Monday, November 7, 2011

El magisterio a través del tiempo: transformando la educación en la región.







En fechas recientes festejamos los 34 años de vida de una de las más importantes instituciones en nuestra comunidad, la Escuela Normal Experimental de Colotlán, institución que vino a fortalecer la vida económica, cívica, cultural, deportiva y académica de nuestra región. Desde los primeros años del nacimiento de la escuela normal, la vida comunitaria se vio impactada de diferentes formas, gracias al trabajo entusiasta, obsequioso y liberal de los alumnos y maestros de la misma. Los desfiles y festejos cívicos vinieron a ganar con la impresionante presencia de los normalistas, quienes introdujeron marcialidad a los desfiles tradicionales y emoción y adrenalina a aquellos deportivos del veinte de noviembre. Las tablas rítmicas y sobre todo las tremendas pirámides de los normalistas siempre causaban sorpresa y expectación, entre los colotlenses. Quermeses, charlotadas y eventos culturales adquirieron una nueva dimensión, gracias al trabajo y creatividad de los normalistas. La noción de baile folklórico alcanzo una nueva realidad con los ballets surgidos en el seno de la normal y se han perpetuado con el nombre de Goyo Quezada, uno de los grandes maestros municipales de danza en nuestra comunidad y producto de los primeros años de esta escuela. ¿Quién no recuerda el tremendo empuje deportivo que los normalistas trajeron a los torneos locales, de basquetbol, voleibol y futbol? Incluso de entre aquellas primeras generaciones se perpetuo por prolongado periodo aquel famoso equipo de basket Ball, denominado “Magisterio”, que disputo con garra y hacienda gala de tremenda puntería muchos torneos locales. Los normalistas han venido a ser una parte viva y muy positiva de la vida cotidiana de la comunidad. En treinta años su presencia ha permeado cada uno de los espacios de nuestro quehacer comunitario, muchos estudiantes de otras latitudes han venido a estudiar y enriquecer nuestras propias vidas, bastantes de ellos se han quedado entre nosotros y sino por lo menos han dejado grandes amigos en estos lares. Pero es sobre todo en material económica que la Normal se han constituido en uno de los capítulos mas afortunados para nuestra comunidad, centenares de jóvenes han encontrado una generosa profesión, que los ha llevado ha disfrutar de una vida modesta, pero segura.

Fue en el año de 1976 que arranco el proyecto de las normales experimentales en todo el país, con el objetivo del gobierno, de crear opciones educativas en las zonas rurales, que fueran económicas y fundamentalmente autosostenibles; que produjeran profesores con arraigo en sus comunidades y que la propia comunidad les ayudara a solventar sus necesidades. Para ello se constituyeron patronatos encargados del sostenimiento de las escuelas, desde la construcción del inmueble hasta proveer de materiales básicos. El gobierno federal atendería el sueldo de los profesores y garantizaría plazas para los egresados.

Al conocer este proyecto el Profesor Misael Macías Velázquez, originario de esta región y gracias a sus buenas relaciones dentro de la Secretaría de Educación Pública, donde laboraba, interviene de manera decidida para lograr la autorización de que una de esas Normales se fundara en Colotlán, lo que consigue con sus gestiones.

La fundación de la Normal en Colotlán vino a modificar sustancialmente la forma en que hasta ese momento se formaban e integraban los cuadros magisteriales en el municipio. Tradicionalmente la inserción de un nuevo profesor al sistema educativo estatal o federal, estaba determinada por la decisión del inspector de la zona, apoyado por la recomendación de profesores locales de su confianza y estimación y avalado por sus superiores. Los candidatos se seleccionaban de una serie de recomendados (as), principalmente señoritas que se habían distinguido al cursar los anos de instrucción primaria por su dedicación, inteligencia, disciplina, obediencia, limpieza, puntualidad, propiedad y recato. Es decir, en teoría, las profesoras se seleccionaban de entre las alumnas con mayores aptitudes y quizás también, mejor recomendadas. De esta forma se garantizaba una especie de uniformidad entre el grupo de profesores en cuanto al tipo de disciplina, métodos de trabajo y comportamiento. Muchas de esas nuevas profesoras ya habían probado su eficacia al convertirse en monitores de las profesoras durante sus clases y cuando se integraban a sus propios grupos ya contaban con cierta experiencia y reproducían un tipo de educación fundamentalmente tradicionalista, sustentada en una férrea disciplina, un excesivo trabajo de memorización y de prácticas repetitivas. Andando el tiempo si estos nuevos profesores y profesoras, tenían la oportunidad pasaban por la educación normalista, para ratificar el titulo, lo que no era muy frecuente. Durante el periodo cardenista, este método de selección se modifico sustancialmente en nuestra comunidad, al exigírsele a los aspirantes a profesores, compartir la vocación revolucionaria y socialista de las autoridades gubernamentales. Se les requirió compartir el fervor revolucionario y fundamentalmente anticatólico. Como no había muchos aspirantes con profundas convicciones socialistas, entre nosotros se suplió ese requisito, con un buen numero de ciudadanos con tendencias protestantes. Si bien no eran socialistas, por lo menos estaban muy lejos de simpatizar con el catolicismo en rebeldía, y con eso bastaba. Muchos de nuestros coterráneos se adhirieron al sistema educativo bajo esas premisas.

Pero fue a principios de los setenta que el gobierno se preocupo por que la mayoría de los maestros que ejercían sin titulo en la comunidad, tuvieran la posibilidad de obtenerlo a través de una escuela Normal que funcionaba los sábados. Esa fue la Escuela Normal para Profesores de Educación Primaria en Servicio Sistema Abierto (ENPEPSSA). Su Director era el Prof. Camilo Acebo Gutiérrez, quien al autorizarse la fundación de la Normal Experimental, recibió el encargo de ser el Director de la nueva institución y por ende, preparar todo lo necesario para tal fin.

El profesor Camilo se encargo de invitar a maestros de la localidad, para integrarse a trabajar en la Normal por fundarse, coincidentemente la mayoría de estos profesores, eran muy jóvenes, titulados, muy activos y generalmente afectos al deporte, tales como los profesores: J. Guadalupe Ceballos Román, José Luis Pinedo Pinedo, y Francisco Javier Pinedo Villa. Algunos otros, eran originarios de lugares distantes, y se caracterizaban por ser abiertos, comunicativos y con una idea del perfil del profesor, muy distinta del característico maestro de nuestra comunidad.

Mario de Santiago en una entrevista transmitida por el radio de la UdeG, recordaba que profesores que vinieron en los setentas como José Azael Ku Balán, Manuel Carrera Jordán, Quiroz Acevedo y Zulub, cambiaron la percepción que la comunidad y sobre todo los estudiantes tenían de los profesores. Acostumbrados a maestros estrictos, en extremo afectados y circunspectos, los nuevos profesores eran el reverso de la moneda: alegres, joviales, abiertos, comunicativos, bromistas e interesados en las actividades extraclase, ellos favorecieron el desarrollo del deporte en las comunidades. Y al final ese fue el prototipo del profesor que se desarrollo en la normal de Colotlán, un profesor alejado del acartonamiento del maestro tradicional y más cercano y sensible a la realidad del alumno.

Para que el proyecto finalmente cristalizara el profesor Camilo debió realizar innumerables actividades en conjunción con las autoridades municipales y educativas, hasta que finalmente logro la constitución del Patronato que quedo integrado de la siguiente manera:

Presidente: Sr. Manuel Herrera Herrera
Secretario: Prof. J. Gertrudis Ramos Estrada
Tesorero: Sr. Mariano Rosales
Vocales: Prof. Felipe Valdez Pacheco y Profr. Jesús Ma. Pinto Herrera

Las oficinas de la nueva escuela se instalaron provisionalmente en la Presidencia Municipal y finalmente el día 26 de septiembre de 1977 nace la Escuela Normal Experimental de Colotlán, comenzando sus labores académicas en dos aulas prestadas de la Escuela Primaria Rural Federal "Adolfo López Mateos" del Barrio de Chihuahua, con una inscripción de 102 alumnos, distribuidos en los dos primeros grupos con que contó el nuevo plantel. El horario fue vespertino para no interferir con las clases de la Escuela Primaria.

El personal fundador que acompañó al Director Camilo Acebo Gutiérrez en los inicios de la Normal fue:

Subdirector TECNICO:
Prof. José Azael Ku Balán
Docentes
Prof. Arellano Enciso José Luis
Prof. Carrera Jordán Manuel
Profa. Carrillo Flores María del Carmen
Prof. Ceballos Román J. Guadalupe
Profa. González Castro Ma. Luisa
Prof. Miramontes Máquez Armando
Prof. Pinedo Pinedo José Luis
Prof. Pinedo Villa Francisco Javier
Prof. Quiroz Acevedo Juan Miguel de Jesús
Ing. Ramos Álvarez Carlos
Secretaria:
Srita. Velia Alicia Navarro Núñez
Intendente: Sr. Sebastián Valenzuela Gutiérrez
El Plan de Estudios con el cual se empezó la formación de profesores en esta escuela Normal fue el 75, que incluía las materias y su didáctica (español, Matemáticas, Ciencias Naturales y Ciencias Sociales).

PARTE II

En un momento como el presente, en el que nuestro país tiene prendidas las luces de emergencia en todos los frentes, muchos mexicanos nos preguntamos las razones por las que nos cayo el chahuistle y siendo las causas múltiples y variadas, terminamos por convencernos que toda solución no puede surgir sin una radical transformación en materia educativa; educar a los mexicanos, pareciera ser la única llave a futura para salir del abismo. Y el punto de partida necesariamente se convierte el entender que le paso a nuestro sistema educativo, así que nuestra preocupación se centra en tratar de entender que sucedió con el sistema educativo en el municipio. Cual ha sido el derrotero que han seguido sus principales instituciones y personajes. En días recientes festejamos los 34 años de existencia de la Normal Experimental de Colotlán y siendo esta una de las piezas claves del proceso educativo iniciamos por allí.

La Escuela Normal Experimental se crea en un momento en que el interés del gobierno federal dejo de lado la satisfacción de las demandas más sentidas de los excluidos, los campesinos y los indígenas, tal como lo fue durante la presidencia de Lázaro Cárdenas, momento en que la escuela popular cobro notable valor y que se impulsaron las escuelas rurales federales; las escuelas regionales campesinas con becas e internados mixtos; se fomentan centros escolares de trabajo; los internados indígenas, y la educación técnica tuvo una de sus grandes manifestaciones con la creación del Instituto Politécnico Nacional. Fue hasta la década de los sesentas que se mantuvo vigente ese compromiso con los desposeídos y la orientación agraria en la educación, con profesores muy comprometidos con sus pueblos; el proceso de urbanización y los cambios de programas distanciaron a profesores y sus comunidades; desde entonces la SEP fue desentendiéndose de todo, y los alumnos son más miserables y los profesores sin unidad y sin lucha. Si en épocas anteriores el profesor rural tenia la convicción de que parte de su labor era auxiliar al campesino y al indígena a superar sus condiciones miserable de existencia, en los anos de fundación de la normal, la utilización de la educación como una herramienta de clase para romper con las trabas sociales, que limitan el desenvolvimiento intelectual y económico del ser humano, ha caído en desuso y la educación se convierte en una anodina forma de superación y mejoramiento individual.

La plantilla de maestros se integra principalmente de una generación de jóvenes, casi totalmente desligados de aquellos antiguos profesores que encabezaron el radical movimiento cardenista de la educación socialista. Y su proyecto educativo va ser un modelo nuevo, fuertemente orientado hacia las actividades extracurriculares: deportes, danza, música y organización de festivales.

En lo académico, la reducida especialización del profesorado va condicionar severamente la formación académica del estudiantado, máxime si se toma en cuenta, que los alumnos salían directamente de la secundaria a la normal. Si bien el nivel académico de los profesores fue gradualmente incrementándose, gracias a los cursos de especialización y la experiencia que con los años fueron ganando los profesores, hubo otro factor que incidió negativamente en el nivel académico, fue el hecho de que la plantilla de maestros se mantuvo cerrada, el contacto e intercambio de maestros de otras normales, se mantuvo muy reducido y jamás se abrió la oportunidad de introducir profesionales de otras áreas del conocimiento humano. A diferencia de la normal, la Escuela Preparatoria Regional de Colotlán, que se fundo apenas un quinquenio después, favoreció la inserción de profesores con distintas formaciones profesionales: abogados, doctores, ingenieros, agrónomos, licenciados en historia, literatura, psicología etc., le dieron cuerpo a esa institución, favoreciendo una formación mas rica e interdisciplinaria, situación que no sucedió en la normal. Recordaba el actual presidente municipal de Colotlán, José Luis Carrillo Sandoval miembro de la primera generación de alumnos de la normal, que fue uno de los primeros en hacer una maestría y replicarla en su comunidad, incluso a sus mismos profesores.

“Fui uno de los primeros egresados que hice la maestría. Por sugerencia del maestro Francisco Pinedo la hice en la Universidad… Aquí no había todavía. Mis primeros alumnos de la maestría fueron mis profesores, toda la planta mayor…Un reto muy grande que me tambaleo profesionalmente."

En honor a la verdad hay que decir que los últimos quinquenios el magisterio colotlense se ha tomado muy a pecho la capacitación, y es muy raro aquel que no asiste a los tradicionales cursos de verano en busca de una especialidad y no solo eso, una gran cantidad de ellos han buscado maestrías, doctorados, diplomados, simposiums y cursos de toda suerte, sin faltar aquellos que han hecho su preparatoria para después buscar una carrera en el campus universitario. Decenas de ellos han realizado diplomados en el Colegio de Jalisco y sus trabajos son muy buenos. Nuestros maestros sino están bien preparados, por lo menos tienen muchos títulos que así lo acreditan y los han llevado muy alto en el escalafón, así como han reforzado su autoestima y a no pocos el ego. Lo que resulta una lastima es que todo ese cúmulo de conocimientos sigue sin reflejarse en las aulas. Nuestros alumnos siguen tan mal preparados como antes. Con excepción de los hijos de ricos y maestros, pocos saben leer y muchos menos escribir. Pero tengo fe de que estemos a solo unos pasos de de esa gran revolución en las ideas que transformara nuestro municipio. Quizás solo falte esperar a que todas esas semillas sembradas de conocimientos, cualquier día de estos salgan a la luz. La deslumbrante luz del conocimiento universitario ha logrado obnubilar positivamente a muchos.

Cuando la normal se instala en Colotlán, se abrió la oportunidad para que muchos jóvenes encontraran una carrera a seguir en la vida, desafortunadamente como ellos mismos los explican, no existía la vocación de ser maestros y no tenían la mas remota idea de lo que significaba la carrera magisterial y reconocen que aun cuando ingresaron con entusiasmo y verdadera voluntad de aprender, el magisterio fue la única opción educativa, al alcance de ellos y la tomaron por cuestiones económicas, sin embargo en la gran mayoría de los casos, no fue propiamente su elección, si hubiesen tenido otras opciones, muchos de ellos hubiesen escogido otra profesión.

Jaime Leaños expreso al respecto:

“…ni por la mente me pasaba ser maestro, pero como no había otra opción, allí nos metimos. Y bueno en el servicio aprendí a ser maestro, y aquí estamos con treinta anos de servicio...el primer día de clases fue el segundo examen recepcional, la comunidad en la que trabaje quedaba a ocho horas a caballo y me toco trabajar con 43 niños y adolescentes, algunos eran de mi edad y andaban armados. Había muchas carencias, las aulas no tenían pizarrón y un solo profesor tenia que ensenar los seis grados. Yo trabaje mañana y tarde para poder atenderlos.”

Otra exalumna menciono:

“Al salir de la normal y enfrentarme al grupo fue un gran reto, al final del ano me di cuenta que solo había cubierto tres cuartas partes del programa. Sin embargo nuestra escuela saco el primer lugar del concurso de primaria de sexto ano, los otros maestros se preguntaban como una comunidad tan pequeña como la Cocuasco, Chimaltitan y con una maestra recién egresada había ganado el concurso.

La maestra Margarita Chávez reconoce que ella si hubiera estudiado otra carrera, pero por motivos económicos se decidió por la normal.


Las escuelas normales experimentales se formaron con apoyos muy reducidos, en realidad el gobierno federal tan solo aporto el sueldo de los maestros y deja en manos de la sociedad civil (un patronato) la solución de todos los otros gastos, así como de proveerse de su propio inmueble. La plantilla de maestros se constituyo a partir de los recursos locales, que en la mayoría de los casos son profesores titulados, pero sin ningún tipo de especialización. Y sobre los hombros de estos maestros se deposita la pesada carga de formar las nuevas generaciones de maestros para sus comunidades. Con esta estrategia se alcanza un gran éxito, el de favorecer el arraigo del profesor a sus comunidad, pues siendo del mismo lugar, es mas fácil que decida permanecer allí, situación que anteriormente generaba muchos problemas. Los profesores venidos de lugares distantes, buscaban a toda costa y a la brevedad, reubicarse en otro sitio.

Francisco Javier González Ávila uno de los exalumnos de la primer generación nos ofrece una opinión muy rica que habla de las fortalezas de aquella recién inaugurada escuela normal, haciendo hincapié en los valores que fomentaba y reflexionando sobre los problemas que actualmente enfrenta el sistema educativo, que pese a un buen numero de reformas sigue estancada en el tradicionalismo, como quien dice: "hay que cambiar todo, para que nada cambie".

"Soy profesor de una escuela normal, por once anos estuve al frente de ella. No me gusta doblar las paginas del pasado, pero siempre puede uno enriquecerse de las experiencias y recordar sobre todo como la dinámica del población del municipio nos ayudo a no desertar de la institución, gracias al apoyo de los maestros, del interactuar con los compañeros. Y como siempre enfrentamos con entusiasmo las dificultades, lo cual nos ayudo a formarnos una actitud personal y profesional, y sobre todo gracias a la forma de trabajo de la escuela. Pues teníamos actividades todo el día. Actualmente las reformas deben considerar esas actividades como parte del trabajo y no deben perderse, pues fortalecen la creatividad: la formación artística, educación física, danza, teatro, música, banda de guerra y las herramientas tecnológicas. Las evaluaciones internacionales (PISA) son parciales, no toman en cuenta esos valores de actitud."
"La educación sigue conservándose tradicional, nos hemos ido quedando atrás de lo que nos demanda la sociedad. Me han tocado varias reformas, pero sigue siendo lo mismo, caemos de nuevo en lo tradicional. La formación del maestro es de actitud de comportamiento con la sociedad, los compañeros con entusiasmo, dinamismo y gestoría."

“Si no cambiamos nosotros, no va a cambiar la educación”

El maestro Francisco Javier toca temas realmente importantes de la educación en nuestra comunidad y en general en el país. Me parece relevante el posicionamiento que hace de las actividades extracurriculares, como parte fundamental de la formación del profesor, esa es quizás la gran aportación que la ENECO hace al sistema educativo y en donde queda mayormente patente su huella. No es en la academia en donde podemos apreciar su influencia, sino en todas las actividades que ocurren fuera de los muros de la escuela y que influyen directamente en la vida comunitaria, enriqueciéndola gratamente. Me parece pertinente el comentario que hace sobre el rezago del profesor en general, respecto de las necesidades que demanda la sociedad. Y pienso que efectivamente el profesor se ha preocupado por su bienestar personal, antes que el de los alumnos y su comunidad y el compromiso y celo que generaciones previas de profesores manifestaron, ya no es parte de sus prioridades. Los maestros de la época cardenista y la educación socialista, fueron profesores que apoyaron a sus comunidades aun con riesgo de su vida, para lograr importantes transformaciones sociales y económicas. Muchos de ellos fueron los motores de las demandas agrarias y la educación sin fanatismos religiosos. Después vinieron profesores que defendieron con celo el laicismo en la educación y que vivieron en las mismas penurias que el común de los ciudadanos. Los profesores de la actualidad, son una clase privilegiada que vive en la holgada medianía, que no tiene compromiso alguno para con sus comunidades, ni con la calidad académica. Viven bajo la egida del mínimo esfuerzo y promueven el cambio social alabando los beneficios del uso del jabón y la pasta dentrífica, como sus únicas herramientas de transformación social.

Habla también de las benditas reformas, que se han convertido en el "atole con el dedo" de cada presidente que dice va transformar la educación en México. Efectivamente en años recientes hemos visto instrumentar varias reformas educativas, sin que haya cambiado absolutamente nada en las aulas. Los profesores siguen enseñando de la misma manera que siempre y los alumnos siguen sin aprender igual que antes. Cambian las terminologías, los libros de texto y la manera de hacer el papeleo, probablemente cada vez más engorroso, pero igualmente inútil. Y no puede ser de otra forma, nadie se toma en serio las benditas reformas, todos acatan fielmente, pero nadie cumple. Se manda una delegación a Guadalajara o a México a recibir la capacitación. Regresan convertidos en duplicadores, pero sin notas, materiales y probablemente sin la menor idea de lo que trata la reforma. Durante dos o tres días se reproducen los cursos a los profesores, y todo mundo se aburre y afirma que eso es precisamente lo que hace en el aula, se termina por platicar de chismes, hasta que se da por concluida la capacitación. Después vuelve dos o tres veces el inspector, quien tampoco tiene la menor idea de lo que la reforma trata, pone a alguien que ni siquiera recibió la capacitación, a dar las actualizaciones y se le da carpetazo al asunto hasta que se llega el momento de entregar reportes, que se realizan siguiendo el machote de alguien "listillo" que dice que si le entiendo y de esta forma México, Jalisco y Colotlán están de lleno en otra exitosa reforma académica y a la espera de las novedades del siguiente presidente.

Y estoy completamente de acuerdo con él cuando dice: “Si no cambiamos nosotros, no va a cambiar la educación”.


La escuela normal experimental fue un rotundo éxito en nuestra comunidad, cumplió con creces los objetivos para los cuales fue creada, arraigo a los profesores a sus comunidades, ofreció una formación académica, creo fuentes de trabajo y ofreció educación a la mayoría de los niños ya adolescentes de los municipios, las comunidades y rancherías. Actualmente es una de las fuentes de ingresos más sólidos de la comunidad, y el gremio magisterial es uno de los sectores económicos y políticos más fuertes en toda la región. Sin embargo la misión de ensenar esa jamás se planteo como una necesidad. Jamás nadie expreso la necesidad de fomentar una educación de calidad y dadas las circunstancias quizás habría sido pedir demasiado. Pero en esos treinta y cuatro años de servicio y esas treinta generaciones de profesores aun no surgido una sola generación que se halla formado en el amor por el conocimiento, por la lectura y cuyo compromiso haya sido desarrollar en los niños el amor por la lectura, por el conocimiento, por el arte. Y debe ser que quizás ese grupo aislado y excluyente que se pertrecho detrás de la institución, jamás logro alcanzar ese goce estético, esa fruición que se obtiene de disfrutar un buen libro.

Andando el tiempo, el perfil del profesor normalista, activo, deportista, promotor de actividades en la comunidad y más cercano a la gente, como respuesta a la lejanía, rigidez de los profesores anteriores a la normal, (aquellos que imponían respeto, dignidad e incluso miedo), se ha desdibujado grotescamente. Si el profesor tradicional había utilizado ropas formales como parte de su atuendo, distinguiéndose en la comunidad por su vestimenta al igual que el sacerdote o el medico, el nuevo profesor ha ido disolviéndose entre la gente, hasta convertirse en indistinguible y teniendo la desfachatez de acudir a su escuela y eventos públicos en ropa inapropiada (pantalones cortos, sandalias). Aquella imagen de humildad, dignidad, decoro y respetabilidad de que gozaban en antaño nuestros maestros, entre la comunidad, se ha hecho añicos. Si bien es cierto que el hábito no hace al monje, en las circunstancias de nuestras comunidades, donde los liderazgos tradicionales se han venido debilitando paulatinamente, aquel del maestro ha desmerecido mucho más. Por otro lado, la apreciación de la comunidad sobre el compromiso y la ética profesional del profesor ha venido también socavándose y vinculándose cada vez más con actitudes negativas, que si bien han proliferado entre nuestra población en años recientes, en los profesores son aún mas reprobables: consumo de alcohol, ausentismo al trabajo y falta de entrega y compromiso con su labor educativa. Si bien en las comunidades es el pan de cada día, el maestro que no llega los lunes y que el resto de los días llega tarde y se va temprano, que consume alcohol y además es galán. En eventos multitudinarios han tenido la oportunidad de expresarlo con más fuerza, los juegos magisteriales han sido eventos en que ha quedado patente. Copiosa participación en los deportes y raquítica en aquellos del pensamiento y el arte, que debería ser su fuerte, al fin custodios del estudio y el conocimiento. Cajuelas repletas de cerveza y profesores demasiado alegres alborotando y peleando en el vecindario. Con motivo de los eventos organizados por los ayuntamientos con motivo del día del maestro, es notoria la falta de respeto, educación y solidaridad del gremio: gritos, groserías improperios al por mayor para con los compañeros e incluso los anfitriones, expresiones que no pasan desapercibidas para la comunidad.


En nuestro Colotlán de los últimos diez anos han florecido a diestra y siniestra los cibercafés. No hay barrio que no tenga por lo menos uno, pero nuestras bibliotecas siguen siendo pobres y escasamente las mismas. La prepa, el campus y la normal tienen la suya y la municipal, párenle de contar. Y bueno nuestro actual presidente con todo y sus grandes meritos no ha sido capaz de entender esa gran debilidad de nuestra educación pese a esa gran preparación académica, experiencia en educación y gobierno que ha tenido en su vida profesional:

“su servidor era de los aplicadillos”

“Nunca pensaron nadie, ni yo mismo que yo iba a ser presidente de Colotlàn, dos veces. Pero estoy convencido que soy presidente porque primero fui profesor. Y la gente me pide que regrese, últimamente.”

"Me he sentido muy orgulloso de la normal, también fui autoridad en la dirección regional de educación, tienes a tu cargo la administración de la educación de la región. E incursionado en diferentes ámbitos, como presidente he echo equipo con los directores de la normal. Amanda fue regidora conmigo en mi primer gobierno municipal y no se diga con Leonel, lo estoy apoyando en lo que puedo."

"Esta profesión es la mayor, te hace sentir importante y te da una forma decoroso de vivir y sientes que haces una contribución a la educación de todos.”

El Plan de educación normal entonces no exigía preparatoria, egresamos de 20 anos. Estudiamos en una escuela que nacía y como tal los profesores se esforzaban por dar lo mejor, y desde luego también hubo muchas carencias. Soy presidente porque soy profesor. El centro del hacer del profesor y del funcionario publico es el servir a los demás."

En la actualidad la Escuela Normal vive un momento de cambio o probablemente de evolución como lo señala su actual director Leonel Mayorga.

Así la ENECO se encuentra en un nuevo ciclo institucional, en el que se asume como conocedora de su historia, responsable de su presente, y comprometida con su futuro. Conciente de que las escuelas normales del siglo XX fueron los pilares de la educación publica y ahora en el siglo XXI, entiende que se debe rediseñarse para continuar siendo las columnas de la escuela pública.

Y cara al Nuevo milenio asume los retos de:

Las nuevas políticas del enfoque educativo por competencias; educación de calidad: refrendar compromiso social, principalmente a los marginados; alfabetización digital e inclusión en la era de la información y el conocimiento. Derecho a una educación equitativa y global, a la altura de los países de primer mundo, con infraestructura digna y docentes profesionales.

En un México tecnificado, globalizado, privatizado, conservador, neoliberal, destrozado por el narcotráfico, mutilado, corrupto, analfabeto, sin valores, en extrema pobreza, saqueado, burlado, mal gobernado, iletrado, inseguro, sin trabajo.

¿Cuál es la propuesta educativa de los maestros?

¿Y sobre todo de los maestros que son autoridades y que la gente los quiere ver allí eternamente?


¿Cuál profesión sino el magisterio para destruir al hombre?

Cuando no hay convicciones y no existen objetivos; no hay valentía para frenar la corrupción ni fuerza para derrocar los líderes nefastos; cuando no hay compromiso con la comunidad, ni amor por el conocimiento y no se ama la lectura. Cuando la educación sirve para llenarse los bolsillos de dinero y no para enriquecer la vida de la comunidad

Cuando se es profesor para vivir y no se VIVE para ser profesor (para enseñar).

Fuentes:
Red Radio Universidad de Guadalajara.
Pagina Web de la ENECO.

RD