Thursday, May 5, 2011

Recordando...





En 1912 Colotlán era OctavoCantón de Jalisco, voy a hablar solo del pueblo de Colotlán y recordar algo de lo que aconteció en esos años y como fue nuestro pueblo.

Era un lugar lucido, entonces ser distinguían las familias Zulueta, la familia Barragán, Aparicio, las señoritas Escobedo dueñas de la casa que fue de Romualdo Ortega y que vivían por Guerrero. Todos le daban lujo al pueblo, se usaba el sombrero de pluma y guantes siempre que salían a la calle. La familia Ruiz (que lo supe, era el primer capital, hablo de aquel tiempo) lo repito, vestían unos trajes muy distintos a los de ahora.

Había muy bonitas fincas tales como: la casa de los Aparicio donde es la terminal, la de los Zulueta, en la esquina de Morelos y Guerrero, la que fue de Toña Macías frente a la plaza, las de los Muro donde es de Eliseo Navarro, así como grandes comercios, el Banco que eran en la tienda de Don Pascual Rodríguez. Había algunas fuentes de trabajo aunque en pequeño: se tejía bastante la palma, se protegían algunas familias con esas palmas que tejían hasta los niños; fabricaban sombreros. Don Jacinto Vázquez. Don Isabel Orozco, Don Anselmo Orozco y otro señor. Costureras de fama: Gumersinda Briones por la calle 11-B, las señoritas Covarrubias (Lupe y Juanita) en la calle Independencia esquina con Centenario. Sastrerías: Don Silvestre Pinedo que también era de la banda de música que en aquel entonces era la mejor. Había señoras de profesión que hacían el pan que le llamamos de Santa María: Francisca Alejo, Félix Márquez, Victoriana Andrade que también hacia muy buen pulque en Soyatitlán, en el potrero de Don Bartolo Huerta también hacían pulque de renombre. Bastantes zapaterías, las tenerías de Don Petronilo Frausto y familia de mucho movimiento, la de Don Pancho Pinedo, la de Don Martín Hernández. Otro Francisco Pinedo tejía rebozos y medias; también decían que había dos telares, uno más conocido, se llamaba Antonio Berumen por la calle que es Sánchez Román, el otro no supe como se llamaba. Se hacían veladoras de cera don de es la casa de Don Manuel H, también torcían reata; tejían costales, había muy buenos carpinteros, fabricaban sillas con asiento de mecate, había platería; el que trabajaba el oro y la plata se llamaba Wilfredo y su hermana Herlinda. Se hacía buen chorizo. Lo hacía un señor Tomás Félix Veliz, digo buenas cosas porque no había refrigerador y no se echaba a perder.

TIEMPOS DE PAZ
Bueno después cuando acontecieron algunas cosas en Colotlán, ya estaba en un tiempo el Señor Cura Gallegos. Él solo hizo el salón de clases que está en San Nicolás y que ahora al parecer es una sastrería. También por el Señor Cura empezó a dar servicio como escuela el que fue hospital mismo que tuvieron a su cargo las Religiosas Mínimas de María Inmaculada. Esta escuela fue atendida por la Señorita Adelaida de la Isla, conocida y querida por todos sus alumnos como la Señorita Lala (Q.P.D.). Ella fue la directora y sus auxiliares: Lupe Rodríguez, Lola Ortega, Elvira Ramos, Hildelisa Campos, entre otras. Bueno, este local volvió a estar en servicio del pueblo como escuela, antes fue hospital.


Un día pasaba la señora Atanasia Ortiz frente a los cuartos donde fue talabartería de Nacho Quezada. Esta Señora ve que hay bastantes señores y entra como por curiosidad. Ahí era la oficina del Procurador de Comercio. Este Señor la trata con mucha atención:
-Siéntese usted. Ahorita la atiendo (se desocupa)
-Ahora sí a sus órdenes.
-Ella no sabía que decir. Pues no llevaba asunto. Cuando se le viene la idea.
-Pues Señor, mi asunto es este. Yo soy una persona sola, no tengo quien vea por mí. No hay hospital, ¿qué se podría hacer?
El Señor le contesta:
-En este caso tendríamos que ver donde se fincaría
-No Señor si la casa ya está
-¿Dónde?
-Pues mire antes de la revolución teníamos Hospital. Pero al general Santiago le gusto para hacer cuartel.
-Ah, ¿sí?
-Mire Señor primero fue el mesón del Refugio. Era de Don Rosario O Don Miguel del Real, eran hermanos. Y después ya el padre Pedro Cortés lo hizo Hospital. Ese fue trabajo
de nosotros los que vivíamos en el Barrio Alto . Todos cooperamos con lo que pudimos: una gallinita, o lo que podíamos. Para la campana yo di un casito de cobre y una plomada de mi esposo, él era albañil. Y así tuvimos hospital. Pero nos lo quitaron. Mire, ya nadie se ha interesado por el pueblo.
Ella se fue a pedir el acuerdo del Señor Cura Gallegos. Y se fue a invitar al a Señora Maurita Márquez del Real, a Mercedes Valenzuela y a la Señorita Carmen de la Torre. Bueno, fueron cuatro, ¡Ah!, Y el Señor le dijo –Sin que falte Usted, y con un escrito declarando el interés del asunto.
Así fue. No tardó mucho la contestación y aceptada la proposición empezaron a trabajar. Todo el pueblo cooperó. Esta Señora como estaba en el mesón y allí llegaban los de los ranchos, les decía:
-Ya vamos a tener el Hospital. Ayuden. No tenemos dinero, pero si siembran, den un surco de lo que siembren: maíz, frijol, tabaco; algo, una tabla, ustedes que venden madera. Y así se volvió a levantar aquel local.

Y habría de ser escuela Particular, cuando llegó el Señor Cura Don Calendario Ayala, él inició el Colegio Religioso. Todo lo hacía con acuerdo del grupo de Acción Católica. Porque él decía que el provecho era para el pueblo y era el que lo iba a sostener. Y así fue, y así esta pasando. Se organizaron comisiones, se pedía por las calles la cooperación, se rifaban algunas cosas, claro, que de algún valor. José Ortega (+) regaló dos relojes de muy buena clase, para hombre. A veces daban una muñequita, una cucharita, un par de peinetas, y así todo el pueblo cooperó. Hasta los jóvenes. Estuvo funcionando un cine en el salón de Actos de San Nicolás. Lo manejaba Don Vicente Alcalá y un Señor que se apellidaba Cortes.

El escudo de la Acción Católica se hizo en este tiempo, les tocó este trabajo siendo presidenta Concha Valdez (+) y Clementina Sánchez de De León, fue otra anterior que no recuerdo, pero sí, Cuca Valdivia era presidenta de la Sesión de Madres.

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El Señor Cura pide religiosas a León Gto; primero, dicen que sí. A los ocho días que no hay. Mayor tristeza. Pide a México, no hay. Al fin que le mandan del Buen Pastor. Y por fin se realiza el deseo. Piden la dote. Se sacó el dinero, era secretaria de Madres Nicolasa Medrano de Soriano y como auxiliar María Quezada de Aldana, cuando saca el dinero, de la rifa que lo de más valor eran los relojes, salieron $1,000.00 (un mil pesos) y con acuerdo del Señor Cura se dio ese dinero a trabajar a Don Pancho Aldana. Luego se realizó el gran deseo del Párroco y el pueblo, tuvo muchos problemas por haber pedido cooperación por las calles, otra por haber iniciado el arreglo del atrio y del órgano, pero cuando ya estuvieron los centavos para el Colegio, el Señor Cura toma acuerdo al grupo; órgano o Colegio. Nadie contesta. Contesta la Señorita Rafailita Pérez:
-Señor, se necesita primero la formación de la futura gente y después el órgano.
Todos de acuerdo. Se tomó el acuerdo del piso del Templo. Insistió Lola Muro. La última palabra ella dio su idea:
-Señor Cura, hay muchas personas muy humildes, no hay bancas suficientes, esas personas siempre ocupan la tarima.
Todo esto estuvo de acuerdo. Entonces a trabajar por el Colegio y seguimos pidiendo por el Colegio. Se fincó, se hizo el lugar para el Jardín de Niños con su patio para el recreo de los niños. Se hizo el Oratorio. La patrona es la Inmaculada Concepción. Con la cooperación del patronato $1,000.00 (un mil pesos) dio José Ortega, Don Agustín de Ávila, Rafael Haro, Don Alberto Macías, lo que faltó lo dio el pueblo.

El nombre del Colegio primero fue “INMACULADA” . Las religiosas que primero conocimos fue la madre Zamora, enseguida la madre Cuca Olvera que fueron del Buen Pastor. A ellas les tocó un mal tiempo, las asaltaron, clarito se supo que fueron del pueblo, las golpearon, pero sus protectores fueron Simón Navarro y Félix Muro.

Como no fue suficiente el cupo para los alumnos, la señorita Lupe Díaz, facilitó una casa que está en la esquina al frente de la esquina de Centenario y Juárez. Fue presidente del patronato Juan Macías Sánchez, después Lupe Márquez de Medrano, en su tiempo se hicieron las banquetas de la calle. Ahora tiene religiosas Mínimas de María Inmaculada, de León Gto., como el Señor Cura Ayala las deseaba. El Colegio, como fue incorporado se llama “Jalisco”.

También se hicieron las piezas que están en el atrio de San Nicolás, esto fue antes del Colegio, que sirviera para el Kinder y la Academia, entre las que fueron profesoras Hildelisa Campos, Cuca Cortés. El Salón de Actos se hizo en tiempos del Señor Cura Rodríguez.

Madre Aurora Soriano.

2 Comments:

Anonymous R A C V. said...

De alguna manera seria posible saber quienes son la damas que estan en foto al principio de esta pagina?... Muchas gracias... PD: Alguna de ellas es posible que sea familiar mio...

24 March, 2012 14:46  
Blogger Unknown said...

Are there names for these women?

27 June, 2019 21:41  

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