Vivir….o morir en Azul
o las desventuras del Nuevo PRI
Tal como las serpientes cambian de piel, los dueños del poder económico y político en México, cambian de nombre su partido. Detrás de ellos dejan un cascaron vacío, que a los ojos de los incautos semeja la misma bestia terrible y corrupta, hasta cierto grado inofensiva, pero muy útil para asustar al pueblo de México, de la misma forma en que a los niños se les asusta con el coco. Precisamente es lo que recientemente ha sucedido en México, ha cambiado de nombre el partido hegemónico. Hoy su nombre no es PRI, ni PNR o PRM, hoy en día se llama Acción Nacional, y no es el partido que enarbola las revoluciones, ni las reivindicaciones del pueblo de México, aun cuando su esencia sigue intocada; sirve a los poderosos intereses de los dueños de México, se sostiene del fraude, de la corrupción, de la mentira y maneja a su antojo a los mexicanos con baratijas, mientras sigue desvalijando lo poco que aun queda y comprometiendo lo que pudiera haber a futuro. Podríamos decir que es un nuevo PRI-RECARGADO, mas funesto y virulento que el anterior, pues hoy en su seno y gracias a la influencia e intereses de llamados neoliberales da cobijo a todos los enemigos ancestrales de México: el clero, los rapaces inversionistas españoles, los Estados Unidos, algunos carteles de narcotraficantes, los apatridas capitalistas conservadores mexicanos, Elba Esther Gordillo y su corrupción sindicalista, entre otros.
“Cambiar todo para que todo siga igual”, es la formula que desde siempre han utilizado los explotadores del pueblo, para saquear, explotar, engañar y corromper. ¿Quién es capaz de distinguir entre los Salinas de Gortari y los Fox Sahagún? De que lado han quedado: Salinas Pliego, Carlos Slim, Elba Esther Gordillo y los Azcarraga.
Sobre este territorio que es México, se han sucedido muchas formas de gobierno distintas, desde los cruentos despotismos tributarios de las civilizaciones precolombinas, hasta la poco prístina democracia panista de Calderón. Pasando por el virreinato, la independencia, el porfiriato y la gloriosa revolución mexicana. Muchos siglos, ideales, caudillos y hombres. Pero la misma constante de siempre, saquear inmisericordemente las riquezas de estas tierras, para beneficio propio.
El pueblo mexicano se ha levantado en armas centenares de veces para quitar del poder a los opresores: los distintos pueblos indígenas, encabezados por Cortéz y un puñado de españoles, echaron abajo el opresivo despotismo azteca. A los españoles los echamos fuera después de casi tres siglos de explotar nuestras minas y utilizarnos como bestias de carga; fuimos seres humanos de segunda categoría en nuestro propio país, inclinando nuestra cerviz, ante el extranjero blanco. Durante la reforma, una lucha fratricida entre hermanos tuvo lugar y los liberales con Juárez a la cabeza lograron someter a la iglesia católica y sus desmedidas influencias y pretensiones. Clero que había acumulado una cuantiosa riqueza económica y que obedecía a los intereses de Roma, no de México y quienes después trajeron de Europa a Maximiliano, para convertirlo en nuestro emperador, y que Juárez y los liberales mexicanos terminaron con este sueño conservador en el Cerro de las Campanas. Porfirio Díaz, además de hacer de México un país en toda la extensión de la palabra, logró someter a la mayor parte de las bandas de delincuentes que asolaban casi cada una de sus regiones. Con mano firme y el uso de las guardias rurales logró pacificar al México bronco de casi sesenta años de desconcierto y anarquía. La revolución mexicana terminó con los excesos del Porfiriato y abrió la posibilidad de un nuevo y diferente control del pueblo mexicano. Así surgieron las centrales campesinos y los sindicatos obreros, que bien cooptados a través de promesas, prebendas o amenazas, bailaron al compás que el gobierno y el partido oficial en turno les tocaron. PNR, PRM o PRI, fueron los sucesivos nombres que la imposición política llevo en México. Cárdenas, no cambio este sojuzgamiento de nuestro pueblo, pero con su apoyo, les arrebato a los intereses extranjeros la explotación directa del petróleo en nuestro subsuelo. Los mexicanos encabezados en distintos momentos, por Cortéz, Hidalgo, Morelos, Juárez, Villa, Carranza, y Cárdenas, lograron romper con los lazos opresivos que asfixiaron a los mexicanos en distintos momentos de su historia.
Pero ahora el Nuevo PRI redivivo, se ha encargado de juntar a todas estas bestias antediluvianas y darles cobijo bajo un mismo nombre: Acción Nacional, con el firme propósito de acabar de una vez por todas con la soberanía de México y de esclavizar a los mexicanos para la eternidad. Por lo pronto ya vendieron todas las empresas del país, redituables o no. Están dilapidando y comprometiendo el petróleo, único recurso activo que nos queda. Han borrado a punta de sobornos en el Congreso Mexicano, las conquistas que el pueblo mexicano se gano en el campo de batalla. Los maleantes se enseñorean por nuestro país, dándose el gusto de matar, secuestrar y extorsionar impunemente a cualquier mexicano. La iglesia regresa a su pedestal; los españoles regresan por sus fueros; los Estados Unidos imponen condiciones económicas y políticas, y enajena islas desaparecidas con grandes yacimientos petrolíferos. Los grandes ricos mexicanos imponen presidentes y gobernadores (Fox y Calderón) .
Por si fuera poco, el Nuevo PRI se ha encargado de desdibujar la tradicional presencia de Mexico en el mundo y principalmente en latinoamerica, en donde hasta hace poco habian regido las politicas de Juarez y Carranza, de respeto y autodeterminacion de los pueblos. Los pueblos latinoamericanos que desde tiempos atras habian visto en Mexico un aliado confiable y un ejemplo a seguir, hoy, repudian las actitudes entreguistas y serviles de los gobernadores mexicanos. Cuba y Venenzuela atestiguan con sobrado encono, este cambio en la tradicional politica mexicana. Fox con su famoso "comes y te vas" y los desafortunados enfrentamientos verbales con el payaso de Hugo Chavez, no supo mantener la estatura que siempre habian tenido los diplomaticos mexicanos y el espurio, en dos años de gobierno no ha revertido esa mala impresión.