Saturday, August 25, 2012

Mi Pueblo

“Yo nací en ese pueblo del norte de Jalisco, pero viví en el solo dos años de mi juventud y todas las vacaciones de verano en casa del abuelo. Suficiente para calar hasta la medula y no volver a salir de mi en toda la vida. Llevo cincuenta años viviendo del periodismo como cartonista en la ciudad de México y no he podido ser capitalino. Mi alma es totalmente provinciana debido a la obsesiva aprehensión con que siento todo lo relacionado con ese pueblo de mi historia.”

¿Cuál fue el antídoto para permanecer ranchero en la capital más absorbente y estresante? Primero una resistencia natural a la sofisticación, a la hipocresía y a la fatuidad. Y quizás un desdén a la fama y al dinero. Enseguida el haberme encontrado con una aventura periodística llamada Mi Pueblo que ocupo, obsesivamente veinticinco años de mi vida.”

1977. Es diciembre y hay feria en Mezquitic. Yo estoy trabajando en Excélsior como diseñador de la revista Plural y como caricaturista en la sección editorial del mismo periódico. Una visita a la feria y me encuentro con un presidente municipal muy joven, profesionista, licenciado en administración de empresas, hijo de uno de los comerciantes de Mezquitic con mayor sentido social y arraigo en el pueblo. (…) en un ano de ejercicio municipal, ese joven, Ignacio Bonilla, ha demostrado dinamismo y originalidad. Ni parece priista. (…) Al conocernos me propone hacer un periódico formal, tomándome en cuenta como periodista y haciéndose el cargo de la administración.”

“El 24 de febrero de 1978 llega a Mezquitic la primera edición de Mi Pueblo. Un modesto periódico de ocho paginas, tamaño tabloide, impreso en prensa plana, de linotipos y grabados en madera, con una impresión deficiente. “

“¿Qué clase de periodismo proponía Mi Pueblo? Uno que surgió del ansia de dar a conocer las cualidades morales, éticas y espirituales de los habitantes del campo, de la gente de provincia, de esa provincia mexicana tan olvidada por la Revolución, menospreciada por el Gobierno, tratada con desdén por quienes la niegan y ha sido abandonada a su suerte.”

Luis de la Torre Ruiz.
Mi Pueblo, la dignidad de un periodismo provinciano,
en Niuki

Ignacio Bonilla

“ Los presidentes municipales de la primera mitad y hasta los años sesenta del siglo pasado hacían poco, lo que podían con los escasos recursos que el gobierno les presupuestaba y con las mínimas posibilidades de acción política, derivadas de un aislamiento que no permitía el desenvolvimiento económico y social”

“En la década de lo años setenta, México era un país en pleno desarrollo, con una identidad nacional promovida en el extranjero para atraer el turismo, con un Jalisco de crecimiento vigoroso gracias a la industria, el comercio y la educación. Mezquitic como toda la zona norte de jalisciense, se mantuvo en la marginación ya que no tenía carreteras, caminos, ni créditos para las actividades agropecuarias. Las tierras eran ociosas porque los campesinos se habían ido a los Estados Unidos y los jóvenes a las ciudades a continuar sus estudios, principalmente a Zacatecas y Guadalajara. En ese contexto y por esas coyunturas políticas que de vez en cuando se presentaban, el PRI de entonces me postulo a candidato a presidente municipal.”

“…con un presupuesto de 700 mil pesos anuales y con un sueldo cuatro veces menor que el que yo ganaba en Guadalajara. Pero era un desafió que valía pena, en una nueva vida que para mi comenzaba a los 27 anos de edad.”

“cuando comenzó mi gobierno yo tenia un programa de trabajo y confiaba en que trabajando intensamente y con orden, podría darle a Mezquitic la infraestructura suficiente para emprender su desarrollo. Lo más importante era el agua potable, educación, cultura, apoyo al campo y las vías de comunicación. Atención especial requerían los huicholes.”

“En ese municipio que yo goberné vivían las mejores personas que he conocido en mi vida, honestas, buenas, generosas y cariñosas. Comencé a trabajar con las mejores ilusiones. Sin embargo resulta difícil entender algunas de las reacciones de la gente.
¿Cómo conciliar lo que no tiene arreglo? ¿Cómo convencer, cómo lograr que la gente trabaje al ritmo que uno cree conveniente? ¿Cómo explicar la transformación social que se requiere respetando la cultura, los modos de vivir, las tradiciones, las costumbres? ¿Cómo construir sin destruir? ¿Cómo unir las fuerzas políticas, resolver las desavenencias entre las familias, los rencores, los odios, los prejuicios y los rezagos tan asentados? ¿Cómo enfrentar el chisme negro, la sinrazón, la flojera, la critica negativa? Había forma de pensar que yo no justificaba, pero que ahora he logrado entender. Eran como frenos al progreso social, como grandes charcos de agua estancada, maloliente, que propiciaban enfermedades sociales de difícil curación. “

“ No había otra forma de gobernar sino trabajado duro, viendo para adelante sin dejar que las piedras del camino nos detuvieran o desalentaran (….) hicimos una alianza con el gobierno estatal y federal y juntos logramos 100 obras con una inversión de cien millones de pesos, de aquel tiempo. Un presupuesto sin precedentes en la historia de nuestro municipio. Inauguramos la carretera, iniciamos la obra del agua potables, fundamos la casa de la cultura, concluimos la unidad deportiva, construimos escuelas, creamos la feria anual, le dimos a Mezquitic un periódico singular que ha hecho historia, contribuimos a los caminos de la sierra wixarica y apoyamos a los huicholes con insumos para su artesanía, con maíz…”

Ignacio Bonilla Arroyo.
El Mezqutic de mis tiempos.
En Niuki

Zona Norte de Jalisco y narrativa

"El campo es generoso. La yerba silvestre, cultivable. Los cultivadores podrían ser los maestros, pero parece que estos están muy ocupados en conseguir plazas y ventajas sindicales; los cronistas, pero a estos les gana la indolencia y el aburrimiento; los dirigentes de casas de cultura, pero estos van de paso. Ni saben lo que hizo la administración anterior ni tienen idea para hacer algo durante su breve paso por el Ayuntamiento. Queda una esperanza. La Universidad descubre la inteligencia del pueblo. CUNorte tiene en sus aulas y en su entorno un campo prodigioso para la narrativa, que de ser bien cultivado seguro que dará cosechas de gran reserva.”

Luís de la Torre
La narrativa rural en Huejuquilla.
En Niuki

Sunday, August 19, 2012

Glosas a un programa de radio…

A partir de la constitución de la radio privada de Tlaltenango muchos colotlenses nos dimos cuenta de la necesidad de tener nuestra propia estación en nuestra comunidad, como un invaluable medio de potenciar el trabajo cultural y educativo de nuestra población y esta demanda se convirtió en una reiterada solicitud de apoyo al gobierno estatal de Cárdenas Jiménez y después de Ramírez Acuna, que no se dieron ni por enterados; afortunadamente otro de los invaluables beneficios del Campus Universitario del Norte lo constituyó su estación de radio inaugurada en los últimos días del reinado del rector Candido González Pérez, y que a partir de entonces ha tenido una certera, ascendente y grata evolución. Los directivos han tenido el acierto de formar personal nativo de nuestro Colotlán en la dirección de este importante medio y la orientación informativa y cultural del programa es otro de sus grandes logros, esto conjugado con los benditos adelantos técnicos de la WEB que ha potencializado su importancia, cobertura y trascendencia. Para todos aquellos que jamás hemos podido cortarnos el cordón umbilical con nuestra tierra, pese a haber vivido la mayor de nuestra vida fuera de ella, esta ha sido una increíble medio para seguir inmersos en lo que sucede en nuestra comunidad cotidianamente. Y desde luego que celebro con entusiasmo las importantes propuestas de la radio: Viajando por las ondas radiales, fue mi primer programa favorito al que se han ido sumando, medios UdeG noticias, punto UdeG, y el sin par Canto Vernáculo, tan bien conducido por dos picaros y divertidos amigos, el Dr. Carmen y el contador Poncho, quienes gracias a esa carisma y esa química tan agradable que despliegan juntos han logrado interesar a mucha gente en el conocimiento y disfrute de nuestras raíces musicales. Los felicito de todo corazón por ese desinteresado y excelente trabajo que están haciendo en beneficio de nuestro pueblo.

Y desde luego el programa Ecos de la Región que da pie a este articulo y que se define asimismo de la siguiente manera:

“es un programa de revista que ofrece información sobre cada uno de los municipios de la Zona Norte de Jalisco y los del estado de Zacatecas colindantes; lo anterior porque los límites geográficos no evitan que compartamos un pasado común y un sinfín de costumbres y tradiciones. Se busca mostrar lo mejor de cada municipio en cuanto a sus riquezas naturales y culturales que suelen ser poco conocidas. Se agrega información inédita y anecdótica”

Otra de las ventajas del bendito Internet y de los aciertos de la radio, es que puedes ingresar a dichos programas posterior a su fecha de emisión al aire, lo que te da mayores posibilidades de disfrutar de ellos y con la tecnología actual lo puedes integrar a tu audioteca personal en tu computadora o en uno de las decenas de novedosos artefactos que existen hoy en día. Gracias a ello es que yo en lo particular me he acompañado de estos programas en mi trabajo, mientras conduzco e incluso cuando voy a los centros comerciales, en donde he tenido la oportunidad de escuchar varias de las emisiones del programa Ecos de la Región que hoy ocupan de mi interés. Y bueno hay que admitir que para todos aquellos interesados en los aspectos históricos y culturales de nuestro municipio y región, este programa es oro molido, pues aborda temas muy ricos e interesantes, y a los cuales no deja uno de querer meterles su propia cuchara, que es el pretexto del día de hoy. Y de pasada señalar la necesidad de que dicho programa abra un espacio en donde sus escuchas podamos retroalimentar el programa con nuestros comentarios, aun cuando no sean al aire, en el momento de la emisión y a los cuales podamos acceder el resto de los interesados.

En el ultimo programa que tuvo como invitada a la sin par Lucia Vázquez, se hablo de la oferta turística municipal y de los festejos del aniversario de Colotlán.

Y bueno yo estoy de acuerdo en que en Colotlán existe una muy rica y singular oferta de entretenimiento en sus particularidades físicas, pero que con todo no muy fácilmente podrían catalogarse de oferta turística, o por lo menos no para todos los grupos de población. Es verdad que existen paisajes y cascadas increíbles, entre las cuales nos desarrollamos muchos de los jóvenes de las generaciones de Parchis y anteriores, cuando la televisión publica apenas comenzaba hacer los estragos que hoy tienen en la inopia cultural y la obesidad a nuestra población a lo largo y ancho del país.

“La Pila del Muerto” (tenebroso nombre para un lugar tan bello), “el Salto”, “la Pila de la Trinidad” la Pila de Luís Humberto” “San Pedro o la Aguazarca” “El Agua Caliente” etc. Tienen todo excepto: accesibilidad, llegar a ellos requiere de una buena condición física, habilidades para trepar, brincar, agacharse y sobre todo de conocimiento de la naturaleza y orientación en el campo, o un excelente guía que conozca al dedillo las mejores y más transitables brechas para llegar a ellos. Lo que quiere decir que los turistas interesados en conocer esos sitios deberán ser osados y en plenitud física. Además deberán sujetarse a los dictados de la naturaleza, porque para disfrutar de esas bellezas físicas hay que esperar que venga el temporal de lluvias y corran los arroyos lo suficiente para que se limpien y haya un buen caudal de agua. Podría con verdad decirse, que el único arroyo verdaderamente accesible, turístico y popular es “Pacheco”, pero no cuenta con la belleza, glamour y temeridad de los otros sitios.

Las tardes de junio, julio y agosto eran quizás las más propicias para un buen chapuzón, justo cuando apenas comenzaba a bajar el sol, enfilábamos cruzando el puente colgante de Tochopa, hacia la pila del Salto. No hacían falta muchos preparativos, si acaso un short y un poco de ganas. Caminábamos aun aflojerados entre las gallinas, los cerdos y los perros de los patios traseros de Soyatitlan, cruzábamos hacia el poniente siguiendo el curso de una de las bajadas naturales de agua del cerro. Debíamos subir y bajar dos pequeños cerros hasta encontrar un tercero más empinado en cuya cima se encontraba la hermosa pila con su breve cascada. No había que decir mucho, era ya un ritual anidado de verano en verano. Justo cuando habíamos dejado los caseríos y nos introducíamos en el bosque, comenzaba el trote, muy ligero, apenas para acelerar un poco la respiración, pero a medida que llegábamos a las partes intricadas del primer cerro, se convertía en carrera abierta, evadiendo obstáculos, árboles y piedras, hasta llegar a la cima y pasando por debajo de una cerca de alambre, atravesar una pequeña mesa, en la que anónimo labriego tenia siempre una muy hermosa y ordenada milpa, la cual cuidadosamente bordeamos con respeto y cruzando la segunda cerca de alambre de púas bajábamos desenfrenados el cerro, procurando no caer o impactarnos con los árboles. De pronto saliendo de la espesura del monte, podíamos ver la cascada allá en lo alto del cerro y bordeando por el poniente finalmente llegábamos a nuestro destino. Una pila de agua fría, de regular tamaño, asentada al filo del cerro y protegido por mezquites y otros árboles de los rigores del sol. Había que atravesar la pila para poder acceder a la pequeña playita donde nos sentábamos a descansar y agarrar sol. Para los que no sabían nadar era un suplicio tener que permanecer en lo bajito, casi al pie de la cascada. Y era muy raro encontrar alguien bañándose allí, lo que era magnifico, la pila para nosotros solos. Media hora a todo galope nos costaba regresar al pueblo, justo cuando se comenzaba a poner la noche. En la semioscuridad cruzábamos como una exhalación por Soyotitlan, para desembocar por el callejón anexo al templo de san Nicolás. El Salto fue siempre la respuesta rápida a una tarde calurosa o sin expectativas, baste decir que regresábamos agitados y sudorosos, pero con un tremendo desgaste de adrenalina. Correr entre la espesura del cerro era siempre excitante, amen de la nadada y la frescura del baño.

Acudir a “la Trinidad” era cuestión de agarrar un día soleado y todavía muy nuevo, y no olvidarse de llevar aunque fuera unas galletas saladas, porque estando tan lejos y con la asoleada y lo cansado del agua, “da un friego de hambre”. Cruzábamos el puente mas allá de con Loreto y comenzábamos a hacer camino y a rezar por que el aventón llegara pronto. Si había suerte y rápido conseguíamos un “raid” nos bajábamos justo a la entrada del rancho y entonces si a caminar otro buen tramo hasta el arroyo. Recuerdo varias pilas pequeñas y una sobre todo muy honda y peligrosa, se hablaba de un remolino en mitad de ella.

Para acudir al Salto, no había que pedirle permiso a nadie, ni sentirse culpable de “trespassing” (allanamiento) excepto cuando cruzábamos por la parcela de maíz, donde sentíamos que en cualquier momento nos disparaban un escopetazo. La sensación de incomodidad en la Trinidad y sobre todo en la pila de Luís Humberto era abrumadora. Pesaba sobre uno la sensación de que en cualquier momento podía llegar el dueño y mandarlo a uno en calzoncitos a su casa. La incomodidad que les causaba a los propietarios la incursión de extraños en su propiedad era evidente, tanto que cerraban las puertas de acceso de vehículos y si uno quería entrar era evidente que era bajo su propio riesgo y el estado de ánimo del día del dueño. En la pila de Luís Humberto había que descender del cerro para llegar hasta la pila, más bien grande y no recuerdo mucho espacio donde descansar, además siempre había “los asiduos” que te miraban recriminándote de advenedizo.

Para los amantes de verdaderamente caminar, sin duda la barranca del Epazote en el mes de mayo, cuando el calor esta insoportable y los gigantescos pitayos se cargan de frutos. Allá metidos en la profundidad de la barranca se encuentran las mas increíbles pilas, recuerdo especialmente una de poco mas de dos metros de ancho, excavada en piedra volcánica y con el agua dulce y transparente. Después de andar bajo el sol abrasador de pitayo en pitayo, sumergirse en un baño de agua fría en paradisíaco paisaje es la gloria. Solo cuando baja uno a esas barrancas y después de caminar entre peñascos todo el día, bajo ese calor insoportable, es que entiende el valor intrínseco que conlleva cada una de esas pitayas que con tanto deleite compramos el domingo en la plaza, y que indolentes regateamos su precio.

En realidad hablar de todas esas bellezas naturales y pretender que están al alcance de un turista promedio, es engañarnos. Un buen número de los mismos colotlenses aun cuando han oído hablar de ellas no las conocen y jamás podrán un pie en ellas, porque no están precisamente a la vuelta de la esquina. Ni que decir de otros sitios tan remotos como el Cerro de la Campana, en Mesa de Flores, ubicado en una de las regiones más interesantes y misteriosas de Colotlán. Entre cañones con diversos microclimas y registros de inundaciones, de bosques completos fosilizados, canteras de piedras sorprendentes, fósiles de conchas y yacimientos de cal, entre los otros muchos atractivos, como lo son la flora y fauna increíble del lugar. O la cueva del Meco, de la Novia, y la de Petra armada.

El cerro de Santiago, tiene también un lugar aparte, el cual pese al sentido común, lo trepamos temerariamente por la parte de enfrente a la carretera, los riscos que están justo detrás de los baños del Agua caliente de Santa Maria. No fue fácil y un par de veces estuvimos a punto de renunciar y otras varias de desbarrancarnos, pero finalmente lo escalamos para desmentir los mitos. En la cima no hay casi nada de nada, no árboles, pocos arbustos y en la parte mas elevada no hay ningún volcán de viento. O por lo menos ese día no trabajo. Sin embargo en una de las hondonadas a mitad del cerro si se deja sentir una ligera corriente de aire y bien tampoco encontramos ningunos restos arqueológicos, figuras u objetos que dicen están desparramos por allí. Sin embargo reconozco que enfrente del cerro de la cantera, a las faldas del mismo cerro de Santiago existen evidencias irrefutables del asentamiento de los indígenas colotlenses cuando la llegada de los españoles. Pese a la brutalidad e indolencia de nuestras gentes, aun hay remanentes de esos asentamientos, cuyos moradores construyeron terrazas probablemente defensivas y en donde aun quedan pedazos de los instrumentos que utilizaron para confeccionar sus comidas y sobrevivir. Fragmentos de metates, ollas, puntas de lanza e incluso cabezas de hachas y puntas de pedernal presumiblemente siguen allí.

Dolorosamente las primeras gentes sin cultura y sensibilidad que subieron hasta allá, se dedicaron a destrozar todos esos restos, estrellándolos contra las piedras o lanzándolos por el despeñadero hasta el arroyo de la cantera. Quedan fragmentos de ellos y aun para la primavera de 2003 aun sobrevivía uno de los restos más importantes de nuestro legado arqueológico: la tumba presumiblemente de alguno de nuestros antecedentes indígenas, que se había erigido en la punta del cerro en lo que parece fue una de las habitaciones más importantes del refugio. Construida aprovechando las barreras naturales de la piedra y con una especie de entrada a manera de semitunel, que conduce hasta un patio amplio y a una especie de habitación pegada al voladero y resguardada por el cerro y a cuyo pie se excavó esta tumba y se cubrió con una pesada loza de piedra, protegiéndola con una trampa de varias toneladas de rocas sobrepuestas a manera de domino, y cuya base central estaba justamente sostenida en la colosal piedra. Quienes construyeron la tumba pensaron que cualquier interesado en saquear la tumba tendría que enfrentarse con la pesada tarea de desmontar las varias toneladas de piedras de la trampa o arriesgarse a ser aplastado por ellas. En algún momento del tiempo, un curioso le hizo un agujero a la loza con una especie de barbiquejo para intentar descubrir lo que albergaba la tumba. Pero algunos vivos en 2003, se dieron cuenta que no había necesidad de tanto esfuerzo ni arriesgue. Probablemente la cantidad de anos transcurridos habían desactivado la trampa, pegando las rocas unas con las otras y con solo quitar unas pocas sueltas y más peligrosas se dieron a la tarea de con un pico partir en dos la pesada loza. Lo que encontraron allí solo ellos lo saben, pero en esos días a nosotros nos toco subir hasta el lugar para encontrarnos que habían asaltado la tumba y un pico y una pala viejas, aun con barro fresco no indicaron que no se habían ido con las manos vacías. Gente mayor de la que probablemente no quede ninguna hablaban hace años, de una especie de sociedad secreta de guardianes del cerro, que quizás expliquen la sobrevivencia de dichos vestigios hasta el ano 2003. Pero el nuevo siglo también trajo la desaparición de los mismos y la vulnerabilidad del sitio. Y bien ya que hablamos de esa parte del municipio, la famosa mesa de Silva, paraje donde probablemente los colotlecos le aplicaron garrote al famoso capitán español que inmisericorde abusaba de ellos. Pues hay que decir que todo ese paraje cuenta con misteriosas sorpresas para los ojos atentos, como montones de tierra endurecida cuajada de especie de huevos fosilizados y rocas del tamaño de un balón de básquetbol que al partirse revelan en su interior restos orgánicos. Muestras de estos objetos los concentro Ricardo Urista en casa de la cultura, para el museo municipal que aun duerme el sueño de los justos.


Intermedio ( porque muy largos despues tampoco los leen)

Friday, August 17, 2012

Los intelectuales y el poder.

Reflexionando sobre las elecciones en general y en particular en Colotlán, pensaba en las dificultades que en todos lados enfrentan los intelectuales para alcanza el poder, y en México país de caudillos y escasos lideres ilustrados, estos últimos carecen del carisma y embelezo necesarios para atraerse el favor y la voluntad del pueblo. Probablemente sus voces cargadas de conciencia, poesía, explicaciones eruditas y filosóficas, no tiene el encanto de la promesa fácil y zalamera del demagogo, del político labioso que conquista el interés del ciudadano con una bagatela, un lonche, algunos pesos o la promesa de un beneficio futuro. Así las aspiraciones de gente como Vasconcelos quienes prefiguraban un México mejor y distinto, se han perdido en el cofre infinito de los: “pudimos haber llegado a ser”

Y bueno esta situación no es ajena a nuestro terruño, en donde la historia nos vuelve a demostrar que pese a las virtudes, proyectos y buenas o malas intenciones de nuestros intelectuales, estos siguen careciendo del encanto para atraerse el apoyo de los ciudadanos. Mi buen amigo el Biólogo, pese a sus reconocidas virtudes y logros de todo tipo, desde las intelectuales, pasando por las de compromiso, responsabilidad, entrega y lealtad no logro superar la prueba y romper tres de los tabúes construidos en política por los colotlenses:

a) Ser gobernado por alguien de otro lugar
b) Ser gobernado por un presidente de la izquierda
c) Que llegue un verdadero intelectual al poder

Sin ninguna duda Roberto, era el candidato más preparado de los cinco que se sujetaron a la justa democrática y también el más abierto de todos ellos a construir un nuevo paradigma administrativo en el gobierno municipal. Sus propuestas tenían una lógica de conjunto y les subyacía una fundamentacion teórica, que los electores no lograron captar. Era una excelente propuesta para reconstruir los mecanismos que por décadas se han implementado en los gobiernos municipales y comenzar a construir esquemas más racionales y equitativos, con un fuerte hincapié en los aspectos sociales, educativos y culturales. En lo general creo que perdimos la oportunidad de experimentar estrategias diferentes que nos pudieran ayudar a salir del hoyo. Lo más curioso fue el escaso entusiasmo que despertó entre los votantes, no obstante el trascendente proyecto planteado en su plataforma política. Y aun pese al increíble trabajo cultural y educativo que ha desarrollado en beneficio de nuestra comunidad, no alcanzo una regiduría y quedo rezagado en la cuarta posición, con cerca de quinientos votos, apenas una quinta parte de los obtenidos por el representante del PAN y una décima parte del vencedor del PRI. Incluso por mitad de los votos alcanzados por el empresario Armando Gaeta (Mana), cuyas dotes cívicas, intelectuales, sociales y de apoyo comunitario están a kilómetros de distancia de las de el Biólogo Roberto Ruiz Carlos. Coincidentemente en las elecciones del 2000, sucedió de forma similar con otro de los candidatos del PRD, el entrañable y respetado José Manuel Pérez Carrillo ( qepd) “el compañerito”, uno de los intelectuales colotlenses mas firmes y solidarios de todos los tiempos, quien realizo una increíble campaña política y pese a su trayectoria ciudadana y educativa, sus importantes propuestas e integridad a toda prueba, no alcanzo votos suficientes para una regiduría.

Y no puede uno sino concluir que por allí debe de haber alguna ley natural o divina que previene el que la sabiduría y el poder puedan llegar a estar juntos, no se si para beneficio o desgracia de los seres humanos, pero el tan preconizado gobierno de los filósofos planteado por Platón hace mas de dos mil años, aun no se convierte en realidad y por ello el mundo esta como esta.

Despues de la Derrota

Aun cuando la debacle panista ya había sido anunciada, a tambor batiente y a todos los vientos, no dejo de ser una sorpresa la manera en que totalmente se resquebrajo su unidad. Se rompieron las alianzas, se diluyeron los consensos, se ignoro la disciplina y el panismo se desfondo haciendo agua por todos los frentes y a todos los niveles. Todo parece haberse conjurado en contra del otrora orgulloso partido conservador y después de la derrota, los panistas se dan golpes de pecho, se reparten las culpas a diestra y siniestra, y se proponen cambiar para recuperar la confianza de los ciudadanos y con ello los pingues beneficios del gobernar.

Sin embargo en la fotografía el regreso del PRI al gobierno de nuestra republica no todo resulta precisamente CRISTAL CLEAR. Si bien es evidente que la salida del PAN del gobierno en México obedece a un desastroso e impúdico abuso del poder. Sin embargo, el regreso del PRI, no es el anverso de la moneda, es decir la propuesta y certitud de un ejercicio limpio, eficaz, honesto y responsable, ni tan siquiera de un deseo fidedigno de gobernar conforme a estos principios. No existe una purificación y una refundación de principios, en esta agrupación política, por lo cual el pueblo de México les haya brindado una segunda oportunidad de regir nuestros destinos. La verdad es que los mecanismos utilizados para regresar al gobierno, han sido los mismos de siempre, los del chanchullo, de una y mil maneras, cuyos únicos saldos son los de un gobierno débil, tambaleante y siempre en entredicho tal y como el actual de Calderón, que jamás logro quitarse de encima la pesada sombra de “espurio” y cuya testarudez del presidente por reivindicarse ante el pueblo por este pecado original, nos ha hundido en uno de los mas terribles baños de sangre. Nos gustaría creer que la democracia mexicana, habría evolucionado a un grado tal, que existiría una lógica elemental de causa-consecuencia, la cual guiaría nuestra evolución política en un sentido dialéctico ascendente. A un buen desempeño gubernamental la población premiaría a un partido político con la continuidad de sus candidatos y por el contrario un trabajo malo o mediocre, retirándolo su apoyo. En este caso, el pueblo de México le ha retirado su apoyo a un partido que ha demostrado con creces su avilantez y cinismo social, por otro que tiene un doctorado en la materia y que no se ve por ningún lado la voluntad de cambiar para “bien”.

A Peña Nieto la sociedad ya le cobra la factura y sobre todos los jóvenes y la gente unida en el ciberespacio, quienes le siguen puntual la pista, acechando cada uno de sus hierros, que son muchos y garrafales. Peña Nieto va ser el presidente más escrutinizado de toda nuestra historia y en ese sentido deberá ser también el más puntilloso en el respeto de los modos y las formas, y si pretende arribar a buen puerto este es el momento de las definiciones y las precisiones. Y como dice la sabiduría popular: “contra lo que no se puede, no se puede” “ y a lo hecho, pecho” y “si no puedes con el enemigo, únete a el”

Entre

Entre la espada y la pared
entre la verdad y mis escudos
entre los diferentes yo
y los variados tu
entre lo que nos aguarda
y nos acecha
entre la luz y las tinieblas,
entre la noche y el amanecer
entra la voz y los silencios
entre la cuna y la mortaja
entre lo que quedo
entre lo que callamos
entre lo que sospechamos
en los silencios
en los desencuentros
en lo desesperado
en el pasado
en lo sonado
en lo anhelado
en la fortuna y desamor
en el cansancio
en la espera
en la confianza que ciega
en seguridad que mata
en el remedo
en el sin miedo
en los sueños que vivo
se acabaron los resquicios en que habitaba otro yo
se acabo el doble fondo y la mentira
la puerta de salida
el seguro contra el hambre
el no hacer tierra con el corazón
el andar entre las ramas
el esperar peras del olmo
se acabo una vez un rosario con reproches
un autobús sin nombre
un ave sin destino
una mitad a medias
una madrugada despierta
un respirar sin motivo
una cadena, una condena, una prisión un precipicio
se acabo..

Cien días

Cien días, cien noches de geografías desiertas
de frutas y coral
cien días prendidos a la memoria
sin canto ni sirenas
sin licor
cien días como la luz
como despertar y estar ahí
con un nuevo deseo palpitando
como pez en la arena
necesitando su respiro
como querer querer
y apresar con el entendimiento
cien días enganchados a mi trajín
cien días para cambiar
para destilar y para mudar
para romper la crisálida
para volar
para descender
para tocar el cielo
cien días para imaginar...

Cuando

Cuando abandone Todas las formas de ser
Cuando desanduve caminos
Y desempedré
limpie de mala yerba
Y queme
Cuando la memoria se convirtió en olvido
Cuando la risa recobro el camino
Cuando la soledad se ahuyento
Cuando me quede silente
Cuando aprendí otros lenguajes
Cuando rompí, aleje, rechacé, temí,
Cuando borre, barrí, perdí, corte
Cuando creí, cuando volví, cuando morí
entonces y solo entonces
estuve listo para regresar
para simplemente ser
para caminar
para dejar crecer
para apagar
para recordar
para entristecer
para acompañar
para hablar
para callar
para juntar
para acercar
para tirar
para recobrar
para unir
para dudar
para partir
para vivir…

Recuento

El tiempo y la memoria
lo que se ha juntado desde entonces
lo que ha sido mas a favor que en contra
La raya que fue dejando el arado de nuestras vidas juntas
la semilla que broto en el surco
la proliferación de nuestro jardín
los momentos de intenso quererlos
de infinito sentir
las noches respirando nuestro aliento
las paredes que nos abrigaron
el viaje con tus manos en mi proximidad
nuestras risas y nuestras extensiones
nuestro sonar mas allá de nuestros pequeños yo
nuestro trasiego para llegar a casa a aliviarnos
las sonrisas
los sueños maquillados
la casa limpia
los deberes realizados
los tiempos de dar y los tiempos de recibirla
as incógnitas, los vacíos, las tristezas, los regocijos,
todo lo anterior y todo lo por venir
no son sino el escenario de mi querer
el ambiente de mi amar
el lugar, el animo, el tiempo
desde el que la palabra amor se ha trasformado
y me ha transformado
porque:
mi amor es tu geografía
son tus colores
el arco iris de tu mirada
y de tu piel
tus secretos,
tus rincones
tus ofrendas
tus ritos,
tus obsesiones,
tus silencios,
y de mil maneras
tu risa
tu amor es mi amor dicho y pronunciado
es mi ciclo de sembrar y recoger
tu amor es mi bandera,
la patria dulce, la trinchera,
la espera, la ausencia
el calicanto, el rompeolas,
mi sonar contra el canto de las sirenas
mi brújula, mi astrolabio,
mi estrella guía,
mi todo y mi porque
la duda, la pregunta y la respuesta
los augurios,
las confirmaciones, el azar y lo certero...