Saturday, June 4, 2011

El campo colotlense


Colotlán tradicionalmente fue un pueblo compuesto principalmente de ranchos y unas pocas haciendas. La localidad se encontraba dividida en muchos pequeños productores, que aprovechan los terrenos adyacentes la río para cultivar hortalizas y frutales. Sin embargo la unidad productiva fundamental lo fue el rancho, cuyas extensiones fueron muy inferiores a las haciendas, de las cuales hay unas pocas. Poco antes de estallar la revolución Mexicana, en Colotlán se vivía una época de progreso sin paralelo en su historia, durante los años de la dictadura, se había consolidado una clase social que había medrado económicamente en la agricultura, la minería, la ganadería y el comercio. Dicha clase social se había convertido en el puntal del desarrollo económico municipal, al diversificar sus inversiones en pequeñas microempresas que comenzaban a generar una variada producción de artículos de consumo local y regional tales como: harinas, jabones, veladoras, ropa, bebidas, muebles y pieles. Además de ser uno de los principales polos comerciales en la región.

Los primeros años de la revolución, desaceleraron esa inercia productiva, y los continuos conflictos armados, que culminaron con la guerra cristera, terminaron con esa vocación productiva. Los inversionistas más importantes, junto con sus capitales se desplazaron a las ciudades de Guadalajara, Zacatecas, Aguascalientes y México. A principios de la década de los treinta, cuando se restableció la paz y los empresario sobrevivientes intentaron retomar el rumbo, fue muy tarde. Colotlán y su región habían quedado aislados del panorama nacional, no solo por el avance económico general, sino por la decidida actitud oficial, que condeno al ostracismo a los fanáticos cristeros, coterráneos de Huerta.

En forma similar, la revolución y el posterior reparto, pusieron una gran presión en los propietarios de tierras, sobre todo los hacendados y rancheros, propietarios de superficies mucho mayores a las marcadas como pequeña propiedad. El rancho como unidad productiva característica de la zona norte de Jalisco, requería de una cierta superficie mínima de tierra que le permitiera la autosuficiencia. En ella se incluía, cierto espacio dedicado especialmente para la agricultura de temporal, que eran las mejores tierras del rancho, así como otros espacios de pastizales dedicados exclusivamente para el ganado. El reparto agrario tal y como fue planteado por los revolucionarios, no tomo en cuenta las características de las diferentes regiones de la república, y su organización productiva. Dando como resultado que al realizar el reparto agrario, buscaron, no que las nuevas estructuras productivas fueran eficientes, sino el de beneficiar a la mayor cantidad posible de campesinos.

La realidad es que la reforma agraria alcanza modestas proporciones en esta región, afectando al término de sus repartos apenas un quinto de la tierra disponible en el municipio. Las cuatro quintas partes restantes permanecieron en manos de los propietarios originales. Aún cuando en muchas ocasiones tuvieron necesidad de dividir las propiedades y cambiarlas de propietario, adjudicándoselas a hijos, familiares y otros prestanombres. Pero el conflicto social que se desato con el reparto de las tierras, al interior de la comunidad mantuvo durante décadas vivo un enfrentamiento entre clases y grupos sociales.

El estado y gobiernos revolucionarios a través del reparto de tierras, consiguió fortalecer su posición política al interior de la sociedad mexicana. Al obtener aliados y el respaldo de amplios grupos de la población, quienes realizaron funciones no solo de apoyo político, sino también militar. Los ejidatarios o candidatos a serlo (conocidos también como agraristas), se convirtieron en los fieles esbirros del gobierno. Carne de cañón utilizada para controlar las diferentes regiones de la república, así también como los perros guardianes del gobierno, utilizados para sofocar las rebeliones y controlar políticamente los pueblos. En nuestra región cumplieron esa función a cabalidad, al convertirse en una de las principales fuerzas políticas, así también como una parte importante del ejército con el que se enfrento el gobierno a diferentes conflictos, principalmente la llamada guerra cristera.

De entre los agraristas se destacaron rápidamente algunos personajes por su intrepidez, inteligencia o codicia, en nuestra región el principal líder agrarista será Agustín Rivera, originario de la comunidad del Carrizal, y quien organizara políticamente a todos los campesinos solicitantes de tierra. El grupo agrarista se enfrentara al grupo de los propietarios de tierras, organizados en el partido conservador, y durante los años treinta y cuarenta sostendrán un permanente enfrentamiento, por el control político del municipio y la disputa por las tierras. Dicho conflicto tendrá su punto más álgido con el asesinato de Agustín Rivera, y la posterior venganza de los agraristas quienes asesinaran a su vez al presidente municipal y uno de los principales lideres de los ricos. Después de ese conflicto, las aguas regresaran a su cause normal, olvidándose poco a poco esas viejas rencillas y enfrentamientos de clase. En realidad, los mayores propietarios de tierras encontraran el subterfugio legal para respaldar sus propiedades, a través de la división de sus propiedades entre hijos, familiares y prestanombres, y evitando así que los agraristas les arrebaten sus tierras. En tanto que los agraristas siempre deseosos de más tierras, hincaran sus garras en aquellos más despistados, o vulnerables.

Es hasta hace algunas décadas que la sociedad colotlense ha dejado de ser autosuficiente en la producción de sus alimentos, ello debido a la crisis que sufre el campo mexicano en general. La descapitalización del campo y la migración de los campesinos a las ciudades ha provocado también en Colotlán, una creciente perdida de productividad de nuestros ranchos y ejidos. Tan solo unas pocas localidades de nuestro municipio han conseguido arraigar por lo menos parte de su población, ello en parte gracias, al decidido esfuerzo por construirles infraestructura básica, que ha venido a mejorar sus vidas, por lo menos con electricidad y en algunos de ellos con agua potable. Sin embargo, el grueso de la población que hace 30 años aún habitaba en el campo, se ha movido a Colotlán, otras ciudades nacionales o el extranjero. Dejando de tras de ellos centenares de casas en ruinas y parcelas abandonas.

Es innegable que la calidad de vida de la población del municipio de Colotlán se ha mejorado significativamente en fechas recientes, pero es también cierto que ello no se lo debemos al campo, sino precisamente a toda esa gente que ha salido de sus comunidades en la búsqueda de mejores opciones de desarrollo personal y familiar. Nosotros nos hemos visto beneficiados por ese arte noble que es el piteado, y que le ha dado de comer a muchas familias colotlenses, y ha conseguido hacer ricos a unos cuantos. Pero quizás el caudal de ingresos más constante desde los años cincuenta a la fecha, sean las remesas de dólares enviadas por nuestros campesinos, quienes convertidos en braceros en los Estados Unidos han construido el Sueño Americano, y sostenido a sus familias en tierra colotlense..

El campo colotlense tiene décadas olvidado por el gobierno federal, gobierno que finco el desarrollo industrial del país sobre las espaldas de los campesinos. Es verdad que nuestro campo, no es el mejor, ni el más productivo del país. Sin embargo, han demostrado otros pueblos que habitan en condiciones más desperadas, que existen formas de convertirlos en altamente productivos. El caso israelita y el español, son ejemplos útiles de esta situación. Pero para ello debe existir voluntad por parte de todos los involucrados. En nuestra región no ha existido jamas el compromiso verdadero para con nuestro campo y sus gentes. Las instituciones estatales y federales vinculadas con los problemas agrícolas que desde los años setenta se instalaran en nuestra región, jamas han hecho nada por encontrar soluciones productivas viables para nuestra circunstancia.

Al campo colotlense en los últimos cincuenta años se le ha apoyado muy poco, se han ofrecido apoyos de forma intermitente, y siempre insuficiente. Son los ejidatarios quienes han recibido los mayores apoyos, en equipos, capacitación, precios de garantía, prestamos productivos etc. Sin embargo por diferentes razones han resultado infructuosos. Nunca se ha conseguido aumentar la producción de los cultivos tradicionales, y tampoco se han implementado nuevos cultivos que pudieran proyectar la actividad agrícola en diferentes mercados y con mayores dividendos. Es en este marco en el que el gobierno federal promueve un nuevo proyecto que venga ayudar las problemáticas del campo, a través de la creación de un Consejo Municipal para el Desarrollo Rural Sustentable.

En la actualidad, el grueso de la población colotlense habita en la cabecera municipal. Aproximadamente el 70 % de la población, en tanto que el restante 30% se reparte en todo el municipio. Los niveles de calidad de vida, son indudablemente superiores en la ciudad, con la facilidad de servicios básicos de agua, electricidad y drenaje. Así como mayor disponibilidad de servicios de salud, educación y fuentes de trabajo. Respecto de la tenencia de la tierra tenemos la siguiente situación: de las 50,646 hectáreas registradas, el 20.12 % son de propiedad social, es decir ejido, y el 79.88 % son de propiedad privada. No existiendo propiedad de comunidad indígena alguna.

El sector ejidal lo integran 9 comunidades (Colotlán, Casallanta, Sauz Tostado, Santiago Tlatelolco, El Epazote, San Nicolás, Saucillo de los Pérez, El Zapote y El Carrizal).

La escasa productividad de nuestra tierra, esta directamente relacionada con la disponibilidad de agua. Las localidades más prosperas del municipio son aquellas que tienen garantizada una mayor cantidad de agua durante todo el año. En cambio en aquellas comunidades donde la falta de agua es un problema crónico, es donde encontramos a la gente más pobre e indolente.

Los resultados de la política agraria seguida por los gobiernos de la revolución salta a la vista, en Colotlán como en muchos otros lugares del país. El reparto agrario y la política seguida en el campo, en lugar de fortalecer la producción agrícola y ganadera genero una inseguridad e indiferencia total. Los ejidatarios que adquirieron las tierras no fueron capaces de realizar la titánica tarea que les fue encomendada, y para la cual no se les dio apoyo alguno. Los propietarios originales perdieron todo interés en mantener o incrementar la productividad de sus predios, y mucho menos de invertirles, ante la incertidumbre de tener que entregarlas a los ejidos. Así ante la incapacidad manifiesta de unos, y la negativa rotunda de los otros, las tierras que en algún momento tuvieron un regular potencial productivo, fueron decayendo con la irracional explotación de la tierra, la tala inmisericorde y la feroz erosión que jamas fue prevenida.

La verdad es que a estas alturas del partido, el rescate del campo parece misión imposible, pese a las buenas voluntades de todos los alcaldes de la zona norte, quienes recientemente han iniciado una serie de reuniones para generar un proyecto millonario de desarrollo. Los miles de millones de pesos necesarios para traerlo de regreso a la vida, nos parecen una exageración, y hasta quizás una tarea estéril. Alcanzar la productividad de los gringos y los europeos es quizás tan solo un sueño.

7 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Hacienda de Santa Teresa Monte Escobedo

Jesús Aldana nació en el año de 1845 y murió en 1925 a la edad de 80 años, fue heredero de la hacienda de Santa Teresa, además de otras posesiones en el estado de Jalisco y de Zacatecas. Con su esposa Ángela Robles procreó 11 hijos: María del Refugio, Juan Francisco, Eliseo, Abraham, Catarino, Miguel, Jesús María, Tereso, Ramiro, Alfredo y Salvador.

La extensión de la hacienda era de aproximadamente 27 000 hectáreas y su producción agrícola de 8 mil anegas de maíz y seis mil de frijol por año (cada anega es aproximadamente 70 Kgs). La hacienda contaba con promedio de 6000 cabezas de ganado bovino, 800 de ganado caballar y 200 puercos. Cada año sembraban 190 yuntas de bueyes.

Fue durante el gobierno del presidente Ávila Camacho que ocurrió la expropiación de la hacienda, para evitar que esto sucediera los herederos de don Jesús Aldana quienes no habían logrado ponerse de acuerdo en la repartición de los bienes heredados, dispusieron la venta de importantes cantidades de ganado, para el pago de abogados, sobornos y regalos a las altas autoridades agrarias. No se obtuvo una solución favorable e incluso los ejidos se apropiaron de mil hectáreas que no les pertenecían.

Odilón Aldana hijo de don Jesús María Aldana vino a vivir a Colotlán cuando tenía siete años de edad, y recuerda que su padre al final de la cosecha, tapaba un poco el río que pasa cerca de Huejuquilla y con el agua podía sembrar de riego en un ranchito de la hacienda llamado Cuba. Allí sembraba trigo, cebolla, jitomate, lenteja, garbanzo y algunos productos más para la alimentación de la gente de la hacienda.


El casco de la hacienda le pertenece a la familia Argüelles Aldana.

04 June, 2011 21:03  
Anonymous Anonymous said...

Creo que el conflicto agrario no se extingue poco despues de la muerte de Rivera a principios de los treinta, sino que se prolonga hasta bien entrados los setentas. Pues aun a finales de lo sesentas es acribillado a un costado del rio Avelino Navarro, el maximo representante, en ese momento, del movimiento agrarista en la region. Ademas por esas fechas aun estan vivas las afectaciones de propiedades, sobre todo las ampliaciones para los ejidos ya establecidos.

07 June, 2011 16:19  
Anonymous Anonymous said...

actualmente el campo ha dejado de ser rentable para la mayoria de los campesinos, los cuales aun sigue sembrando los cultivos tradicionales. Aun cuando muchos de ellos han llegado a tener maquinaria agricola, tales como tractores y sus implementos agricolas, eso no ah significado un repuente en la produccion. Es por ello que para muchos de ellos sembrar es solamente atractivo cuando el gobierno les da apoyos de procampo, los cuales encuentran la forma de convertirlos en dinero constante y sonante.Pero sembrar en si mismo no les representa atractivo. Incluso comunidades ejidales que siempre y hasta la fecha han sido muy unidas, como la de el Sauz de los Marquez, ha visto disminuir su produccion agricola, porque son solo la gente mayor la que continua haciendole al lucha al campo, la mayoria de sus hijos y sobrinos, han buscado colocarse en la cabecera del municipio, trabajando en la obra, como particulares o para la presidencia. O en algunas empresas locales. Muchos otros irremediablemente han emigrado al norte.

07 June, 2011 16:28  
Anonymous Anonymous said...

Sauz de los Marquez o Sauz Tostado?

El primero esta en el municipio de Santa Maria y el segundo es parte de Colotlan.

09 June, 2011 20:37  
Anonymous Anonymous said...

El campo de los gringos, en el que trabajamos los mexicanos con todo y su tecnificacion y la bondad de las tierras, que les permite producir varias veces mas toneladas de maiz por hectarea que a nosotros, tampoco les va del todo bien. Las ganancias para un productor comun y corriente, no son excesivamente altas, sin embargo con la atencion y apoyo que estan ganando los proyectos ecologicos y la produccion organica de combustibles, existen empresas de profesionistas que estan haciendo su agosto, con los subsidios que otroga el gobierno a estos cultivos. Por lo menos esa parte de la agricultura gringa si esta generando ricos. Pero los mexicanos no debemos desfallecer y por el contrario apostarle con mayor enfasis al campo, porque de no hacerlo asi, en unos pocos lustros nos estaremos muriendo de hambre, con la trepidante inflacion que acosa al precio de los productos alimentarios basicos. No pasara mucho en que la mayoria de los productos esenciales que se consumen en las culturas del mundo dupliquen su precio y sean cada vez mas escasos y dificiles de conseguir. Por otro lado no debemos permitir que destuyan nuestras semillas criollas, porque de otra forma muy pronto tambien estaremos pagando derechos por usar las semillas mejoradas y alteradas geneticamente.

22 July, 2011 14:19  
Blogger anonimo said...

creo que las nuevas generaciones a perdido la nocion de la inportancia de la agricultura, nuestros conocimientos historicos,sociales, y politicos son inmensos, pero nuestros conocimientos, tecnicos, y nuestra voluntad de trabajo son casi nulos,y la indolencia de la gente capas que prefiere hacer cosa faciles y mas productivas como el comercio, prestar dinero a redito, y ademas la clase trabajadora no hace las cosas nada facil tampoco porque trata nada mas de salir el dia, sin producir lo necesario para que devenge el sueldo recibido, asi es es que la responsabilidad es compartida, y todos engeneral tenemos que cambiar si queremos mejorar nuestra situacion.

13 August, 2011 08:47  
Anonymous Anonymous said...

Cuando veas las barbas de tu vecino mojar...

Los efectos de esta crisis mundial en la produccion de alimentos, ya la estan viviendo dramaticamente los africanos. Miles de personas muertas de inanicion en unas pocas semanas y la situacion empeora dia con dia. Los mexicanos debemos tomar cartas en el asunto y preever el futuro, apoyando nuestras producciones locales y sobre todo en municipios tan poco productivos como Colotlan, debemos encontrar las formas para incrementar la produccion, defender nuestros recursos contra la explotacion irracional y encontrar mejores cultivos y herramientas para la produccion. Asi como invertir en sistemas de almacenamiento y manejo eficiente de agua. Planificando desde ahora podremos sortear con mayor exito los escolos que se aproximan.

15 August, 2011 20:20  

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