Yo, priyista.
De alguna manera hemos llegado a convertirnos en abanderados del priismo, por lo menos esa es la idea que nuestro ESCRITOR DE ALTA ESCUELA tiene de este nuestro blog. El objetivo original no fue ese, aunque probablemente el resultado en cierta manera si. Intentare explicar el porque.
Colotlán en llamas nace como una necesidad de ampliar los canales de discusión social en una realidad en donde el gobierno como el avestruz esconde la cabeza debajo de la tierra, y pretende no saber y no escuchar las voces disidentes y discordantes de sus ciudadanos. Para ello nos propusimos integrar a nuestra población a discutir las problemáticas de nuestras comunidades a través de las diferentes experiencias y puntos de vista de los propios colotlenses. Como los autores y las fuentes de lo que aquí se ventila son múltiples quien firma es un tal: Colotlan Colectivo. Las decenas de testimonios aquí concentrados así lo confirman. Y lo queramos o no, todos los testimonios y opiniones de estos colotlenses nos hablan de la realidad del municipio de los últimos setenta u ochenta años y un poquito más allá. Y necesariamente se vinculan a la realidad económica, política y cultural que a cada personaje le toco vivir. En lo político esa experiencia se refiere a los sententa años de predominio del PRI y a los últimos veinte del pan.
Es difícil referirnos a la realidad política actual sin necesariamente hablar de sus antecedentes; es difícil reconstruir la experiencia de nuestras gentes de más cincuenta años, sin hablar necesariamente de un tiempo de hegemonía del PRI. Es complicado sopesar los logros del panismo actual, sin contrastarlos con los del PRI. Es complicado hablar de lo que hemos ganado con el pan, sin mencionar lo que también hemos perdido. Es imposible señalar otras opciones de desarrollo sin aquilatar nuestra experiencia histórica. En resumen no es sencillo hablar de política y dejar a un lado al PRI, simplemente porque los mismo panistas se han montado sobre el mismo caballo. No hay distinción entre lo que los gobierno de aquel partido hicieron, con lo que los de hoy hacen. Es la misma gata, nomás que revolcada.
Ese es precisamente nuestro gran reclamo. Los panistas no vinieron para hacer de nuestra comunidad, de nuestro estado y de nuestro país, un mejor lugar para vivir, tal y como lo habían prometido. Para ser honestos han construido un México muchas veces peor de lo que ya era. Los mexicanos jamás votamos a un Fox y a un Calderón para destrozar nuestro país, para venderlo en pedazos al mejor postor, para convertirnos en parias, cada día más miserables e ignorantes y violentos. Si alguna vez la gente voto por el Pan de Fox, fue precisamente para terminar con una cadena escandalosa de abusos que se había entronizado con el PRI, no para hacer una versión corregida y aumentada. Calderón ya ni siquiera necesito del voto de la gente, lo mismo que Ramírez Acuna y Emilio. Les basto con el apoyo de su predecesor, el IFE y de los dueños de México.
Y bueno se nos encasilla dentro de las filas del PRI, no por nuestra participación, adhesión, devoción o interés personal con esta institución, sino simplemente porque es la única caja suficientemente ancha para darle cabida a lo que no cabe en los estrechos parámetros del PAN, y la verdad en difícil adecuarse a parámetros tan cortos, egoístas, incultos, ventajosos, mochos y mediocres como los que se exhiben en este ultimo partido. Y lo peor es esa insaciable avaricia por medrar con los recursos del país, que ha dejado a los mexicanos con una mano por delante y otra por detrás. No es una novedad que los gobiernos del PAN han sido gobiernos de y para los empresarios, Fox lo dejo muy claro desde que asumió el poder. Es verdad que antes de Fox y Calderón, los priistas ya habían iniciado esa tendencia neoliberal cuyo objetivo era dejar un país en paños menores.
Miguel de la Madrid fue el primer presidente mexicano que sin pudor alguno acepto plegarse a la política neoliberal delineada por el Fondo Monetario Internacional (es decir los intereses de los Estados Unidos de America) y cuyo objetivo último era mantenernos sometidos para disponer de nuestros recursos naturales a su libre arbitrio. México desde la revolución había mantenido una política de independencia, autonomía y en el exterior de respeto y neutralidad a la soberanía de los otros países, que incomodaba a nuestro vecino. Los Estados Unidos requerían de un esbirro fiel que se plegara sin condiciones a sus estrategias geopolíticas y económicas y a través del Fondo Monetario Internacional consiguió sus objetivos. Los gobiernos mexicanos gracias al enorme endeudamiento del auge petrolero, debieron sujetarse a sus dietas financieras y liquidar las más de mil empresas, en su mayoría improductivas que regenteaba el gobierno.
A principios de los ochenta en México todavía se creía en las bondades de la economía mixta, empresarios y gobierno dirigiendo las empresas del país, y evitando de esta forma la voracidad capitalista a la que son tan proclives los empresarios que se asientan en nuestras tierras.
Carlos Salinas fue aun mas radical en sus políticas neoliberales y no se conformo con liquidar a precio de ganga a sus prestanombres la empresas del gobierno improductivas, sino que también les regalo aquellas que si eran productivas, con excepción desde luego de la industria petrolera, que le hizo el intento pero considero que era un poco demasiado. Zedillo hizo lo que pudo y entre Fox y Calderón encontraron la forma de pesetearles el petróleo a los gringos. Así como el petróleo han encontrado la forma de venderle a la iniciativa privada hasta Real de Catorce, pasando por los espacios y espectros electromagnéticos y todo lo que se les ocurra que deje dinero, sin importar que tanto medrenta la autonomía mexicana.
Una de las causas que tiene postrado a nuestro país es la insaciable voracidad de políticos y empresarios por hacerse de las riquezas de México. Hidalgo inicio un movimiento de independencia pensando en mejorar las condiciones de vida de los mexicanos de todos los niveles sociales, y le siguieron mestizos e indios, buscando quitarse de encima los abusos y explotación de los peninsulares, cuyo único objetivo era hacerse ricos a costa del trabajo de los pobres. Madero inicio una revolución pensando en un cambio meramente político y la gente lo siguió pensando en terminar con la escandalosa voracidad de las clases poderosas que los tenían hambrientos, empobrecidos y humillados, lo mismo los empresarios en las ciudades que los hacendados en los pueblos.
De estos dos grandes movimientos sociales nacidos de la injusticia y el abuso nacieron las leyes que pretendían defender a la gente pobre de México de la opresión de los ricos. Nunca estuvo escrito pero se sobreentendía que la clase rica y el gobierno jamás volverían a estar juntos. Los gobiernos de la revolución iban a defender esa separación, dejando que los empresarios hicieran dinero, pero dentro del marco respetuoso de las leyes echas para proteger a los campesinos y a los obreros, para garantizar esa situación.
Durante muchos años fue así, capital y gobierno, fueron como agua y aceite, se juntaban pero no se mezclaban. Y se suponía que el objetivo fundamental del gobierno era proteger los derechos de toda la gente menuda de México. Se crearon ejidos y centrales campesinas, se formaron sindicatos y hasta consejos empresariales y tribunales para dirimir los conflictos entre obreros y empresarios. El estado se convirtió en el rector de la economía que fue mixta, para evitar que solo los inversionistas privados monopolizaran las empresas en México y con ello garantizar mejores condiciones de vida a los mexicanos. Se estableció el salario mínimo para evitar la explotación desmedida por parte de los empresarios y todo esto medianamente funciono, hasta el bendito día en que llegaron los neoliberales, cuya idea era regresar toda la actividad económica nacional a los empresarios. Ese era el mejor destino económico de México, dejarlo en las mezquinas manos de la oferta y la demanda, que siempre estuvo escamoteada. Pues bueno con los gobierno panistas el paraíso neoliberal se volvió finalmente realidad y los mexicanos somos varias veces mas pobres de lo que lo fuimos cuando todo este embrollo neoliberal comenzó. Se acabaron las clase medias y ahora se habla de los porcentajes de los que están por debajo del nivel de pobreza, es decir la gran mayoría. Aun cuando las estadística amañadas de los panistas se empeñen en decir todo lo contrario, porque si nos atenemos a ellas, pues todo marcha bien y vivimos no en México, sino en Suiza. Y si hasta eso las listas de los más ricos del mundo las encabezan los mexicanos favorecidos por los presidentes neoliberales, principalmente los de la horneada de Salinas de Gortari, y que pasan por ser sus testaferros.
En los últimos cien anos, muchos principios y preceptos ideológicos se han debatido y peleado, incluso con las armas en la mano para darles a los mexicanos un mejor país y mejores condiciones de vida. Se hablado y escrito mucho sobre la democracia un gobierno de la mayoría y sin embargo la voluntad popular muy pocas veces se ha respetado. Se ha intentado introducir varias suertes de socialismo en diferentes aspectos de nuestra vida social, todo ello con el generoso objetivo de disminuir las diferencias entre los ricos y los pobres, y al final siempre han ganado los que quieren ser diferentes y ricos sin importar a quien tengan que atropellar. Se ha hablado un contrato social, pero los gobernantes siempre han impuesto su voluntad sobre los gobernados y el bien común, se ha convertido en un bien muy particular. Se han introducido los pesos y contrapesos republicanos, pero de nada han servido por que todos estos han obedecido servilmente al ejecutivo y con ello a la oligarquía que representan, pero nunca, ni por error al pueblo. Y los grupos sociales que tradicionalmente se han opuesto a la aplicación efectiva de todos estos principios son los mismos que hoy gobiernan nuestro país.
P.D. Yo tampoco voy a votar por el copeton.
Colotlán en llamas nace como una necesidad de ampliar los canales de discusión social en una realidad en donde el gobierno como el avestruz esconde la cabeza debajo de la tierra, y pretende no saber y no escuchar las voces disidentes y discordantes de sus ciudadanos. Para ello nos propusimos integrar a nuestra población a discutir las problemáticas de nuestras comunidades a través de las diferentes experiencias y puntos de vista de los propios colotlenses. Como los autores y las fuentes de lo que aquí se ventila son múltiples quien firma es un tal: Colotlan Colectivo. Las decenas de testimonios aquí concentrados así lo confirman. Y lo queramos o no, todos los testimonios y opiniones de estos colotlenses nos hablan de la realidad del municipio de los últimos setenta u ochenta años y un poquito más allá. Y necesariamente se vinculan a la realidad económica, política y cultural que a cada personaje le toco vivir. En lo político esa experiencia se refiere a los sententa años de predominio del PRI y a los últimos veinte del pan.
Es difícil referirnos a la realidad política actual sin necesariamente hablar de sus antecedentes; es difícil reconstruir la experiencia de nuestras gentes de más cincuenta años, sin hablar necesariamente de un tiempo de hegemonía del PRI. Es complicado sopesar los logros del panismo actual, sin contrastarlos con los del PRI. Es complicado hablar de lo que hemos ganado con el pan, sin mencionar lo que también hemos perdido. Es imposible señalar otras opciones de desarrollo sin aquilatar nuestra experiencia histórica. En resumen no es sencillo hablar de política y dejar a un lado al PRI, simplemente porque los mismo panistas se han montado sobre el mismo caballo. No hay distinción entre lo que los gobierno de aquel partido hicieron, con lo que los de hoy hacen. Es la misma gata, nomás que revolcada.
Ese es precisamente nuestro gran reclamo. Los panistas no vinieron para hacer de nuestra comunidad, de nuestro estado y de nuestro país, un mejor lugar para vivir, tal y como lo habían prometido. Para ser honestos han construido un México muchas veces peor de lo que ya era. Los mexicanos jamás votamos a un Fox y a un Calderón para destrozar nuestro país, para venderlo en pedazos al mejor postor, para convertirnos en parias, cada día más miserables e ignorantes y violentos. Si alguna vez la gente voto por el Pan de Fox, fue precisamente para terminar con una cadena escandalosa de abusos que se había entronizado con el PRI, no para hacer una versión corregida y aumentada. Calderón ya ni siquiera necesito del voto de la gente, lo mismo que Ramírez Acuna y Emilio. Les basto con el apoyo de su predecesor, el IFE y de los dueños de México.
Y bueno se nos encasilla dentro de las filas del PRI, no por nuestra participación, adhesión, devoción o interés personal con esta institución, sino simplemente porque es la única caja suficientemente ancha para darle cabida a lo que no cabe en los estrechos parámetros del PAN, y la verdad en difícil adecuarse a parámetros tan cortos, egoístas, incultos, ventajosos, mochos y mediocres como los que se exhiben en este ultimo partido. Y lo peor es esa insaciable avaricia por medrar con los recursos del país, que ha dejado a los mexicanos con una mano por delante y otra por detrás. No es una novedad que los gobiernos del PAN han sido gobiernos de y para los empresarios, Fox lo dejo muy claro desde que asumió el poder. Es verdad que antes de Fox y Calderón, los priistas ya habían iniciado esa tendencia neoliberal cuyo objetivo era dejar un país en paños menores.
Miguel de la Madrid fue el primer presidente mexicano que sin pudor alguno acepto plegarse a la política neoliberal delineada por el Fondo Monetario Internacional (es decir los intereses de los Estados Unidos de America) y cuyo objetivo último era mantenernos sometidos para disponer de nuestros recursos naturales a su libre arbitrio. México desde la revolución había mantenido una política de independencia, autonomía y en el exterior de respeto y neutralidad a la soberanía de los otros países, que incomodaba a nuestro vecino. Los Estados Unidos requerían de un esbirro fiel que se plegara sin condiciones a sus estrategias geopolíticas y económicas y a través del Fondo Monetario Internacional consiguió sus objetivos. Los gobiernos mexicanos gracias al enorme endeudamiento del auge petrolero, debieron sujetarse a sus dietas financieras y liquidar las más de mil empresas, en su mayoría improductivas que regenteaba el gobierno.
A principios de los ochenta en México todavía se creía en las bondades de la economía mixta, empresarios y gobierno dirigiendo las empresas del país, y evitando de esta forma la voracidad capitalista a la que son tan proclives los empresarios que se asientan en nuestras tierras.
Carlos Salinas fue aun mas radical en sus políticas neoliberales y no se conformo con liquidar a precio de ganga a sus prestanombres la empresas del gobierno improductivas, sino que también les regalo aquellas que si eran productivas, con excepción desde luego de la industria petrolera, que le hizo el intento pero considero que era un poco demasiado. Zedillo hizo lo que pudo y entre Fox y Calderón encontraron la forma de pesetearles el petróleo a los gringos. Así como el petróleo han encontrado la forma de venderle a la iniciativa privada hasta Real de Catorce, pasando por los espacios y espectros electromagnéticos y todo lo que se les ocurra que deje dinero, sin importar que tanto medrenta la autonomía mexicana.
Una de las causas que tiene postrado a nuestro país es la insaciable voracidad de políticos y empresarios por hacerse de las riquezas de México. Hidalgo inicio un movimiento de independencia pensando en mejorar las condiciones de vida de los mexicanos de todos los niveles sociales, y le siguieron mestizos e indios, buscando quitarse de encima los abusos y explotación de los peninsulares, cuyo único objetivo era hacerse ricos a costa del trabajo de los pobres. Madero inicio una revolución pensando en un cambio meramente político y la gente lo siguió pensando en terminar con la escandalosa voracidad de las clases poderosas que los tenían hambrientos, empobrecidos y humillados, lo mismo los empresarios en las ciudades que los hacendados en los pueblos.
De estos dos grandes movimientos sociales nacidos de la injusticia y el abuso nacieron las leyes que pretendían defender a la gente pobre de México de la opresión de los ricos. Nunca estuvo escrito pero se sobreentendía que la clase rica y el gobierno jamás volverían a estar juntos. Los gobiernos de la revolución iban a defender esa separación, dejando que los empresarios hicieran dinero, pero dentro del marco respetuoso de las leyes echas para proteger a los campesinos y a los obreros, para garantizar esa situación.
Durante muchos años fue así, capital y gobierno, fueron como agua y aceite, se juntaban pero no se mezclaban. Y se suponía que el objetivo fundamental del gobierno era proteger los derechos de toda la gente menuda de México. Se crearon ejidos y centrales campesinas, se formaron sindicatos y hasta consejos empresariales y tribunales para dirimir los conflictos entre obreros y empresarios. El estado se convirtió en el rector de la economía que fue mixta, para evitar que solo los inversionistas privados monopolizaran las empresas en México y con ello garantizar mejores condiciones de vida a los mexicanos. Se estableció el salario mínimo para evitar la explotación desmedida por parte de los empresarios y todo esto medianamente funciono, hasta el bendito día en que llegaron los neoliberales, cuya idea era regresar toda la actividad económica nacional a los empresarios. Ese era el mejor destino económico de México, dejarlo en las mezquinas manos de la oferta y la demanda, que siempre estuvo escamoteada. Pues bueno con los gobierno panistas el paraíso neoliberal se volvió finalmente realidad y los mexicanos somos varias veces mas pobres de lo que lo fuimos cuando todo este embrollo neoliberal comenzó. Se acabaron las clase medias y ahora se habla de los porcentajes de los que están por debajo del nivel de pobreza, es decir la gran mayoría. Aun cuando las estadística amañadas de los panistas se empeñen en decir todo lo contrario, porque si nos atenemos a ellas, pues todo marcha bien y vivimos no en México, sino en Suiza. Y si hasta eso las listas de los más ricos del mundo las encabezan los mexicanos favorecidos por los presidentes neoliberales, principalmente los de la horneada de Salinas de Gortari, y que pasan por ser sus testaferros.
En los últimos cien anos, muchos principios y preceptos ideológicos se han debatido y peleado, incluso con las armas en la mano para darles a los mexicanos un mejor país y mejores condiciones de vida. Se hablado y escrito mucho sobre la democracia un gobierno de la mayoría y sin embargo la voluntad popular muy pocas veces se ha respetado. Se ha intentado introducir varias suertes de socialismo en diferentes aspectos de nuestra vida social, todo ello con el generoso objetivo de disminuir las diferencias entre los ricos y los pobres, y al final siempre han ganado los que quieren ser diferentes y ricos sin importar a quien tengan que atropellar. Se ha hablado un contrato social, pero los gobernantes siempre han impuesto su voluntad sobre los gobernados y el bien común, se ha convertido en un bien muy particular. Se han introducido los pesos y contrapesos republicanos, pero de nada han servido por que todos estos han obedecido servilmente al ejecutivo y con ello a la oligarquía que representan, pero nunca, ni por error al pueblo. Y los grupos sociales que tradicionalmente se han opuesto a la aplicación efectiva de todos estos principios son los mismos que hoy gobiernan nuestro país.
P.D. Yo tampoco voy a votar por el copeton.