Un Charro Colotlense de 13 Años de Edad Brilla a Nivel Nacional.
Una agradable sorpresa para los colotlenses aficionados al deporte charro, fue el primer lugar en jineteo de toro de la categoría individual juvenil, que obtuvo el jovencito Gustavo Sánchez Vazquez este pasado mes de julio y principios de agosto, en el XXIII Campeonato Nacional Charro Infantil, Juvenil y de Escaramuzas, que tuvo lugar en Durango Dgo. Evento en el que participo el equipo juvenil de la Asociación de Charros de Colotlán logrando un cuarto lugar a nivel nacional.
Gustavo Sánchez Vazquez es un jovencito sencillo de apenas 13 años de edad, de trato agradable, figura delgada y fino bozo. Recién terminó el primer grado de secundaria con excelentes calificaciones y lugar en el cuadro de honor de la escuela. Le gusta el béisbol y juega las posiciones de short-stop y outfielder, pero su pasión es la charrería y es una afición heredada por su padre Gustavo Sánchez Márquez y sus tíos Miguel y Daniel Vazquez, quienes de apenas un año ya lo hacían participar a caballo y vestido de charro en los desfiles y a los cinco o seis años de edad lo subían a fuerzas a jinetear a los becerros. Pero como dicen que el mal trato ingre, pues termino por gustarle el deporte y de motu proprio ingreso a la escuela de charrería cuando esta abrió sus puertas. Su padre Gustavo desde pequeño tuvo la espina de ser charro, pero no se dieron las circunstancias, por lo que disfruto de rodeos y jaripeos. Sus tíos Daniel y Miguel tuvieron la oportunidad de jinetear toros en charreadas y rodeos americanos, con no malos resultados, estos ejemplos y el gusto de su padre por la fiesta charra arraigaron también en él.
Gustavito se montó oficialmente a su primer toro en un evento en el lienzo charro Gabriel Campos de Colotlán.
Y con evidente regocijo Gustavo nos comparte sus emociones al montar un toro:
“Cuando te subes al toro se sienten mariposas en la panza, adrenalina, poquitos nervios, se te reseca la boca, y se siente más eso cuando te están empretalando porque el animal se inquieta y se mueve. Pero cuando te aprietan las manos se te quita y entonces abren la puerta del cajón de empretalamiento y sales.”
Y agrega emocionado:
“Cuando estas arriba del toro, no ves la gente, solo tú y el toro en ese momento, es como una especie de comunión. Y cuando le aguantas muchos reparos seguidos al toro es una sensación muy especial, después me bajo de él y pues a correr, pues hay algunos que se te dejan ir entonces corro a la barda del anillo para tratar de protegerme de una embestida y después recojo mi pretal y verijero y me voy con los del equipo, que siempre me reciben con palabras de aliento.”
Gus, como con cariño le llaman sus padres, tiene predilección por el paso de la muerte, jineteo de toro y colas en las suertes charras, pero está trabajando duro con el floreo y las manganas porque su aspiración es dominarlas todas ellas. Sabe que para triunfar en este deporte se requiere de mucha entrega y por ello es muy disciplinado y responsable con sus prácticas, los martes y los sábados son sagrados, son los días que acude al lienzo charro a practicar, y desde luego a disfrutar de la compañía de sus amigos, los otros integrantes del equipo.
Para Gus participar en “El Nacionalito” de Durango no fue sencillo pues por sus trece años de edad, su categoría natural era la infantil, pero como en Colotlán no había suficientes integrantes para un equipo en esa etapa, así que la invitación a participar con los juveniles le cayó como anillo al dedo. Sin embargo en este nivel los becerros son de arriba de 350 kilos, mucho más pesados que a los estaba acostumbrado a jinetear y los representantes del equipo tenían la preocupación de que pudiera recibir un mal golpe. Le propusieron cambiarle el jineteo de toro por el de la yegua, ya que la yegua la lleva el propio equipo y pueden escoger una a propósito para el jinete, en cambio el toro se adjudica por sorteo. Gustavito se aferró y finalmente aceptaron darle la suerte de jinete de toro.
Gustavo nos confiesa al respecto:
“Me dio tristeza, pensé que no me querían dejar participar. Mi papá hablo con ellos y ya Daniel acepto que jineteara el toro y dijo:
- Como ustedes quieran, uno lo hace por evitarle un golpe, pero si ustedes están de acuerdo, por nosotros no hay problema. Si él quiere adelante.”
Gustavo, padre a su vez nos refiere:
-Gracias a Dios tuvimos suerte. En las charreada presentan tres toros y los sortean entre los equipos, y a Gus le toco el mejor de los tres, le toco el más reparador y el hizo un excelente trabajo alcanzando 25 puntos en el jineteo de toro, en total el equipo logro 237 puntos al final.
Manuel Urista Pacheco, es el instructor de la Escuela de Charrería del Municipio de Colotlán, de familia de charros. Ha estado al frente de la instrucción de los jóvenes estudiantes desde el inicio de actividades de la institución. Originario de Colotlán, se formó con el equipo de charros local y ha participado con otros charros como los de Tlaltenango y actualmente forma parte de un equipo regiomontano, La Hacienda Morgan, aunque domina varias suertes su especialidad es la soga. Ha sido instructor de charrería en diversas comunidades y municipios, pero desde hace más de dos años está al frente de la escuela de Colotlán, con dos grupos: principiantes y avanzados. Y con el gran amor y respeto que tiene por la charrería se ha dado a la tarea de preparar a conciencia sus pupilos en todas las suertes charras, practicando dos veces por semana. Su trabajo ha rendido buenos frutos, con un cuarto lugar general del equipo en la categoría juvenil, un primer lugar individual en jinete de toros asi como un tercer lugar individual en manganas a pie en “El XXIII Campeonato Nacional Charro Infantil, Juvenil y de Escaramuzas”, celebrado el pasado mes de Julio del 2015 en Durango, Dgo.
En el campeonato de Durango participaron con el equipo los jóvenes:
Gustavo Sánchez Vazquez, en jineteo de toro.
Marcos Sánchez Campos, participo en colas y jineteo de yegua.
Enrique Ruvalcaba, terna y colas
José Eduardo Orozco, cala
Chuy Navarro González, colas, paso de la muerte y piales
Daniel Ortega Sánchez, manganas a pie y terna
El equipo alcanzo 237 puntos suficientes para el 4to lugar a nivel nacional. En la ceremonia de premiación estuvieron presentes: Miguel Ángel Pascual Islas, Presidente de la Federación Mexicana de Charrería y Andrés Eduardo Aceves Hernández, Presidente de la Unión de Asociaciones de Jalisco (PUA). Mismos que alentaron a los jóvenes a continuar por este camino de trabajo, disciplina y éxito.
Para finalizar esta entrevista Gustavo externó:
“Doy gracias a mi papá y a mi tío Daniel, pues ellos me fueron inculcando el gusto por la jineteada, ellos también lo hacían y me da mucho gusto que se sienten contentos de mi logro. Hoy no solo tengo la pasión de jinetear sino que también disfruto todas las suertes charras.”
Y no dejo de agradecer de especial manera a su instructor Manuel Urista, que en estos dos últimos años no ha dejado de brindarle todo su apoyo, conocimientos y experiencia y desde luego también el de Aldo Rosales, un amigo de su padre y un gran jinete de toros, quien nunca ha dejado solos ni al padre ni al hijo, cuando de jinetear un toro se trata. Él les ha brindado, no solo su amistad sin condiciones, sino también su infinita experiencia en el arte de jinetear toros y su apoyo en el cajón de empretalamiento. Han sido todos ellos los que lo han preparado para sostenerse sobre el lomo de los animales con tanta pericia.
Y desde luego también a Dios y a su ángel de la guarda, que lo cuidan de todo mal y a los que les dedica una oración, cada vez que termina con bien una suerte charra. Como signo de devoción siempre lleva una crucecita en el moño y una imagen de su ángel de la guarda y otra de la oración del charro, entre los forros de su sombrero, mismas que su mamá la Sra. Chela Vazquez como cariñosamente la menciona Gus en esta entrevista compra por muchas cada vez que visita al Señor de los Rayos en Temastian, y bueno hay que hacer notar que las dos hermanas (Gabriela y Alejandra Sánchez Vazquez) de Gustavo son también escaramuzas y la necesidad de protección celestial mucha, lo mismo que la facilidad con que se extravían las estampitas.
Da gusto saber que talentos infantiles y juveniles comienzan a destacar en nuestra región, Gustavo Sánchez Vazquez es un orgullo y ejemplo a seguir para los jóvenes de nuestra comunidad, sin duda el éxito no solo es de él, el apoyo de los padres es de vital importancia para que esto se pueda dar, pero así como él, estoy seguro que tenemos muchos más. El punto es que las organizaciones gubernamentales, educativas y deportivas patrocinen, fomenten y den continuidad a todo aquello que favorezca este sector de la población.