Telenovelas
Los mexicanos hemos probado ser adictos irrefrenables de las telenovelas, los increíbles culebrones pasionales que por décadas nos ha endosado televisa y a la que no tan recientemente se ha unido también televisión Azteca. Historias todas ellas en la que el muchacho joven, guapo, rico y educado, se enamora de la jovencita humilde, hermosa e inculta, pero siempre bien capaz y dispuesta a superarse socialmente. Pareja que venciendo todos los obstáculos racionales e irracionales, terminan felizmente ante el altar, jurándose amor eterno. El éxito financiero de las televisoras se asienta sobre esta plataforma de historias de amor, que no por nada se llevan los horarios estelares, y de paso adormecen todo pensamiento crítico entre la generalidad de los mexicanos de todas las edades y estratos sociales.
El éxito económico, terapéutico y social de las telenovelas, no es ninguna novedad en México, lo que si constituye una novedad, es el reality político show que ahora están montando los medios de comunicación para posicionar a su producto político-televisivo: Ernesto Peña Nieto, con vista a las elecciones presidenciales de 2012, en que el duopolio televisivo quiere de una vez por todas instalar su control indiscutido sobre el aparato político del país y en consecuencia sobre el estado mexicano. Por lo menos para el próximo sexenio. Pena Nieto es el irresistible don Juan de esta telenovela y comparte créditos con la Gaviota, actriz estelar de televisión, quien representa por lo menos en la pantalla chica a la heroína clásica de las comedias mexicanas. La estrategia que se vienen cocinando desde hace años, en las primeras etapas había logrado posicionar en las encuestas, al candidato del PRI, como el firme y seguro ganador de la contienda política.
Bajo un panorama político desolador, con un partido en el gobierno con altas tasas de descredito social, sobre todo por las erróneas políticas en materia de seguridad pública, seguidas por el presidente, además de los infinitos indicios de corrupción, ineficiencia y completo desinterés por el bienestar general del país y sus ciudadanos, es que los mexicanos gritan desesperados por un cambio. Y los priistas abanderados por Peña Nieto entienden que los mexicanos lo que piden es un apoteótico regreso del PRI; partido que consagro sus mejores esfuerzos y voluntades para desvalijar el país, durante cerca de setenta años y que castigado en dos ocasiones por sus excesos, por el populo mexicano, y que ahora parece muy cerca de regresar al trono mexicano, por la puerta grande y con todos sus privilegios y canonjías de antaño.
Por lo menos esa es la idea que tienen en mente todos los políticos priistas, que aun siguen vivos y de pie; después de doce años de vivir a la sombra de los mochos panistas, y subsistiendo frugalmente con los magros huesos políticos que han podido conservar, los priistas se aprestan para el gran festín. A lo largo y ancho del país, los priistas se sienten optimistas de que los buenos tiempos están por regresar. Y se han vuelto a aglutinar en los viejos grupos y camarillas políticas, para apoderarse de los mejores huesos del festejo. Parece milagroso, pero incluso muertos y moribundos se levantan de sus fosas y camas, para reclamar su hueso del botín, del que se sienten indiscutiblemente merecedores. Tanta fidelidad partidista, sacrificios y trabajo no pueden ser desdeñados y protestan contra todos los advenedizos y trepadores políticos, que pretenden arrebatarles su recompense por tanto tiempo postergada.
Dice el dicho que “por la boca muere el pez” y precisamente así comenzaron los primeros tropiezos de esta bien urdida trama histriónica. Al actor principal y a sus guionistas, se les fueron las patas y no lo prepararon adecuadamente para una presentación entre intelectuales, y después de tamaño papelón en el que dejo muy en claro su universal ignorancia, después se metió en camisa de once varas, con otras desfortunas declaraciones, en las que evidencio, su total desconocimiento y desinterés por la realidad económica de los mexicanos. Y más tarde envalentonado y urgido por su crecida corte de compinches, deshizo los acuerdos con la maestra Elba Esther y testaferros, con tal de no compartir el botín, del que los últimos exigían una tajada más grande que sus fuerzas. Estos sucesivos errores han ido desmoronando la ventaja competitiva con la que arranco el delfín priista. Si a esto le sumamos que López Obrador, va arrasar entre los pobres a medida que se radicalice la campana y que Josefina está en proceso de olvidar sus odios y amarrar una alianza con su otrora enemiga a muerte, con tal de dar la sorpresa en esta campana. Por lo pronto ya trajo una vez más a su publicista favorita, autor de la campana negra que termino con las aspiraciones del Peje en la pasada elección y esta trabajando muy de cerca con todos los sacerdotes y mochos del país, para garantizar el voto cristero. Los recursos del estado se aprestan para hacer el milagro y por si fuera poco, el mismísimo papa va a venir a darle la venia divina, para que se alce con el triunfo.
Resulta sorprendente la disciplina partidaria panista, en los comicios internos para elegir candidatos a representantes en los diferentes niveles de gobierno, hemos visto como los panistas sin excepción se han hecho trampas, cometido fraude, acusado negativamente de todo, se ha dado patadas bajo la mesa, se ha quejado , han chillado, se han acusado mutuamente y ante diferentes organismos de injusticia , pero al final siempre se disciplinan, y al igual que lo maderos de san Juan, alcanzan su hueso y se quedan muy tranquilos como si nada hubiese pasado. Esa si es una encomiable muestra de madurez política, que los priistas colotlenses no hemos sabido aquilatar. Josefina, Santiago y se acusaron de fraude y al final todo quedo en simples dislates. Petersen Farah hizo lo propio en la interna por la gubernatura en Jalisco y ahora Erasmo interpone sus quejas e inconformidades también ante el pírrico triunfo de Víctor, tan solo 4 votos separaron a uno del otro. Pero todo está destinado a resolverse en casa, con todo y que la basura y la mugre salen al conocimiento público.
En el PRI nacional y estatal, no hubo necesidad de fraudes y mapachadas, el dedazo se impuso con Pena Nieto y Sandoval, pero a nivel local, la cosa esta que arde. Tres grupos se disputan con todo la nominación del candidato y los golpes bajos están a la orden del día. Al igual que en el resto del país, los grupos políticos viejos y nuevos, agarraron su segundo aire y vinieron a la palestra con todo para pelear la nominación: El Dr. Chuy , representante de Osbaldistas y Claudistas, disputan contra el viejo grupo cobijado bajo el ala de Samuel Fernández y abanderado por Chuy Navarro, por otro lado el Dr. Antonio Flores, encabeza al grupo de los Quichos. El único pronostico posible, es que el Nuevo PRI colotlense va a salir igual o más fracturado que siempre, de este ejercicio democrático.
El éxito económico, terapéutico y social de las telenovelas, no es ninguna novedad en México, lo que si constituye una novedad, es el reality político show que ahora están montando los medios de comunicación para posicionar a su producto político-televisivo: Ernesto Peña Nieto, con vista a las elecciones presidenciales de 2012, en que el duopolio televisivo quiere de una vez por todas instalar su control indiscutido sobre el aparato político del país y en consecuencia sobre el estado mexicano. Por lo menos para el próximo sexenio. Pena Nieto es el irresistible don Juan de esta telenovela y comparte créditos con la Gaviota, actriz estelar de televisión, quien representa por lo menos en la pantalla chica a la heroína clásica de las comedias mexicanas. La estrategia que se vienen cocinando desde hace años, en las primeras etapas había logrado posicionar en las encuestas, al candidato del PRI, como el firme y seguro ganador de la contienda política.
Bajo un panorama político desolador, con un partido en el gobierno con altas tasas de descredito social, sobre todo por las erróneas políticas en materia de seguridad pública, seguidas por el presidente, además de los infinitos indicios de corrupción, ineficiencia y completo desinterés por el bienestar general del país y sus ciudadanos, es que los mexicanos gritan desesperados por un cambio. Y los priistas abanderados por Peña Nieto entienden que los mexicanos lo que piden es un apoteótico regreso del PRI; partido que consagro sus mejores esfuerzos y voluntades para desvalijar el país, durante cerca de setenta años y que castigado en dos ocasiones por sus excesos, por el populo mexicano, y que ahora parece muy cerca de regresar al trono mexicano, por la puerta grande y con todos sus privilegios y canonjías de antaño.
Por lo menos esa es la idea que tienen en mente todos los políticos priistas, que aun siguen vivos y de pie; después de doce años de vivir a la sombra de los mochos panistas, y subsistiendo frugalmente con los magros huesos políticos que han podido conservar, los priistas se aprestan para el gran festín. A lo largo y ancho del país, los priistas se sienten optimistas de que los buenos tiempos están por regresar. Y se han vuelto a aglutinar en los viejos grupos y camarillas políticas, para apoderarse de los mejores huesos del festejo. Parece milagroso, pero incluso muertos y moribundos se levantan de sus fosas y camas, para reclamar su hueso del botín, del que se sienten indiscutiblemente merecedores. Tanta fidelidad partidista, sacrificios y trabajo no pueden ser desdeñados y protestan contra todos los advenedizos y trepadores políticos, que pretenden arrebatarles su recompense por tanto tiempo postergada.
Dice el dicho que “por la boca muere el pez” y precisamente así comenzaron los primeros tropiezos de esta bien urdida trama histriónica. Al actor principal y a sus guionistas, se les fueron las patas y no lo prepararon adecuadamente para una presentación entre intelectuales, y después de tamaño papelón en el que dejo muy en claro su universal ignorancia, después se metió en camisa de once varas, con otras desfortunas declaraciones, en las que evidencio, su total desconocimiento y desinterés por la realidad económica de los mexicanos. Y más tarde envalentonado y urgido por su crecida corte de compinches, deshizo los acuerdos con la maestra Elba Esther y testaferros, con tal de no compartir el botín, del que los últimos exigían una tajada más grande que sus fuerzas. Estos sucesivos errores han ido desmoronando la ventaja competitiva con la que arranco el delfín priista. Si a esto le sumamos que López Obrador, va arrasar entre los pobres a medida que se radicalice la campana y que Josefina está en proceso de olvidar sus odios y amarrar una alianza con su otrora enemiga a muerte, con tal de dar la sorpresa en esta campana. Por lo pronto ya trajo una vez más a su publicista favorita, autor de la campana negra que termino con las aspiraciones del Peje en la pasada elección y esta trabajando muy de cerca con todos los sacerdotes y mochos del país, para garantizar el voto cristero. Los recursos del estado se aprestan para hacer el milagro y por si fuera poco, el mismísimo papa va a venir a darle la venia divina, para que se alce con el triunfo.
Resulta sorprendente la disciplina partidaria panista, en los comicios internos para elegir candidatos a representantes en los diferentes niveles de gobierno, hemos visto como los panistas sin excepción se han hecho trampas, cometido fraude, acusado negativamente de todo, se ha dado patadas bajo la mesa, se ha quejado , han chillado, se han acusado mutuamente y ante diferentes organismos de injusticia , pero al final siempre se disciplinan, y al igual que lo maderos de san Juan, alcanzan su hueso y se quedan muy tranquilos como si nada hubiese pasado. Esa si es una encomiable muestra de madurez política, que los priistas colotlenses no hemos sabido aquilatar. Josefina, Santiago y se acusaron de fraude y al final todo quedo en simples dislates. Petersen Farah hizo lo propio en la interna por la gubernatura en Jalisco y ahora Erasmo interpone sus quejas e inconformidades también ante el pírrico triunfo de Víctor, tan solo 4 votos separaron a uno del otro. Pero todo está destinado a resolverse en casa, con todo y que la basura y la mugre salen al conocimiento público.
En el PRI nacional y estatal, no hubo necesidad de fraudes y mapachadas, el dedazo se impuso con Pena Nieto y Sandoval, pero a nivel local, la cosa esta que arde. Tres grupos se disputan con todo la nominación del candidato y los golpes bajos están a la orden del día. Al igual que en el resto del país, los grupos políticos viejos y nuevos, agarraron su segundo aire y vinieron a la palestra con todo para pelear la nominación: El Dr. Chuy , representante de Osbaldistas y Claudistas, disputan contra el viejo grupo cobijado bajo el ala de Samuel Fernández y abanderado por Chuy Navarro, por otro lado el Dr. Antonio Flores, encabeza al grupo de los Quichos. El único pronostico posible, es que el Nuevo PRI colotlense va a salir igual o más fracturado que siempre, de este ejercicio democrático.