Despues de la Derrota
Aun cuando la debacle panista ya había sido anunciada, a tambor batiente y a todos los vientos, no dejo de ser una sorpresa la manera en que totalmente se resquebrajo su unidad. Se rompieron las alianzas, se diluyeron los consensos, se ignoro la disciplina y el panismo se desfondo haciendo agua por todos los frentes y a todos los niveles. Todo parece haberse conjurado en contra del otrora orgulloso partido conservador y después de la derrota, los panistas se dan golpes de pecho, se reparten las culpas a diestra y siniestra, y se proponen cambiar para recuperar la confianza de los ciudadanos y con ello los pingues beneficios del gobernar.
Sin embargo en la fotografía el regreso del PRI al gobierno de nuestra republica no todo resulta precisamente CRISTAL CLEAR. Si bien es evidente que la salida del PAN del gobierno en México obedece a un desastroso e impúdico abuso del poder. Sin embargo, el regreso del PRI, no es el anverso de la moneda, es decir la propuesta y certitud de un ejercicio limpio, eficaz, honesto y responsable, ni tan siquiera de un deseo fidedigno de gobernar conforme a estos principios. No existe una purificación y una refundación de principios, en esta agrupación política, por lo cual el pueblo de México les haya brindado una segunda oportunidad de regir nuestros destinos. La verdad es que los mecanismos utilizados para regresar al gobierno, han sido los mismos de siempre, los del chanchullo, de una y mil maneras, cuyos únicos saldos son los de un gobierno débil, tambaleante y siempre en entredicho tal y como el actual de Calderón, que jamás logro quitarse de encima la pesada sombra de “espurio” y cuya testarudez del presidente por reivindicarse ante el pueblo por este pecado original, nos ha hundido en uno de los mas terribles baños de sangre. Nos gustaría creer que la democracia mexicana, habría evolucionado a un grado tal, que existiría una lógica elemental de causa-consecuencia, la cual guiaría nuestra evolución política en un sentido dialéctico ascendente. A un buen desempeño gubernamental la población premiaría a un partido político con la continuidad de sus candidatos y por el contrario un trabajo malo o mediocre, retirándolo su apoyo. En este caso, el pueblo de México le ha retirado su apoyo a un partido que ha demostrado con creces su avilantez y cinismo social, por otro que tiene un doctorado en la materia y que no se ve por ningún lado la voluntad de cambiar para “bien”.
A Peña Nieto la sociedad ya le cobra la factura y sobre todos los jóvenes y la gente unida en el ciberespacio, quienes le siguen puntual la pista, acechando cada uno de sus hierros, que son muchos y garrafales. Peña Nieto va ser el presidente más escrutinizado de toda nuestra historia y en ese sentido deberá ser también el más puntilloso en el respeto de los modos y las formas, y si pretende arribar a buen puerto este es el momento de las definiciones y las precisiones. Y como dice la sabiduría popular: “contra lo que no se puede, no se puede” “ y a lo hecho, pecho” y “si no puedes con el enemigo, únete a el”
Sin embargo en la fotografía el regreso del PRI al gobierno de nuestra republica no todo resulta precisamente CRISTAL CLEAR. Si bien es evidente que la salida del PAN del gobierno en México obedece a un desastroso e impúdico abuso del poder. Sin embargo, el regreso del PRI, no es el anverso de la moneda, es decir la propuesta y certitud de un ejercicio limpio, eficaz, honesto y responsable, ni tan siquiera de un deseo fidedigno de gobernar conforme a estos principios. No existe una purificación y una refundación de principios, en esta agrupación política, por lo cual el pueblo de México les haya brindado una segunda oportunidad de regir nuestros destinos. La verdad es que los mecanismos utilizados para regresar al gobierno, han sido los mismos de siempre, los del chanchullo, de una y mil maneras, cuyos únicos saldos son los de un gobierno débil, tambaleante y siempre en entredicho tal y como el actual de Calderón, que jamás logro quitarse de encima la pesada sombra de “espurio” y cuya testarudez del presidente por reivindicarse ante el pueblo por este pecado original, nos ha hundido en uno de los mas terribles baños de sangre. Nos gustaría creer que la democracia mexicana, habría evolucionado a un grado tal, que existiría una lógica elemental de causa-consecuencia, la cual guiaría nuestra evolución política en un sentido dialéctico ascendente. A un buen desempeño gubernamental la población premiaría a un partido político con la continuidad de sus candidatos y por el contrario un trabajo malo o mediocre, retirándolo su apoyo. En este caso, el pueblo de México le ha retirado su apoyo a un partido que ha demostrado con creces su avilantez y cinismo social, por otro que tiene un doctorado en la materia y que no se ve por ningún lado la voluntad de cambiar para “bien”.
A Peña Nieto la sociedad ya le cobra la factura y sobre todos los jóvenes y la gente unida en el ciberespacio, quienes le siguen puntual la pista, acechando cada uno de sus hierros, que son muchos y garrafales. Peña Nieto va ser el presidente más escrutinizado de toda nuestra historia y en ese sentido deberá ser también el más puntilloso en el respeto de los modos y las formas, y si pretende arribar a buen puerto este es el momento de las definiciones y las precisiones. Y como dice la sabiduría popular: “contra lo que no se puede, no se puede” “ y a lo hecho, pecho” y “si no puedes con el enemigo, únete a el”
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