eran jovenes con una gran determinacion y empuje, lidereados por Gastelum quien era un personaje de caracteristicas fisicas un tanto singulares; chaparro en serio, ligeramente encorvado, con una mata de pelos abundante y agreste peinada hacia un lado de un rostro recio y rematado por una barba de candado abundante e hirsuta. Vestia impecablemente con ropas de ciudad, zapatos que se vanagloriaba eran caros (y evidentemente de marca) y con alguna suerte de artifugio los tacones le ayudaban a incrementar la alzada. Sus gestos y ademanes se grabaron a fuego en la memoria de los jovenes de entonces, tanto asi, que en nuestros ratos de convivencia soliamos personificarle. El gesto en actitud meditabunda, su reacomodarse el pantalon que se escurria fuera de las modestas proporciones de un cuerpo enclenque y aniñado, su mano dandole la vuelta al cinturon para resituar los pliegues de la camisa, su manera de quitarse los lentes y apretujarse los parpados para darle un descanso a unos ojos miopes y pequenos, su postura desafiante con unas manos velludas y adornadas por costoso reloj , una voz fuerte para sus dimensiones y sus omnipresentes proclamas de poder para que una vez advertidos no lo subestimaramos.
Como bien dice el acertado dicho, no han chaparro que no sea cabron, y efectivamente Gastemun se ceñia perfectamente a la conseja popular. Reinaba en su imperio, imperio ganado una vez mas a las hostiles huestes de barbaros incivilizados; su destino: hacer una vez mas de la region de chichimecas un territorio apartado de la oscuridad y traer (esta vez) las letras de la ilustracion. Con la encomienda llegaron tambien los titulos, las prebendas y los privilegios, en las tierras de conquista se abriio un nuevo dominio para el poder de los reyes, los virreyes, los achichincles de los virreyes, y toda la hueste que se nutre y apropia de los despojos de guerra.
La prepa fue un suceso que impacto nuestras vidas, las vidas de quienes no teniamos muchas esperanzas de brincar el ¨obstaculo¨ exitosamente para posicionarnos en una carrera universitaria, la prepa trajo ilustracion y marco un momento singular en nuestra historia comunitaria.

Monday, January 18, 2010

CRONICAS IBARGUENGOITIANAS DESDE EL EXILIO Cristiano? ... Mejor fariseo!

Es increible, lo que la convivencia puede traer en el conocimiento de la naturaleza de aquellos con quienes por suerte o desgracia nos toca relacionarnos. Del diario interactuar se pueden extraer multiples lecciones que puestas en el contexto adecuado se convierten en guia valiosisima de como ser (o mas bien como no ser o proceder). Mi compañero de trabajo es un ser que tiene multiples cualidades, la mas sobresaliente entre ellas es vivir sin esforzarse y cosechando solo lo mejor a cambio de lo menos: menos trabajo, menos dedicacion, menos esfuerzo, menos responsabilidad, menos solidaridad, menos compartir, menos honestidad y mas tiempo libre, mas beneficios y mas exigencias, mas quejas, mas salario, mas comparaciones con los que trabajan menos para llevar las responsabilidades aun mas abajo de sus (de por si) ya bajos estandares laborales. Es un maestro en el manejo del calendario, sabe como combinar un dia de emfermedad con un dia feriado para hacer un fin de semana de cuatro o cinco dias, sabe cuales son las temporadas de mas trabajo para llegar a la hora precisa y no fajarse a trabajar como todos los demas, sabe como obtener ayuda economica para pagar la renta, los recibos mensuales por concepto de servicios, y sabe tambien como irse a bancarrota cuando el agua le llega al cuello y no tiene otra mas que moderarse por un tiempo en tanto su credito se reestablece. Es compartido, porque todas sus manas las comparte con su familia y al final todos resultan enredados en un estilo de vida que tiene poco de honroso o de decente. Ha sido capaz de afirmar que bajo mi supervision ha trabajado como nunca en su vida, y vaya que las exigencias de un trabajo de gobierno no son precisamente altas. Pero es cristiano!, es capaz de dejar a los companeros trabajando sin el en las peores condiciones climaticas con el pretexto de que le hace dano, es capaz de no responder a las expectativas que su trabajo le imponen y defraudar a toda la gente que recibe sus servicios. !Pero es cristiano! Toma la comida de los companeros porque le duele gastar unos cuantos pesos en su propia comida !Pero es cristiano! Es la unica persona que invirtio diezmando durante un par de meses en espera de las bendiciones economicas que esto le traeria, hasta que se dio cuenta que las cosas no funcionan asi, diezmar no es una inversion. !Pero es cristiano!Acude a los centros de caridad y arrasa con lo que se ofrece, hasta los dulces de la recepcion.! Pero es cristiano! Es por esa razon que yo proclamo: ser cristiano? .... mejor fariseo!

Wednesday, January 6, 2010

YO FORME EL CLUB VIOLETA















Yo formé el club violeta, dos chicas hicieron un libro de historia oral y están contando algo un poco diferente a la realidad. Están diciendo muchas inexactitudes, que lo formé para las fiestas, para divertirnos. Mil dislates, que tenemos que disculpar. Yo a las chicas no les digo nada, ellas hicieron su trabajo, lo hicieron bien; como escritoras, como periodistas.

Yo tuve la idea de hacer el club social porque mis antepasados, mi tíos por parte de mi mamá, cuando estuvieron de paso en Colotlán hicieron algo similar: el club Ariel, encabezado fundamentalmente por mi tio, el Lic. Magdaleno Díaz Veles, el había sido Procurador General de Justicia en el Estado, pero hubo un cambio de gobierno y presentó su dimisión, y lo enviaron al juzgado de Colotlán. Cuando el llegó aquí mi padre, José de Jesús Moreno de Ávila, era presidente municipal, el era muy joven, fue más o menos por 1922, él era el mayor de los nietos, de la segunda descendencia de mis abuelos. Todos ellos formaron el club Ariel, era fundamentalmente literario, mi tío tenía categoría para hacerlo. Formaron parte del club los jóvenes de las principales familias de Colotlán, los señores Martínez Briones, don Jesús de Santiago Flores don Lauro Martínez y muchos otros jóvenes de la época.

Yo tuve cuatro tíos hermanos de mi mamá, todos eran profesionistas, dios les dio un intelecto muy grande, ellos eran intelectuales pero no políticos. Ellos no fueron políticos, a ellos los llamaban por su competencia profesional para que los ayudaran. Ellos fueron personas de mucho talento, intelectuales, profesionistas, preparadísimos. Mi tío Reinaldo, cuando iban a recibirse, muchos de sus alumnos lo pedían de sinodal. Los alumnos que no querían estudiar repelaban con mi tío, que era exigente. Mi tío decía que los abogados son para operar el cambio social, no para que prolifere. Tienen que ser rectos en todo, canceres que hacen daño. Yo quise estudiar leyes, pero para una mujer es más difícil, por la indiosincracia de la familia, se tiene que salir, vivir solos sin la familia y no fue posible. Yo puse mi negocio y me dedique al comercio. No venimos a este mundo mas que hacer una tarea, extender la mano y hacer el bien, a donde vayamos. Esa es la vida.


Mi tío José Reinaldo estuvo en la subprocuraduría, cuando estaba de subprocurador el Lic. Ramón Franco Romero, que era un señor muy honesto. Yo lo conocí en Colotlán a donde fue a resolver algún asunto, estuvo con nosotros, allí comió, le dijo a mi papa:

-Oiga don José (présteme doscientos pesos para regresarme a Guadalajara.( era mi papá presidente municipal por segunda vez). Yo nunca he olvidado que en cuanto el licenciado Franco Romero regresó a Guadalajara, de inmediato le mandó su dinero. Ese clase de personas, son las que dejan huella por su integridad y bueno la leccion que aprendi fue que: "aquel que es honrado en lo poco, lo es tambien en lo mucho"


Tambien les informaron mal a estas muchachas sobre el presidente aquel que dijo:

-¿Qué haríamos sin el de atrás?

Estaba la pintura atrás de Miguel Hidalgo y Costilla y que contestaron una majadería.

No es cierto, mi padre estaba allí en el estrado y muchas veces le escuche platicar esa anecdota,sobre todo cuando se acordaba para reírse de lo gracioso de la situación.

En realidad lo que le contestaron fue:

–Nos daría un peritonitis, señor presidente.

Yo concebí la idea de formar un club se señoritas, yo tenía muchas ilusiones para Colotlán y se formó y con mucha alegría. el club se inició con las señoritas: Elenita Ruvalcaba, Lilia Martínez, Las hijas de Anita, las tres mayores, porque Teresita y Laurita estaban chicas. Chita, la esposa de Armando también entró. Con las maestras Eustolia y Carmen Sánchez, hermanas de Antonio Sánchez de León. Mariela de Santiago, María de Santiago, Emma Berumen Santa Cruz, hija de don Alberto, Dorita Santa Cruz, Malena Santoyo, esposa de Luis Salazar, Elenita Ávila, sobrina de Chilo. Después entró la esposa de Raúl Vázquez, Lucita Rivera y las hermanas Vázquez Felguerez, Esther y Polencho, que se encontraban estudiando en Guadalajara, y se unían a nosotros en vacaciones. También mi comadre Anita y su hermana Melin de León, que fue nuestra secretaria en el club, elementos muy buenos. Dios mío que me perdonen, si se me olvida alguien. Las señoritas Palermo, Cointa y Mercedes. Chicas muy buenas, muy alegres y muy trabajadoras. Éramos un buen grupo, un grupo maravilloso, mi hermana la maestra Rosalba también formaba parte, Conchita Ortega, fue de las que iniciaron. Conchita Muñoz, casada con Víctor Pinedo.

Era una organización que respondía, teníamos mucha disciplina. Se le puso el nombre “Violeta”, los estatutos los derive de la palabra violeta. El lema era :

“Unión y optimismo”

Yo les proponía a mis compañeras y ellas aceptaban. Después entraron las hijas de Don Mariano y don Liborio Sánchez, Sarita, Meme, Chila, Celia y Yolanda de las grandes, después debieron entrar las chicas. Yo proponía y aceptaban, pedía ideas, denme ideas digan. Cada año proponía yo que evolucionara nuestro club, que cambiáramos de mesa directiva y no querían:

-Así vamos bien, que para acá, que para allá.

Sabes que el tener una cosa de estas es trabajo y responsabilidades. Sin embargo yo recibía de las chicas, muy buena voluntad, todo se hacía, había de verdad mucho entusiasmo. Celebrábamos el 7 de julio nuestro aniversario para ello nos prestaban la casa de las señoritas Márquez, tías de Conchita Ortega, casa que fue de la familia Cárdenas, una de las señoritas se caso con el Lic. Salvador Baeza, allí hacíamos nuestro baile de aniversario, sin bebidas alcohólicas, con disciplina, pero muy bonito. Como rubrica teníamos violetas imperiales, la cantábamos todas nosotras. Nos acompañaban nuestras familias, hacíamos comisiones de disciplina, de recepción para que no entrara gente que no fuera invitada, para tener control, tener orden.

La Asociación de Charros se reorganizó porque había muerto don Fernando Ortega, que en paz goce, quien había sido el fundador de la asociación y su principal promotor. A su muerte se desintegró y Rodrigo su hijo, volvió a darle forma. Colotlán tuvo charros muy famosos, de primera. Don Rodrigo Ortega, en una ocasión nos envió una caja de vino para nuestra fiesta. La utilizamos únicamente para ofrecerles a ellos, preparado como jaibol. Se abrió una sola botella, no hubo excesos de ninguna naturaleza.

Nuestros bailes eran bonitos, a raíz de eso se formó la orquesta la primavera, organizada por el químico Raúl Sánchez Muñoz, hijo de don Liborio. El murió muy joven, se le picaron sus riñones por su oficio, trabajaba en el ingenio en Veracruz. Fue una orquesta preciosa, tocaban muy bonito se inauguró en nuestro baile de aniversario. En ella tocaba Mariano Pinedo, muchos otros señores que ya murieron. Todos ellos se uniformaron con traje negro. Mi club lo mantuve mientras yo estuve allí, como yo soñaba, como yo quería hacerlo. Cuando se caso Carmela Sánchez nosotros le hicimos la ceremonia civil y le hicimos una boda preciosa. En esa ocasión estaba una de mis primas, Victorina, hija de mi tío Rodolfo hermano de mi mamá, y le fascinó nuestra fiesta, como recuerda Colotlán.

Nuestra sede estaba en una casa que nosotras le rentábamos a don Lauro Martínez, en donde hoy tienen la funeraria, sobre la calle Morelos. Nos cobraban sesenta pesos al mes de renta. Allí nos reuníamos y él nos daba la broma de que éramos el club pozole, porque hacíamos un pozole para festejar lo que queríamos. La mayoría de nosotros trabajábamos y era fácil.

Ese fue nuestro Club, y entonces surgen tonterías por allí, hubo una persona que no era de Colotlán, que dijo que me iba a demostrar, que iban a formar otro club. Así fue como se formó el Club Orquídeas, la maestra Amalia Anaya fue la primera presidente. Yo no estaba por demostrar a nadie nada, yo estaba sencillamente por organizar, por crear, por convivir. La Sra. Alicia Ruiz, nos llegó a acompañar a algunas reuniones, iba ella de respeto, yo le rogaba que nos acompañara y si nos acompañaba, bendita sea ella, yo la estime mucho y la estimo de corazón. Yo recuerdo con mucha satisfacción de mi grupo fue una velada musical que organizamos para festejar nuestro aniversario y nos prestó su casa, que estaba recién arreglada muy bonita, Rosita Loera, viuda de Ortega. Esa casa fue la escuela de don Marcos Marcelo Escobedo, primer presidente municipal de Colotlán y su hermana doña Lola Escobedo. En aquella epoca teníamos luz eléctrica hasta las once de la noche, el servicio lo daba la familia Santa Cruz Maldonado, específicamente Toño Maldonado. Para nuestra fiesta conseguimos lámparas para iluminar la casa, diseminamos por los corredores y parte del patio mesitas y sobre de ellas las lamparitas, hicimos nosotras las pantallas. Se invitaron personas que habían estado en Colotlán, una pianista de parte de un Dr. Haro que había estado en Colotlán, de eso se encargo Conchita Ortega, ella misma había aprendido en el colegio, el baile español y lo bailaron con ella Anita de León y Esther Vázquez. Hubo intervenciones de piano, luego formó un dueto de varones, Luis Salazar y mi hermano Bocho. Manuel Navarro también cantó. Se invitó al presidente, que era Cuco Raygoza en su primera vez. El hablo y me dijo:

-Señorita no tengo más remedio que reconocer quién es Usted y como vale.

Sus hermanas estaban en el club Orquídeas. Además hablaron Flavita Márquez, presidenta de la damas leonas, don José Ortega, su esposo, no quiso hablar. Los señores hay cosas que no les gustan y no las hacen. Hablo muy bonito el padre Guillermo…que esta ahorita en Huanusco. La última que hablo fui yo, como presidente. Estaba allí un agente del Ministerio Publico, que me fue a felicitar y dijo que estaba gratamente impresionado, que el no esperaba algo así. Supo que era sobrina de su ex maestro Reinaldo Díaz. Después supe que el Ministerio Público había ganado un concurso nacional de oratoria, de haberlo sabido no hubiera dicho nada de nervios. Al final todo mundo estuvo contento, fue muy bonito, hubo mucha diversión sana a todo mundo le agradó. Tuvimos como maestro de ceremonias a Ramiro López, le entregue el guión y entre los dos trabajamos la presentación, sobre todo las intervenciones de la pianista. Fue algo fabuloso. Mi papá que era refractario, no le agradaba andar en fiestas, asistió el y mi mamá, salieron encantados, como les gusto esa fiesta a todos los señores. A mi en lo personal fue lo que mas satisfacción me dio. Se me olvidan muchos detalles y muchas cosas. Ocuparía tener el programa en la mano para poder detallártelo. El Licenciado se hizo mi amigo a partir de allí, al día siguiente lo tenía en la tienda, platicando conmigo. Admirado y sorprendido. Yo le decía que quise estudiar leyes, pero no fue posible, dios no me lo permitió y aquí me tiene de empresaria a sus órdenes.

No es verdad que yo había convertido nuestro club en una dictadura, yo estaba constantemente pidiéndoles el cambio de munición:

-para que rote, para que todo mundo participe, y todo mundo lo haga, como lo estoy haciendo yo. -Yo no soy más que una socia más al igual que ustedes, vamos cambiándolo y ellas nunca quisieron.

Entonces llega la maestra Esther Vázquez y arenga políticamente como Otoniel Navarro, que en paz goce, que era el presidente municipal y quiso manejar el grupo en provecho tipo PRI, y no me pareció, esto era una cosa social. Colaborábamos si, pero en lo que podíamos y queríamos hacer. Nuestro grupo se desintegró por lo que te estoy contando, comenzó a hablar a Esther e hicimos votación en la casa de Melin de León y salí de nuevo y entonces se propuso a votación a Esther y a mi, y que salimos a partes iguales, según esto y dijo Rosa Córdova:

-Yo lo desbarató. Ella ya había votado.

Yo no dije nada, me quede callada y entonces se lo dio a Esther y me retire yo porque vi que era política del PRI, de la presidencia municipal, que le estaba haciendo el juego. Conmigo se retiró la mitad que había votado por mí, nos salimos. Entonces les quedo totalmente diferente y cambio el rumbo que llevaba el grupo: disciplina y todo. Ellos dicen que a partir de que salí yo fue menos selectivo, que se acepto todo mundo. Yo había formado un club social, no un sindicato de trabajadoras.

Para mi todas esas cosas se van, son incidentes de la vida, si a ti te llegan a pasar ni te amargues por ellas, ni las enraíces en tu corazón, simplemente déjalas en tu intelecto como una experiencia que te sirva para seguir adelante y evitar errores. Protegerte de la gente que no debes.

Cuando el Club de Leones se formó, fueron conmigo el delegado de Hacienda (que fue quien tomo la iniciativa) y el Dr. Vázquez y me dijo:

-Señorita Ud. Nos puso la muestra, queremos formar el Club de Leones en Colotlán, ¿Nos ayuda Usted?

–Si les ayudo. Les contesté, sin pensarlo siquiera.

Para juntar fondos hicieron una Kermés en la plaza de Armas y nuestro club colaboro con ellos, y nunca habían tenido un ingreso como el que tuvieron en esa ocasión. Tomamos el registro civil y tuvimos mucho éxito, nos convertimos en inspectores de policía y los deteníamos en la cárcel y después llevábamos a las parejas a casarse. Fue todo un éxito, se terminaron las actas de matrimonio.

Cuando Antonio Sánchez de León fue presidente municipal, me tocó estar dentro de la formula, pero no era la sensación del PRI. Entonces yo tenía la voluntad de la gente, pero no de la gente del partido. Estuve unos días dentro del ayuntamiento, pero me di cuenta que no iba poder hacer nada a favor y me salí. Mi trabajo fue la Biblioteca Benito Juarez, esa fue mi aportación. Lleve muchos libros para comenzar a formarla.

















Malaco Moreno

Mi padre y familia












Mi papá nació en Colotlán en 1898, mi tío Agustín de Ávila era 16 años más grande. Mi papá era su primer sobrino y el primer nieto. Porque mi abuelita era la mayor, mi mamá Ina. Doña Herlinda de Ávila de Moreno, contrajo nupcias joven don con Nicolás de Ávila Caracas, mi papá fue el primogénito, lo querían mucho todos. Mi papá recordaba a su abuelito y en que lugar había muerto de la casa, en la misma recamara donde murió mi tío, pero en el otro extremo de la misma. Mi papá lo recordaba perfectamente, el tenía seis años de edad, mi bisabuelo murió en 1906. Mi papá era muy inteligente, muy competente en todo, el no pudo sacar una carrera profesional porque se vino la guerra de Villa, a ellos les toco la toma de Zacatecas. Ellos salieron de Colotlán durante la revolución y se fueron a vivir a Zacatecas.

La casa de mi abuelito con todo el respeto que me merece todo mundo, y me merecen ellos, sin presunciones malsanas, te digo, ocuparon el primer lugar en al sociedad de Colotlán, eran muy estimados, se comunicaban con ellos todo mundo. Convivían con ellos.

Don Lauro Martínez y las señoritas Zulueta me lo dijeron asi en México: -Que la nuestra era la primera familia socialmente en Colotlán. Donde hoy tienen los Haro su casa y su tienda, esa era la casa y tienda de mi abuelito. Allí nacieron mi papá y mi tío Fito, los mayores, nacieron en total doce hijos, pero muchos de ellos murieron. Mi papá empezó a cursar las primeras letras y en Zacatecas continuaron en el Colegio, que es hoy, Antonio Margil, que era entonces el colegio que tenían a su cargo los padres franceses de las escuelas cristianas. México tenía entonces una grandeza económica y cultural. No había carreteras, no había medios de comunicación y se transportaban a caballo o en carretelas, que era lo más elegante en aquella época, pero era muy pesado viajar por las brechas. Zacatecas era lo más cercano, y allí los internaron a mis tíos. Mi papá fue becado a Francia por aplicación e inteligencia, tenía el primer lugar de su grupo, fue compañero de don Manuel Macías Tello, que fue embajador mexicano en Francia. Mi papá no pudo seguir una carrera profesional, por el estallido de la guerra.

Mis abuelitos se fueron a vivir a Zacatecas. Cuando llegó Villa a Zacatecas comenzaron a violar las puertas de las casas, pero por gracia de Dios, el capitán de la legión que llegó allí era de Colotlán, del rancho de San Nicolás. El caso es que reconoció a mi abuelito y le dijo:

-Don Adolfito, usted vive aquí. Si, aquí vivo le contestó, esta es tu casa. El le ordeno a la gente bajo su mando:

-Esta casa se respeta, ni un paso adentro.

Le dejó dos guardias en la puerta, nada más préstenos una recamara para que en ella metan los muchachos sus cosas(eran una bola de plebes, sin disciplina, nada más obedecían lo que les decía su jefe superior. Eran de la broza del pueblo tu crees que tenían disciplina militar y conocimientos, eran una bola de bárbaros. Atrocidad y media hacían, empezando por Villa que era un peón de hacienda en Coahuila. Nos contaba mi mamá Ina que habían llenado la recamara del piso al techo de máquinas de coser Singer, que estaban de moda, estaban entrando al país. ¿Como ves la revolución que vino a traer a México la paz y la grandeza?

Las fronteras estaban abiertos y a nadie le llamaba la atención irse para allá, porque no había necesidad. (Los primeros en irse a Estados Unidos fueron los peones de las haciendas, despues de los repartos agrarios). Un peso costaba dos dólares, era al revés. Teníamos gente con mucha capacidad, intelectual y profesional, la gente se preparaba a fondo y había familias de mucho abolengo, en todas partes, con mucha reciedumbre en cuanto a moral y valores, culturales. Colotlán no era menos, había muchos valores hasta artísticos. Había gente muy respetable, mi madre me contaba de cuando ella llegó allí, ella nació en Aguascalientes y se crió en Guadalajara. Mi abuelitos eran de Guadalajara, del barrio de Analco, de los forjadores de Guadalajara. Ellos tenían tejedoras de ropa, mi abuelito se fue para allá como Juez, después de haber sido Procurador General de Justicia en Guadalajara y cuando entró el gobernador Guadalupe Zuno, con quien discrepaba en ideas religiosas y mi abuelito se dio cuenta que iba a tener problemas con él y dimitió y se fue de Juez de Colotlán, ocupando el juzgado de primer instancia. De 1922 a 1924, hay en los papeles del juzgado mucha caligrafía de mi mamá, que iba a ayudarle a escribir a mano. No porque no hubiera quien, estaba don Luis de la Isla y don Juan Pablo Alejo, papá de Julissa Alejo. Ellos eran los escribanos en el juzgado y mi mamá iba a ayudarles a anotar actas y levantar declaraciones. Mi mamá tenía una letra muy bonita que había aprendido con una de sus maestras preferidas.

Cuando mi mamá Ina llegó en 1922, Colotlán tenía su teatro y una compañía de actores que trabajaban allí. Su hermana María era soprano. Amanda Sánchez tenía una voz preciosa. Amado Pacheco era un buen artista. Tenían las banda de música, en 1922 era una banda superior a la de Zacatecas, estaba uniformada y formaban parte de ella los Sánchez: Liborio, Mariano, Baudelio y sus hijos, Agustín Olague, Silvestre (vivía casi frente a la escuela de niñas, donde esta la preparatoria hoy, donde también estuvo el seminario de Colotlán que contaba con tres patios, y el padre Terán tenía el último patio sembrado de Moreras y parras, para el sostenimiento del seminario, sacaba seda de allí) también estaba allí el pato, que era un panadero de primera (pariente de Huerta), había una repostería de primera, había sastres de primera entre ellos el señor Ruvalcaba, por la calle Hidalgo había una señorita que daba clases de piano, vivía por la calle Hidalgo en la misma calle del seminario. Había una típica de señoritas donde tocaba Esther Rodríguez, ella tocaba la mandolina, tía de la maestra Delia Rodríguez. Antonia Macias estaba en la típica y fue directora de una de las escuelas. Cuando estuvo mi padre de presidente, durante las fiestas patrias hicieron un evento muy importante.

En el rastro se sacrificaba cien cerdos diarios, se consumía mucho. Mi abuelito tenía una fábrica de jabón del corriente y también de tocador, le llamaban jabón de perfume, para la cara, para el baño. El también elaboraba vinos generosos, a ella le encantaba el de zarzamora, era pura crema de zarzamora, también crema de membrillo, de cacao, fresas. Fabricaba cerillos y muchas cosas, eran fuentes de trabajo para muchas personas y las vendían en toda la región norte de Jalisco y los municipios de Zacatecas. Hacía medicinas y elaboraba medicamentos, pomadas y productos químicos. Eso me lo platico un señor ya grande que trabajaba con él y quería un poquito de pomada.

En la tienda de los Martínez estaba la bóveda de la capilla, dedicada a nuestra Señora de los Dolores. En el interior de las catacumbas, había vasos sagrados todo lo necesario para la liturgia de la santa misa. Casi toda la manzana era del convento los sacerdotes inclusive se comunicaban a través de un subterráneo para comunicarse a todos los santuarios, incluyendo el hospital viejo, que actualmente es el Colegio, Jalisco. Por el asedio de los indios. Pasaba también frente a la presidencia municipal, porque había más capillas, hacia el sur de Colotlán.

Mis abuelitos Moreno de Ávila se fueron a Zacatecas por la revolución, allá mi abuelito puso dos negocios: una fábrica de ropa para trabajadores y su tienda, después se mudaron a Aguascalientes y de allí a Guadalajara, mi papá era un adolescente y mi tío Fito aun más joven. Un agente de ventas que iba a Colotlán se los encontró en Guadalajara, los saludo, supo que se había venido por la revolución y como mi abuelito había puesto un negocio en Guadalajara, le manejo los productos en Guadalajara, el señor era el papá de Tito Guízar, y ellos vendían jabones y otros productos. El vendedor le comunicó al dueño de las fábricas de Francia:

-Aquí están los hijos de don Adolfo Moreno Carlos de Colotlán. (les faltaba personal, tenían problemas) el dueño le dijo:

-Llámelos. A mi papá lo hicieron gerente de ventas foráneas y a mi tío Tito lo hicieron gerente de ventas locales, en la tienda. Allí estuvieron trabajando mientras estuvieron viviendo en Guadalajara. Después decidieron regresar a su tierra, el señor les imbuyo en su mente que regresaran a Colotlán, para entonces con la revolución ya habían perdido su casa y el local de la tienda y se regresaron a la casa donde mi papá había tenido sus negocios. En la esquina de independencia y guerrero, era la casa de mis bisabuelos don Marcelo Moreno Macías y Lucita Carlos de Moreno, ella era de Tlaltenango. Mi bisabuelo salió de Lagos de Moreno, cuando la insurgencia de Pedro Moreno, se va para el norte del estado, recorre todo aquello, incluyendo los pueblos ligados con Jalisco. Luego el conoció a mis bisabuelita en Tlaltenango, contrae nupcias con ella y hace su asiento en Colotlán, en esa casa nació ya mi abuelito, fue la primera generación de la familia Moreno que nace en Colotlán. Ya después de mi abuelito que regresan de Guadalajara hacen una fiesta, la otra casa la habían perdido con la revolución ya no era de ellos. Ponen ellos su negocio, casi en mitad de los Portales, don Adolfo Moreno Carlos, cuando el murió lo vendieron en dos mil pesos de aquella época, pero el dinero valía entonces.

A todos ellos les tocaron tiempos muy aciagos, muy difíciles. En 1922, fue presidente municipal, mi padre, por primera vez, tuvieron mucho control político, si salían adelante con la gente, con los grupos. El Lic. Antonio Ramos Aréchiga, de su partido fue otra de las personas importantes, fue juez de allí y vino a morir por Guadalajara. Entre ellos mi compadre Carlos de león, Chito Rosales. Había mucha gente, Colotlán tenía mucha gente de gran valía, pero lo abandonaron políticamente solamente porque don Victoriano nació allí y querían hacer lo mismo que Calles, la revolución que hizo de persecución religiosa, la hizo para quedar bien con los americanos, para que vieran que él no era católico, como allá son protestantes, entonces que volvieran a apoyarlos y entonces hizo atrocidad y media este señor, queriendo quedar bien con los americanos. fue cuando engrandecieron a los agraristas, cuando mataron a don Paco Huízar, a don Segundo Ortega y traían una lista grandísima que Dios no permitió que lo hicieran. Pero sin razón ninguna. Después ya eran figuras allí, tuvimos un presidente municipal que era analfabeta, don Guadalupe Rivera, que no sabía nada de nada. Pero pues era agrarista allí lo acomodaron. Paco Huizar era el inspector de las escuelas, era muy inteligente, era hermano de Diego Huízar Martínez. Al papá de ellos le decían “El delgadito” vivía por Zaragoza y Guerrero. Paquito chico todavía no nacía, ni Chabela, de don Segundo. Fueron los agraristas, hicieron una masacre espantosa. Ellos querían el poder y robar. Agustín Rivera hizo la presidencia municipal, lo mataron, se le escapo un tiro al policía. Lo llevaron a los juzgados que estaban en la parte de arriba de la presidencia. La maestra Hermelinda Huizar le puso un epitafio muy recalcitrante a su tumba. Guadalupe Rivera era totalmente un zote, recuerdo que para una fiesta dijo: -Vamos a encementar con cemento la plaza. Señores jóvenes que resultaron agraciados con las bolitas blancas.

Mi papá subió por segunda vez a la presidencia durante el gobierno de González Gallo, debido a que desaforaron a Carlos de León Ortega, primo hermano de Rosita Ortega Mayorga. Le quitaron el fuero al presidente y el gobernador angustiado llama a las personas principales de Colotlán y los representantes estatales que trabajaban allá, entre ellos el inspector federal Jesús Arreola. Todos le dicen y coinciden en decirle que ahí no hay más que Don José y Jesús Moreno Ávila que no hay nadie más para sacarlos del atolladero, luego le llama a mi papá que si le ayuda y le explica y se ponen de acuerdo y se queda mi papá ahí. Esta es la segunda ocasión. Fue en el cuarenta y siete. Son cosas pesadas, porque se presenta cada situación y hay que abocarla.

Cuando el dedazo fue para don José Ortega del Real, el dijo:

-Si don José de Jesús Moreno Ávila es el secretario del ayuntamiento, yo acepto y si no acepto, yo no puedo con eso, ni se nada. Entonces les dijo:

-Hable usted con él, a ver que le dicen.

Fue con él y hablaron largo y aceptó por fin mi papá y don José fue el presidente. Decía mi papá que era un hombre muy conciente, don José. Mi papá conocía muy bien la ley, fue agente del ministerio público. Fue inspector de agricultura y ganadería, evitó muchos abigeatos que entonces estaban de moda. Había veces que había muchos caciques por allí, en toda la zona norte de Jalisco, no sólo en Colotlán y le aventaban el petardo a otros pobres infelices, verdad, querían hacer maldades:

Don Refugio Raygoza hizo un gran trabajo en su primer gestion de gobierno, pero no hay que olvidar, que tuvo por secretario a José de Jesús Moreno Ávila, que lo dirigió por ordenes superiores de Guadalajara, porque él era muy joven. Desde luego que hizo un papelazo, maravilloso. Le dijeron usted esta muy joven y ocupa una persona que conozca de la administración municipal y que lo pueda guiar con criterio firme. Entonces le pidieron a mi papá que les hiciera el favor. Y desde luego lo hizo y Cuco y hizo un papel muy bonito. Echo cimientos allí, aunque luego después en las otras dos administraciones, la gente decía que porqué a él, y ya no lo querían igual. Que ya no era igual que qué le paso a Cuco. ¿Qué qué cambio hubo allí? Yo sabía porqué, pero yo nunca dije nada. Me calle la boca.

Ya te digo mi papá por esa razón no pudo formarse como profesionista. Pero sus acervos culturales eran amplios en una ocasión hubo allí en colotlán, una revisión de aquí de Guadalajara, de hacienda, del estado. Estaba don Pancho Ortega, el papá de Chelo Ortega. Quien tenía la tesorería donde estuvo muchos años hasta que no le hicieron política, que cambiaron y todas esas cosas. Recuerdo que una vez le dijo a mi papá –¿No han quitado de la tesorería a don Pancho, verdad papá? El me respondió –Porque se la quitan es muy pesada su oficina y la hace bien. Porqué se la van a quitar a Pancho. Pues porque, ¿Por muchas cosas que hacen? ¡Verdad¡ y la a supervisión de entonces era algo muy serio y le pidió a mi papá que si le ayudaba. Era un inventario de todo, y la hizo entonces el inspector que iba de aquí. La realizó y dijo: -Lo felicitó, esto esta muy bien echo, mejor que lo de la oficina de Guadalajara. Y la había echo mi señor padre. Todo llega y pasa en esta vida, tenemos que hacer una tarea, nos manda papa Dios.

Mi padre no era amante de platicarnos las cosas, muchas de ellas los supimos cuando él murió, que iban a darnos el pésame. Cuando platicaban la gratitud que sentían por lo que el les había ayudado. Allí nos dimos cuenta de todas las obras que mi padre hizo, muchas obras buenas. Que yo creo que le valieron cuando llego allá.

Mira tenía un compadre, le había bautizado mi papa un hijo, estaba mi papá trabajando en agricultura y ganadería, y entonces el compadre por robar a un muchacho, le roba su ganado, pero lo asesina, cerca del rancho del compadre y lo tiran en una tapia.

Pensó: -Al cabo mi compadre es el que tiene el cargo.

Ya que se hacen investigación, primero del asesinato, empiezan a salir las declaraciones y luego la familia del occiso señalan el abigeato de que fue objeto, le robaron todo su ganado. En fin esas cosas. Se hacen las investigaciones y se sabe quién. Entonces mi papá lo remite por la vía penal, como abigeato y le hacen los cargos pertinentes. Todo lo que te estoy diciendo esta asentado en documentos y se viene a purgar su mala acción, era asesinato y abigeato, y estaban de acuerdo había testigos.

En una ocasión que fue uno de mis hermanos, Rodolfo, íbamos de paseo para allá con los tíos Mayorga a Momax, y de regreso, fallo el escape del auto, al chocar con una piedra, y empezó a querer llover y entonces mi hermana le dijo a mi papá:

-Mira, allí esta una casa.

El le contestó: -Si, pero es de mi compadre fulano de tal y no me habla, esta enojado conmigo.

-¿Pues que le hiciste papá?

El dijo –Lo mandé a la penal por asesino.

Ya entonces nos platico con detalle. Mi hermana le dijo: -No le hace, hay que arriesgarnos.

Nos atendieron muy bien, todavía vivía la comadre y el compadre, este último muy serio, pero muy amable. Allí nos guarecimos de la lluvia en lo que paso una camioneta, con un hijo de ese señor de la Rosa, que vivía por Cuahutemoc. Y la señora es hermana de la sirvienta que ha tenido por muchos años Conchita Ortega. Lucia. Se trajo a uno de mis hermanos y regreso con un mecánico que arreglo el auto y ya nos venimos. Muchas odiseas y cosas que hizo mi papá, sin importarle que fueran señorones. Él también lo era porque Dios quiso que el perteneciera al municipio. Yo llegue a ver muchos señores, que estuvieron en la presidencia municipal y que no podían con el paquete, buscaban algún puente humano que fuera con mi papá a preguntar como resolver los problemas. Recuerdo que una vez que íbamos mi papá y yo a mi tienda y nos saludo el Dr. Sinensio que estaba allí, y le dijo a mi papá (recuerdo que estaba el señor Otoniel Navarro, andaba con problemas de adoquín o drenaje):

-Don Pepe por favor discúlpeme tantito le quiero hacer una pregunta. Mi papá le escucho atentamente y al terminar se sonrió y le dijo:

-Dígale a Otoniel que consulte la ley fulana y zutana que le dicen esto y esto, se puede hacer esto y esto o aquello, porque si hace esto comete infracciones. Lo orientó muchísimo y le dijo como, al doctor le dio mucha vergüenza, que mi papá hubiese deducido que lo mandaba el presidente municipal, que no podía con el paquete y que se valía del doctor para que lo sacara del bache. Yo recuerdo a mi papá en muchas ocasiones en que con mucha generosidad, apertura y mucha buena voluntad ayudaba a la gente.

Una vez llegó un señor que trabajaba con don Manuelito de León, y le contó que estaba su hijo en la penal acusado de abigeato y le dijo:

-El abogado me cobra $20,000 pesos, y tenemos todos los documentos y las pruebas pero yo no tengo dinero para pagarlos. Mi papá le dijo tráeme esto, tráeme lo otro, tráeme aquello. Cuando regreso el señor mi papá saco una máquina Olivetti de las primeras que salieron al mercado, él tenía una rapidez admirable para manejar la máquina y le preguntó varios datos que escribió en su máquina y después le pidió los documentos y le dijo regresa en tanto tiempo. Para no hacértela larga, lo saco de la cárcel y me decía la señora no teníamos más que eso y mi marido le regalo una sandía a mi papá. Yo le dije a la señora que bueno, tenga la plena seguridad de que mi padre Dios le multiplicara las sandías. De esos casos mi padre tuvo muchos.


En otra ocasión cuando estaba en la inspección de agricultura y ganadería llegó un señor, y le dijo:

-Tengo una vaquita, que recien pario su primer becerro y se metió a la propiedad de la señorita Toña Macias, allá en la hacienda del Hepazote, y no me la quieren entregar ya le dije al vaquero y me dice que no, que dice la señorita que hizo daño. Que se comió el maíz, que ya estaba grande la mata. Le dije que yo le pago pero que me deje mis animales es lo único que tengo, tengo una niña chiquita que se está alimentando con leche y otras mas y no tenemos con que alimentar a la familia Entonces le ofició mi papa y dijo que no la entregaba. Fue de nuevo el señor y volvió a decir que no la entregaba. Entonces mi papa le notificó que si no entregaba ese animal el procedía por la vía penal, que le entregara la vaca al señor y que el estaba dispuesto a pagar doscientos pesos de los daños. Pagó el señor y le entregaron la vaca pero se enojó la señorita y no le hablaba a mi papá. Imagínate era la señorita Antonia Macías. Pero mi papá aplicó la ley. Era la ley. Sin embargo, al pasar de los años llega Don Protacio papá de Beto Macias con un montón de papeles preguntando por Don José pero. Estaba mi papá escribiendo y me dijo pásalo, ya pasó. Mandó reimprimir unos programas de las fiestas cuando mi papá estaba en la presidencia municipal y ella era directora de una escuela por ese motivo era la reconciliación que pedía la señorita. Mi papá no era problemático pero sí aplicó la ley y como con la señorita Toña con muchos señores de por allá personalidades. Tenía que hacerlo y lo hizo tenía que hacerlo. Era la Ley. Era muy complicado tener un cargo, eran lugares un poquito complicados. Defendiendo los derechos de la gente.

En Potreros había unos señores llamados Pedro y Juanito apellidados Villegas. Juanito fue a darme el pésame a la tienda y dijo:
-Mire señorita yo les digo en mi casa yo a don José si le lloro como mi padre había perdido yo todo mi capital con un hato de ganado que llevaba a monterrey a vender y se detuvo en Huejucar y lo vio un señorón yerno del general López y entonces le dijo:

-Yo te lo compro todo Juan, déjamelo pero no tengo ahorita dinero te pago después.

De buena gana se lo deja así nomás no pide un documento, ni siquiera un vale. Si tu no eres tonto porque consentiste. Y pasaba el tiempo y no le pagaba y fue a decirle que si le ayudaba. Lo pasó y lo sentó junto al escritorio, a ver le dijo, me vas a dar datos. Ya le hizo un carta y le pidió que se la firmara y a la carrera le pagó. Eran en aquel entonces veinte mil pesos. Mi papá le entregó su dinero y le pidió que no volviera hacer eso, que si no tenían dinero y el quería dejar su ganado que hiciera un pagaré, que hiciera las cosas como debía, pero que no volviera ha hacer eso.

Otoniel Navarro quiso incautarse un pozo de agua público de donde se surtía la gente de aquellos rumbos del otro lado del río, de allá de Tochopa, y donde algunos aguadores llevaban agua para vender, él quiso incautárselo y mi papa no se lo permitió, aplicó la ley y defendió a la gente. Mi papá era responsable de agricultura y ganadería. Imagínate la mala voluntad que le tomo Otoniel a mi papá. Al poco tiempo Otoniel tuvo un problema grande en la Calera, cerca de su rancho. Entonces fue don Eliseo con mi papá para que les ayudara y mi papá los saco adelante.

A mi padre lo lloró mucho la gente, por las buenas obras que hizo. En una ocasión lo mandaron matar, porque el también tenía su negocio y estaba en el ministerio público y solicitó que las tardes de jueves y domingos, se instituyeran de descanso obligatorio, a través de una ley. Le aprobaron la solicitud y se enojaron los otros comerciantes y el matón que contrataron ya lo llevaba para la Alameda, y supo mi compadre Carlos de León y fue por él y se lo trajo, y le dijo:

-No usted no va para allá, con ese bribón.

En nuestra casa de Morelos había una puerta de madera de mezquite, y una noche le dispararon porque allí dormía el. La bala se quedo en la puerta. Muchos de los empleados llegaban a las cinco de la mañana y se regresaban ya en la noche. Mi papá luchaba por el bien de la gente, les ayudaba mucho.

Mi papá caminaba con tranquilidad con la vida y siempre nos enseño que los problemas más grandes se los dejáramos a Dios, porque las cosas dejadas a Dios eran buenas. Él nos va llevando por donde el quiere. Mi papá padecía de diabetes, pero no murió de ella. Sino que hubo una epidemia en Colotlán, ya vez lo extremoso del clima, no había una familia sin enfermo, y mi papá murió de una bronconeumonía el 22 de febrero de 1972.








Malaco Moreno

Tuesday, January 5, 2010

Relatos










El diluvio de Colotlán, en diciembre de 1924, duro 40 días, creció muchísimo el rio y se llevó las primeras manzanas del pueblo, construidas donde estaba el centro de salud; eran casas coloniales muy buenas. El río debilito los cimientos de de las casa y cargo con ellas, con los muebles y los animales. Estaba la familia de mi mamá allí, y tambien mi tío Ángel. La camara fotografica de don Nacho Nuñez dio constancia del fenomeno, el era fotógrafo, muy bueno y conocido, con una habilidad tremenda para caminar y siempre con su cámara al hombro. Era muy estimado. Fueron ellos junto con Pepe Olague, tío de la esposa del Dr. Leyva, quienes pasaron unas cuerdas hacia el otro lado del rio, para poner un puente colgante, porque la gente del otro lado tenía hambre, se quedaron sin vitualla allá. A mi tío Rodolfo se le dislocaba un brazo del hombro, por un accidente con un caballo y a medio río le falló el brazo y se tuvo que regresar. Entraron después Nacho y Pepe Olague y completaron la tarea, llegaron hasta el vado. Pusieron un carrillo de metal y colgaron un cajón, como una especie de funicular, y de esa forma lograron pasar los alimentos. De una de las fincas salió una olla de monedas y el agua cargó con ellas.


Malaco Moreno
Decía mi abuelo que don Herminio Sánchez era un hombre muy hombre, muy viril, de mucha categoría moral. De mucha hombría. Yo lo admiró por todo lo que mi padre nos platicaba de él.

Relatos



Cuando Victoriano fue presidente mandó por su hermana, la maestra Marianita Huerta, pertenencia a las familias respetables, gente sencilla y mis abuelitos la recibieron en Zacatecas, y allí se hospedo con ellos, en lo que llegaba el día que tenia que seguir a México. Mi abuelita Ina nos platicaba que ellos la llevaron al tren y que la despidieron con salvas, honores militares. Una colotlense, sencilla en su forma de ser, fue maestra de la maestra de María Robles. Mamá de Chela Robles viuda de Ortega. Se fue ella para México. Colotlán fue políticamente abandonado, porque allí nació don Victoriano Huerta, pero esa es una política chueca, por que don Victoriano fue un hombre de talla completa, firme, lo que pasa es que no se presto a los intereses norteamericanos. El le dijo NO al ministro Henri Wilson. México tenía petróleo y ferrocarriles. Francisco I. Madero era un júnior con cabeza hueca, pertenecía a una familia cargada de pesos, tradición y abolengo de Parras, Coahuila. Porfirio Díaz no quiso derramamiento de sangre y se fue. El embajador le pedía muchas concesiones a Huerta, y Huerta les contesto:

-Ráyele la madre, yo no vendo mi patria por un plato de lentejas.
Huerta no se presto a las demandas de los gringos y por ello tiene la imagen de chacal.
Malaco

Sunday, January 3, 2010

Las pastorelas












Una de las tradiciones más bonitas y añejas de Colotlán esta en proceso de olvidarse: las pastorelas, las que todavía hace un par de décadas aún se realizaban por distintos barrios de la ciudad, y en donde destacaban entre otros los grupos de los hermanos Cortez y el de don Isidro Arceo. Aun cuando se desconoce la fecha exacta en que se presento la primera pastorela en nuestro pueblo, sus orígenes bien pueden remitirse a la época de la colonia, cuando los franciscanos que cristianizaron a los distintos grupos indígenas asentados en el poblado y atendieron las necesidades espirituales de los españoles aprovecharon la tradición teatral de la culturas prehispánicas para difundir el cristianismo. Las diferentes pastorelas representadas en nuestra comunidad, se apegan a las versiones tradicionales difundidas en todo nuestro país, a saber los derroteros que enfrentan un grupo de pastores para llegar a adorar al Niño Jesús que nace en Belén. Trayecto en el que pelean con Lucifer y los diablos que representan los siete pecados capitales, quienes a toda costa buscan hacerlos desistir de su propósito, sembrando su camino de tentaciones y obstáculos.

Historia en la que finalmente aparece el Arcángel San Miguel para vencer las fuerzas del mal tras de una larga contienda y demostrar como el bien siempre vence sobre el mal. En Colotlán estas representaciones tuvieron un enorme impacto entre el pueblo, que las esperaba con gusto cada año y disfrutaba pacientemente de sus prolongadas escenificaciones. Los lugares favoritos fueron la plaza, los barrios y los atrios de las iglesias, llegando a construir foros especiales para ellas, como es el caso de San Lorenzo.
En las pastorelas de la región son representados fundamentalmente: los pastores Bato, Brasy y Gila, entre otros; los demonios, Lucifer, San Miguel, José, María, el Niño Jesús y un ermitaño, así como un huichol. A éstos se les han agregado una serie de cantos y música tradicionales que le dan un sello particular a las pastorelas de nuestra región, sin olvidar las danzas y otras manifestaciones populares. En ellas, hay cantos, caminatas, diálogos entre diablos y pastores, la lucha entre San Miguel y Lucifer, la adoración de los pastores, el ofrecimiento de regalos y la despedida.
Cabe señalar que la trama de muchas pastorelas ha ido pasando de generación en generación a través de la tradición oral, tal es el probablemente el caso de las pastorelas representadas aquí y donde solo recientemente han sido capturados los diálogos en libretas escolares.

Una de las pastorelas más vistosas y mejor organizadas era la que preparaba Don Isidro Arceo, reconocido comerciante colotlense, que en la esquina de la terminal, durante décadas vendió deliciosos tacos de bistec, carnaza, costilla y sesos.


Don Isidro fue siempre un enamorado de las tradiciones populares de Colotlán, para festejar las fiestas de papaques, se preparaba con un año de anticipación para juntar las cáscaras de huevo para los cascarones rellenos. Más de cuatrocientos cascarones pintados de colores y rellenos de harina y pinole, eran confeccionados por los miembros de su familia para el festejo, los huevos eran una de las armas más solicitadas y peligrosas del enfrentamiento. Hasta dos costales de pinole y muchas colaciones, encargaba don Isidro para ese día tan especial y las invitaciones a amigos y familiares se hacían llegar con mucho tiempo, para que nadie faltase. Pues era necesario juntar un gran contingente de conocidos que ayudaran a defender su partido. La bandera de la familia se colocaba en el sitio más inexpugnable de la casa, para evitar que fuera tomado por los contrincantes con demasiada facilidad.

Los papaques se celebraban en Colotlàn todos los años, desde el día de la Candelaria hasta un día antes del miércoles de ceniza, y los cuales poco a poco se ha dejado de festejar. En la actualidad existen muchas personas que aún recuerdan la tradición, sin embargo es muy raro que la celebren..

El 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, era una fecha de crucial importancia para la realización de los papaques, de acuerdo con la tradición, lo que en ese día se pedía prestado ya no se regresaba. Si una persona o familia tenía interés en organizar un papaque, le organizaban una broma a una persona o familia que más o menos creía que tenía solvencia económica para hacer os gastos de dicha fiesta. Ese día le hacían una visita y le pedían una prenda prestada (un chal, una sevillana, un rebozo etc.) y al cabo de unos días regresaban y le decían:

-Blanca palomita que te dejaste engañar. Se reían de la broma y concertaban el compromiso de organizar el papaque entre las dos familias, siendo la casa del engañado el lugar donde se haría la fiesta. Cada familia invitaba a sus amistades y familiares para ayudarse en los gastos y quehaceres del papaque.

La persona que habìa realizado la broma debía preparar una cunita, bien arreglada, donde se colocaba al niño Jesús y la prenda prestada para devolverla a su dueño, el 2 de febrero día de la Candelaria, día del festejo del papaque. Ese día con todos sus invitados y la música de cuerda entonando los cantos especiales para un papaque se dirigen al oscurecer a la casa donde tendrá lugar el festejo, sitio en el que los dueños de la casa ya les esperan también con música y les reciben con gran alegría y cordialidad. Se realizaba la entrega de la cunita cantando los siguientes versos:

Este patio esta medido
con cien varas de listón
en cada esquina una rosa
y en medio mi corazón

Han llegado las señoras
Muy cargadas de razones
Juntando su pinolito
Y quebrando cascarones

Ya con esta me despido
Por las cumbres de un mezquite
Si no tienen colaciones
Tirenme con el esquite

Ya con esta me despido
por las cumbres de una azotea
si no tienen pinolito
Tirenme con la batea


Ya con esta me despido
por las barbas de un rebozo
miren no se vayan riendo
que al cabo el pinole esta rasposo


Me han dejado como un burro
Pero llegando a mi casa
Me hago el pelo
Y me rasuro.

El miércoles de ceniza
Tambièn vienen muy decente
Mandando que oigamos misa
Y que nos marquen la frente
Todos estos versos los canta una persona y luego se repite en coro por todos los presentes.

Ya estando ahí los dos equipos se organizan juegos como las calabazas, las ollitas, la escoba, los listones etc.

Las ollitas. Se mandaban hacer muchas ollitas y se ponían en quiliguas. Es un juego en el que participaban todos los muchachos y muchachas, se hacia un círculo grande y cada hombre debía buscar una pareja y los muchachos compraban las ollitas y se las aventaban a las muchachas y se las seguían pasando hasta que se les rompían y así continuaba hasta que se acababan todas las ollitas. Durante los juegos los músicos tocaban y después se iniciaba el baile obligatoriamente con “La escoba”. Tocaba la música y comenzaban a bailar y un hombre que no tenia pareja pues traía la escoba y se la cambiaba a otro por su pareja y este hacía a su vez lo mismo.

Don Isidro con el mismo fervor con que se abocaba a preparar los festejos de los papaques o la llevada de la virgen también emprendió la organización de las pastorelas. Amigos, hermanos, hijos sobrinos y conocidos no se escapaban de su contagioso entusiasmo. Durante todas las tardes dos o tres meses antes de la realización de la pastorela se daban cita todos los integrantes de la misma, en la casa de don Isidro, o de otro participante para ensayar la obra. Don Isidro jamás necesito del apuntador, era el único que nunca se equivocaba con su guión, más de 10 cuartillas aprendidas de corazón, el incluso ayudaba a los otros cuando olvidaban alguna parte de su papel, porque se sabía de pe a pa, toda la pastorela y ayudaba a todos a recordar sus partes.

En la siguiente entrevista Benito Sánchez nos remonta a vivir de nueva cuenta esta tradición.

La pastorela empezaba como a las ocho de la noche y la gente aguantaba hasta que se acababa, a veces hasta después de la una de la mañana. De las ocho hasta la una ¿imagínate? Las pastorelas son cansadas y costosas pero son muy bonitas. Hace muchos años que aquí no hacen una en forma, a veces presentan alguna aquí en la plaza pero las hacen muy cortitas, muy ligeras. Las pastorelas tradicionales son muy largas, simplemente con los puros cantos y las diferentes fases que llevan.

En una pastorela es mucho lo que se habla y lo que se canta…y luego las caminatas, porque van los pastores caminando y cantando. Sobre el tapanco van dando vueltas, así como los danzantes dan vueltas. En aquel entonces no había cámaras de video, quizás comenzaron a haber ya en las últimas presentaciones que tuvimos. Yo recuerdo que alguien grabo alguna vez, pero he preguntado y nadie me ha dado razón, por lo que no hay testimonio de aquellas pastorelas.

Cuando Adolfo Martínez fue presidente en 1998, le propusimos que nos ayudara con los gastos para la representación de la pastorela, y al principio dijo que si, que nos ayudaba con la pólvora, la mitad de los trajes y las mascaras, pero ya cuando supo cuanto costaba ya no quiso y nosotros solos no pudimos hacerla, así que no hubo pastorela. La última vez que nos presentamos debió de haber sido unos tres años antes de esa fecha. Las mascaras de las pastorelas eran muy llamativas hechas de madera.

Mi papá también era aficionado a las pastorelas, el representaba al ermitaño y se arreglaba su disfraz muy bien, para confeccionarse lo que era la barba, la ceja y el bigote de la mascara, los hacia de cerdas de vaca y buscaba vacas que tuvieran ya el color de las canas viejas, negras amarillentas para fabricárselas. Hasta eso le buscaba bien el color para dar el aspecto de desaliño del ermitaño, metido en las montañas y que nunca se baña ni nada, y que nomás se la pasa orando por decirlo así, llevaba además un chaquetón hasta el suelo.

Lucifer iba siempre de negro y la mascara con capas de papel de colores amarillos y rojos. Los diablos de los siete pecados también de negro y con mascaras, nada mas, cada una diferente porque cada quien la hacia a su gusto, Mi papá conseguía el colorín, lo mandaba pedir y también los pedazos de madera del tamaño de una mascara, los trazaban y lo partían por mitad y yo les ayudaba a hacerlas, cada quien las tallaban a su gusto y les daban la forma que quería. Algunos le ponían cuernos chicos de vaca algunos grandes. Otros les ponían cuernos de chivo, y así cada quien lo que cada uno buscara.


Cuando le he preguntado a mi papá si participaría en otra pastorela, me dice que no, que ya se cansa mucho, porque es mucho rato, muchas horas de pie, caminando y cantando, pero de acordarse si se acuerda de todo, una repasada y listo. El antes decía que lo de la pastorela lo hacia por desquitarse de mi abuelito. Jajajajaja. El ermitaño cargaba un crucifijo, que le llegaba del pescuezo hasta el suelo; una cruz en una mano y en la otra un látigo, que utilizaba para golpear al diablo cada vez que este se volteaba en los momentos que el diablo camina y habla en una especie de soliloquio. Eso era lo que le gustaba a mi papá darle sus chingazos a mi abuelito Isidro que llevaba siempre el papel del diablo.

Decía mi papá: -No, ahí le meto sus chingazos y no tiene que decir nada, se tiene que aguantar.

Si querían hacer la presentación por decirlo así, algo especial, el que lo hacia era mi tio Víctor. Salía primero el Ermitaño, y luego los pastores y ya después salia el Diablo hablando con el Ermitaño y todos los pastores con todos los diablos, las caminatas y ya después de que el Angel vence al Diablo todavía tiene que hacer ofrecimiento todos los pastores cada uno al niño Jesús., y es mucho y es largo!!!

Mi abuelito era el que sabia toda la obra, en los ensayos si algo se le olvidaba a alguien y se atoraba, él le decía lo que seguía, todos los papeles se los sabia. Lo ensayos los haciamos en la casa donde ahora vive Don Pancho Lozano, por la calle Guerrero entre Cinco de Mayo y Josefa Ortiz, justo a mitad. Allí se ensayaba porque era un patio muy grande. La Dueña se llama Natividad, la hija de ella Rosa, era la que la hacia de Gila.


El que siempre estuvo en todas también fue Guadalupe Espinoza, que vive por la calle Paseo, enseguida de con Román Sánchez. El era uno de los pastores.
Mi tío Juan también siempre fue el huichol, y uno de los Ibáñez era uno de los diablos, y ya los demàs si cambiaban unos u otros porque no estaban y ya se metian otros. Mi papá era el ermitaño siempre, ellos se lo sabian de memoria no mas que decian que lo hiban ha hacer y ellos una semana repasando y ellos se acordaban de todo., asi fueran dos tres años y ellos se acordaban. Los que entraban nuevos eran los que tenian que aprenderse todo el papel. Mucha gente asistía a las pastorelas. Para la escenificación se ponía un tapanco de madera y se colocaban más focos, para tener mejor iluminación. En la capilla de arriba de plano se construyo uno de material para las representaciones. En aquel entonces no había micrófonos, así que se tenía que hacer a pura voz. La primera vez que se usaron micrófonos fue acá en san Lorenzo. En esa ocasión le gusto mucho a la gente, porque además todos los actores y se sabían muy bien su papel de memoria y no batallaban nada.


Una vez fuimos a ver una pastorela en el Epazote y no, no era igual. A muchos al estarla actuando se les olvidaba y el apuntador se oía cuando les decia y a cada rato se equivocaban y en cosas si era lo mismo y en cosas era diferente de la de nosotros; le cambiaban o le omitian partes.

Mi tío Juan tiene su propio traje de huichol, como él era quien representaba el huichol en la pastorela, se lo mando a hacer, bien bordado: calzón, camisa y sombrero. También se compró el arco y las flechas. El ajuar le costo caro, sobre todo porque el traje lo mando hacer bordado con puro punto de cruz.


No se de donde vendría la tradición de las pastorelas, pero tienen mucho lenguaje español antiguo. Por lo menos la que se hace para la Santa Cruz, esa sí tiene un lenguaje poco usual y desde luego era el más difícil para aprenderse, muchas palabras las oye uno y se pregunta:

-¿Esto que querrá decir? ¿Qué será?

Y han de tener el mismo significado de muchas de las que sabemos y hablamos hoy, pero eran dichas antes de otra manera y para aprendérselas y decirlas de corrido, en un dialogo largo, naturalmente que se traba uno. De los papeles que me tocaban a mi no tenían mucho dialogo, unas dos hojas y ya. Los más cortos de todos son los diablos, de ahí vienen los de los pastores, los que van cantando son los que hablan más. Son 19 personajes en esa pastorela, Luzbel y el Ermitaño, son los que participan más.

La fiesta de la Santa Cruz era el día 3 de Mayo, fecha que en que la festejaban aquí en el Barrio del Cerrito. Se bajaba la Santa Cruz que esta acá arriba en el cerro del mismo nombre, a una casa que esta por la calle Guerrero, antes de llegar a la escuela, y se le hacia la fiesta y otro día la volvían a subir a su lugar allá arriba. Esa tradición ya no la siguen, debido a que muchos de los que estaban a cargo del festejo de la Cruz, ya no querían ayudar. Siempre es trabajo eso de andar buscando la gente, haber quien les ayuda a hacer cosas y a veces la gente no ayuda. Mi abuelito era siempre el que decía que si se hacia y ya empezaba a decirles a todos y si todos estaban de acuerdo se hacia y se empezaban a ensayar otra vez, pero alguno que no pudiera se buscaba sustituto. Primero se veía que se juntara la gente de nuevo y bueno sin recibir ningún sueldo al contrario ellos ponían su vestimenta, hacían sus mascaras y destinaban tiempo a ir a ensayar. A todos les gustaba eso, y era lo que más costaba, que se juntaran todos de nuevo. Unos hijos de Pascual Rubalcaba: Manuel y Javier ellos también formaron parte del grupo, varios de ellos fueron de los diablos, por lo menos quienes más veces salieron de diablos. Una vez mi hermano Humberto la hizo de Ángel, y otra vez un muchacho llamado Miguel, que trabaja en la prepa y vende revistas en una moto. Él también fue una vez el Ángel, su familia vivió muchos años enfrente de la casa de mi papá.





Recientemente la destacada investigadora colotlense Verónica Quintanilla Álvarez ha puesto en escena, en esta temporada decembrina, una pastorela escolar, con gran éxito, por lo que la felicitamos por ese tesón en defender nuestras valiosas tradiciones populares. Y no olvidamos tampoco la representación que realizara hace algunos años el taller de la preparatoria de Colotlán, con el apoyo de Cunorte y otras instituciones culturales del municipio y sobre todo con el invaluable apoyo de la gente de la comunidad de Huacasco, entre ellos don Martín y don Juan Márquez, que auxiliaron desinteresadamente al grupo de teatro y apoyaron con talento artístico dicha presentación. Cubriendo sus gastos de alimentos y gasolinas durante el largo tiempo de los ensayos, además del tiempo destinado a dicha empresa, con la única y valiosa recompensa de ver representada una vez más una pastorela. Para gente como don Juan y de don Martín, un fraterno abrazo de agradecimiento y admiración, porque gente como ellos hacen vivir nuestras tradiciones.

Los mexicanos de este lado.

Los mexicanos que vivimos de este otro lado, podemos decir que no somos desafortunados del todo, gozamos de los Thanksgivings tanto como el 12 de diciembre, día de la virgen de Guadalupe, festejamos el 4 de julio y el Halloween, tanto como las posaditas, el nacimiento del niño Dios, los santos reyes y las principales fechas cívicas mexicanas, el 5 de mayo y el 16 de septiembre. Y tenemos suerte de festejar no solo al estilo en que fuimos enseñados en nuestros pueblos, sino también al estilo de otros mexicanos de otros lugares de México. Podemos comparar entre las enchiladas potosinas, las mineras y las orgullosamente jaliscienses. Así como degustar de birrias, gorditas, burritos, barbacoas, chiles en nogada, camarones preparados al más puro estilo nayarita en piña, a la diabla, en coctel y decenas de formas más. Acudimos a los restaurantes mexicanos simplemente para confirmarnos que esa es comida para gringos, con sabores y mezclas creados para los que no saben, ni entienden de comida mexicana. Pero en las reuniones con los amigos, compadres y conocidos descubrimos esa gran riqueza gastronomica que cada uno de nosotros traemos con nosotros a este nuestro exilio. Y nos deleitamos en estos convites, añorando el verdadero sabor de la comida mexicana, que solo sabe realmente como es o como recordamos que es, sobre nuestra tierra matria. Pero a estas reuniones no solo venimos a comer, sino también para rememorar colectivamente todo lo que dejamos atrás y lo que construimos aquí. Para narrar nuestras propias historias de cruces, brincos, romance, trabajos, experiencias y tradiciones. Rezamos a la virgen y nos deleitamos con el mariachi, rompemos piñatas y paseamos peregrinos, arrullamos al niño y nos desvelamos a la mesa de nuestras historias, mientras nuestros hijos corretean discurriendo solo en ingles.

No dejamos de preocuparnos ante la tremenda crisis económica que nos afecta sobre todo a las minorías, nosotros los latinos solo poquito después de los morenos. Que nos hemos venido quedando sin empleo o con pocas horas en los últimos dos años. Y vemos aun con esperanza el día que vendrá la reforma migratoria, que nos sacara de la oscuridad ominosa de la ilegalidad, que cada día estrecha mayormente sus tentáculos por sobre la fragilidad de nuestras vidas, sin seguridad medica, sin existencia legal, acceso negado a nuestros hijos a educación superior, sin la posibilidad de una licencia de conducir, de crear un patrimonio, de comprar mas barato en las tiendas, como los gringos con los descuentos de temporada. Vemos como el presidente de la esperanza gringa y el mundo: Obama, queda atrapado entre las marrullerías de los capitalistas, que aprovechan los estímulos económicos para retacarse las faltriqueras de cueros de rana; como con todo y el Nobel de la paz, Obama no puede desembarazarse de una guerra tan irracional como cualquier otra, y que sin embargo el presidente intenta infructuosamente cuadrar en el discurso de lo políticamente correcto y necesario. Obama es ante todo un hombre bueno, con buenas intenciones, metido en un corral de leones y por más que lo queramos, no hay muchas posibilidades de que salga bien librado, con todo y su victoria en la batalla de la salud, que nos ha dejado a más de doce millones de seres humanos, completamente afuera. Pero seguimos soñando que brillara la justicia, para los que trabajamos en el ultimo peldaño de la escala social y vaya que trabajamos y sudamos cada penny que nos pagan.



Para muchos de nosotros los migrantes, nuestra familia se construye con los amigos, aquellos con los que generamos lazos de amistad tan fuertes y sólidos, que desembocan necesariamente en compadrazgos. Angélica y Pedro y Raquel y Enrique, son esa clase de compadres, unidos en la nostalgia de los buenos recuerdos del bajío mexicano. Todos ellos guanajuatenses, han profundizado su relación en los Estados Unidos, y nos han hecho huéspedes a muchos más de sus generosas buenas voluntades, con ellos hemos venido a reencontrarnos con las tradiciones mexicanas y a disfrutar de la riqueza de nuestra comida, nuestros relatos y los muy buenos ratos de conversación y sobremesa que crecen a la sombra de una deliciosa taza de café, de donde surgen muchos de los relatos e historias que continuación relato.


Los que no llegaron a la raya.

No soy supersticioso ni mucho menos, pero hay muchas cosas que no me explico y prefiero no pensar demasiado en ellas, por ejemplo de vez en vez, cuando estoy casi por despertarme, en ese momento en el que tengo plena lucidez mental, pero en cierta forma continuo dormido (creo que esa experiencia que les ha pasado a muchos alguna vez en su vida) he sentido un algo encima de mi cuerpo (una especie de bulto o presencia) que no me permite levantarme, y pese a que me siento ya completamente despierto no me deja moverme y pienso:

-Otra vez este pinche bulto.

Y bueno muchas veces comienzo a tratar de moverme o por lo menos hablar, cosa que tampoco me deja, pero mi forcejeo finalmente despierta a mi esposa, que me da un empujón y se rompe el acecho. Otras veces hago como dijera mi abuelita y que siempre resulta exitoso:

-Rezarles o de plano miéntales la madre.

A mi esposa siempre le he contado de esas molestas presencias, así que ella ya sabe que en cuento comienzo a manifestar inquietud en mi sueño, se hace necesario un empujoncito para romper el cerco de la “presencia” que me tiene sujeto con su cuerpo. Ella misma dice que sola en una ocasión, cuando vivíamos en otro departamento, ha sentido esa desagradable sensación, pero en su caso digamos que no solo se trato una paralización ella dice, que ella sintió la cercanía de la presencia, sintió su respiración en su cara y como intentaba besarla, pero logró ladear su cara y evitar el intento. Después sentía como trataba de hacerla caer hacia el suelo, en donde la presencia se encontraba, ella logró escapar y corrió asustada hasta la otra habitación donde dormía yo y me despertó apretándose asustada contra mí.

Pero bueno en realidad lo que deseaba platicarles fue una de las primeras veces que cruce la frontera para venir a los Estados Unidos, ya estaba casado, y mi esposa se quedo allá con mi madre en México. Éramos un grupo de 17 y cruzamos por el desierto de Arizona y después de mucho caminar bajo el sol ardiente, sin comer y casi sin tomar agua, el sol estaba ocultándose en el horizonte y entonces se me acerco en pleno desierto un niño de unos seis años de edad, sucio, de ojos llorosos y ropas rasgadas, me pidió ayuda y pensé que se había extraviado de algún otro grupo que había pasado por allí antes que nosotros. La verdad la caravana viajaba muy rápido y estaba muy cansado, para preguntarle mucho, así que le agarre por la mano y lo lleve jalando durante toda la noche, el niño a veces lloraba o me pedía ayuda y yo simplemente no le soltaba la mano y casi materialmente lo arrastraba conmigo. Casi en la madrugada, finalmente llegamos hasta el punto en que el coyote nos hizo detenernos y nos permitió acurrucarnos para dormir y descansar unas horas. Me acuerdo que abrace al niño entre mis brazos para cobijarle con el calor de mi cuerpo y así me quede dormido. Cuando me despertaron para reanudar la marcha, me desperté solo y comencé a preguntar por el niño, nadie lo había visto, algunos pensaron que el cansancio y el calor me habían provocado alucinaciones, no es verdad, realmente ese niño viajo conmigo. Uno de los miles de seres humanos que han perdido la vida en ese desierto y que desesperados aun buscan la forma de llegar a su destino.

Celia es una especie de adivinadora, de esas que leen las cartas y predicen el futuro de las personas, yo la conozco y se que las más de las veces solo dice sinsentidos o lo que la gente quiere escuchar, pero también me consta que cuando quiere o los asuntos son realmente trascendentes, ella hace uso en verdad de sus poderes adivinatorios. En una ocasión me toco acompañar a un señor de mi rancho vino a visitarla. Uno de sus hijos se había venido para los Estados Unidos muchos años atrás y jamás se había vuelto a saber nada de él. Cada año para la fecha del cumpleaños del hijo, su esposa, se sumía en una penosa depresión por el recuerdo de él, que hacía sufrir lo indecible al señor y a toda la familia. Habían intentado por todos lo medios encontrarle: vivo o muerto, pero todo había resultado infructuoso, de tal forma que en su desesperación habían llegado al punto de consultar a cuanto brujo o adivinador encontraban en su camino. Esa tarde toco el turno de ventilar el asunto a mi amiga. Celia miro directamente a los ojos al anciano y encontró en ellos la profunda desesperación y cansancio del sencillo campesino y le dijo:

-¿En verdad quiere escuchar la verdad? ¿Esta preparado para oír algo poco agradable?

Al campesino se le arrasaron sus ojos de lágrimas y no pudo emitir un solo sonido, pero su cabeza asintió con gran pesadez.

Celia guardo silencio por largos instantes, sopesando la angustiosa situación y finalmente comenzó a hablar con extrema suavidad, procurando quitarle todo filo al sonido de su voz:

-Su hijo no alcanzo a llegar a este lado, murió en el desierto, su cuerpo quedo boca abajo y probablemente debido al viento esta sepultado entre la arena y debajo de muchos matorrales y plantas. Probablemente es por eso que aún no le han encontrado. Era un joven de unos veinte años, moreno, delgado, ojos grandes y bigote ralo. Tiene una mancha o lunar en el hombre izquierdo. Su espíritu aún no encuentra reposo, deberá mandarle decir unas misas, pero no debe aún decírselo a su esposa, ella aún no esta lista para aceptarlo así que deberá prepararla, pero entretanto puede decirle que las misas son para poder encontrarlo.

El anciano se fue hundiendo poco a poco en la silla, a medida que ella hablaba y finalmente acerco ambas manos a su rostro, llorando inconsolable por interminables minutos. Yo también llore y Celia, con nosotros.


Como esa hay muchas historias para las cuales uno a veces no tiene explicaciones y desde luego que tampoco me gusta tratar de encontrárselas, pero que suceden.



Reemberto Valdez Ortega,


Mi papá fue diputado federal se llamaba Prisciliano Valdez y era de Totatiche, y el era Cardenista, apoyó la escuela socialista y por eso decían que era comunista. Nosotros nos avecindamos en Colotlán, que fue donde vivimos nuestra infancia. Mi hermano Antonio y yo estudiamos la primaria en el edificio que fue el curato, donde hoy esta el mercado, la escuela de niñas estaba donde fue el seminario y hoy es parte de la Universidad sobre la calle Hidalgo. Recuerdo que la primera vez que me llevaron a la escuela entre de la mano de mi hermano Antonio, tenía seis años y lloré. Mi padre tenía varia propiedades, un rancho en Cartagena, dos casas en Colotlán y una casa en Totatiche. En julio de 1937 mi papá salió de la casa de Colotlán muy temprano y a caballo se fue a Totatiche, asistió por la tarde a un rosario y cuando salió de allí, Vicente Valdez Castañeda lo mató a mansalva y nos dejo huérfanos. Cuando estuve grande regresé a Totatiche y toque a su casa, salió su señora y le dije quien era y que estaba buscando a su marido para preguntarle porque había matado a mi padre: -En cuanto el sujeto me vio, se asustó tanto que se tiro de rodillas llorando y me pidió perdón, eso fue más de lo que pude soportar, yo no iba a matarlo. Todavía me pregunto: -¿Qué pudo haberle hecho mi padre para que lo matará? Mi papá era un hombre muy entero, durante el periodo de Calles, el representó el gobierno y lo acusaban de comunista. Mi papá tenía fama de ser hombre acomodado y de tener muy buenos caballos, por eso durante la revolución un día llegó un oficial del ejército a la casa, y como mi papá andaba en las faenas del rancho le dijo a mi madre que venía a recoger una yegua zaina de muy buena alzada que tenía mi papá, que le avisara por favor que al día siguiente a las doce del día iba a pasar por ella, que se la tuvieran ensillada. En esa época los del ejército, como los rebeldes se apoderaban de lo que les gustaba, sin ningún miramiento. En cuanto llegó a casa mi papá le informaron de lo sucedido y no más dijo: -Esta bien.

Mi papá como mucha gente de rancho acostumbrada al manejo de las armas, era conocido por tener una puntería envidiable, a 400 o 500 metros no erraba tiro. La casa de mi padre estaba en el primer cuadro de la ciudad, en el mero centro de la plaza y desde el campanario de la iglesia se denominaba perfectamente parte de la casa y las salidas a la calle. Al día siguiente, como todas las mañanas se levantó mi padre antes de despuntar el día, ensillo la yegua, tal y como le habían indicado y después hizo sus actividades normales. A las doce del día que llegó el oficial y toco a la puerta de la casa, salió mi madre y le dio el siguiente mensaje:

-Mi marido recibió su mensaje y me dio el siguiente para usted. –La yegua se encuentra en el corral ensillada tal y como usted lo pidió y puede usted pasar por ella, en cuanto usted guste, pero me dijo también que le dijera que esta allá arriba trepado en la torre de la iglesia, ella cerró la puerta y el oficial pudo mirar a mi padre apuntándole con su rifle desde las alturas, y con su sombrero le mando un saludo. El oficial montó su caballo y a galope se retiró buscando protección entre las casas. Nunca más regreso por la yegua.

EL RESCATE DE LA PALABRA

UN PRETEXTO PARA LA ELABORACION
DE NORTES Y DECIRES
El lenguaje es una herencia milenaria de las sociedades. Su importancia radica en la necesidad que tiene el hombre para comunicarse con los demás y establecer vínculos de mutua satisfacción. Con el descubrimiento de la imprenta la palabra escrita tuvo una expansión en el circuito de su existencia y en el océano de las sociedades, siendo capaz de conservar durante bastante tiempo la herencia social que nos significa el conocimiento.


No podemos imaginar que el lenguaje exista al margen de una colectividad, y que su práctica resulte instantánea como el café. Así, porque la palabra es propiedad indiscutible del hombre, por que es una creación colectiva y una necesidad, y porque la palabra escrita es el establecimiento de un vínculo que resulta un compromiso y una responsabilidad, por todo ello nació Nortes y Decires.

Nortes y Decires es un taller de reflexión, creación y comunicación en la Zona Norte. Es una elaboración genuina local, de corte humanista.


Nortes y Decires está en un proceso de experimentación y sensibilización, que da cuenta de la enorme necesidad que existe en la Zona Norte de que se construyan las bases para una comunicación libre y social, generadora de conocimientos y criterios, en la búsqueda de la identidad y la solución a los problemas, y esto implica un logro regional de amplio alcance, en la medida en que hacemos la cultura para nosotros.

Nortes y Decires significa aprender a usar la palabra y responsabilizarse de ella, en una expresión y contexto regional, en el establecimiento de espacios nuevos que intentan formar y desear lo mejor para la sociedad. Nuestro compromiso es únicamente con la palabra, sea su carga cual sea, histórica, política o poética.

Sabemos que la situación de nuestra Zona no es la mejor del Estado, pero consideramos que es la hora de implementar los mecanismos adecuados para la producción de una cultura independiente. El trabajo no es fácil y los resultados no se ven a simple vista, pero las nuevas generaciones aprenderán de lo logrado. El aprendizaje del lenguaje es tan difícil y extenso que hemos concedido más importancia a la palabra que a los detalles técnicos de los documentos, aunque el ordenador continúe sin soportar el código lingüístico de Nortes y Decires.

Esto es solamente una de las actividades paralelas que desarrollamos a una labor socialmente requerida, encaminándonos a la investigación y descubrimiento de nuestro pasado, nuestra identidad y nuestra cultura. La mayor riqueza la obtendremos produciendo… ¿Qué producimos?.... Comunicación e ideas. Con esto nos basta.


Nortes y Decires es el antecedente más remoto de Colotlanenllamas.
Por Villano.