Grises paisajes

En el paisaje de nuestras vidas no quedan arboles en pie.... asi reza uno de mis tantos poemas fallidos y no solo es el gris de nuestro mundo cotidiano y nuestras luchas de sobrevivencia, sino tambien es un gris cada vez mas negro cuando miramos el paisaje de nuestras calles, de nuestros pueblos, de nuestra nacion; la oscuridad mas sentida y mas lamentable es la de nuestra ignorancia, es una ignorancia universal y colectiva porque no solo ciega al que no sabe, tambien acalla al que si sabe pues en la comparsa del absurdo y la simulacion, el sabio pasa por ignorante ante el peso agobiante de las mayorias, quienes entronizan a un ignorante mas, que se asume como sabio ante las demostraciones de alabanza y pleitesia que le prodigan los lerdos. Me supongo que alguien se sentira identificado con este sentimiento de amargura en el que ya no cabe la esperanza. Asi que buscando la manera de hacer a un lado tanta podredumbre, he llegado a la conclusion que uno de los pocos actos que aun no nos han sido arrebatados de la minima dignidad ciudadana es el del voto, (y que conste, me refiero al hecho especifico de votar, es decir la parte mecanica de tomar la boleta, marcar nuestras preferencias y vertirla en la urna) el de emitir nuestro sufragio, en un universo de alternativas abortadas desde antes de su gestacion.

El futuro de nuestros hijos esta siendo arrojado a la basura a causa de nuestra ignorancia, incomprension e indolencia, sin embargo, el unico acto plausible de redencion y de purga se encuentra aun dentro del alcance de nosotros y consiste en primer lugar en cerrar nuestra mente y oidos a los discursos y parafernalia democratica en un pais de desarrapados, que no han podido darse cuenta que el pretendido proceso democratico es solo una parte mas del amordazamiento educativo y cultural al que nos tienen sometidos y es el candado ideal con el que se cierran todas las injusticias que nos mantienen postrados.

En el acto de emitir nuestro voto renunciamos a la posibilidad de luchar con nuestros medios, empenamos nuestro futuro y damos un voto de confianza a aquellos que no han sabido ser mas que lobos, en un sistema que ata y amordaza al desposeido con cuentas de vidrio y espejitos en aras de seguir engordando al rico, pero al rico de a deveras, a aquel que tiene decadas llevandose nuestro patrimonio y haciendo cada vez mas de su propiedad al pais y a nuestras vidas.

Es el voto quiza uno de los ultimos reductos de dignidad que aun le quedan a nuestras vidas, sin embargo, no hemos podido hacer de el un instrumento de valor para nuestras existencia, porque en nuestras vidas no hay riqueza si no hay trabajo, educacion y cultura, y porque despues de emitir el voto lo que sucede con el son las consecuencias de no tener educacion y cultura, es decir, la manipulacion, las imposiciones y todo lo que ya sabemos, pero no hablo de ese voto encaminado a decidir quien se lleva el derecho a gobernar, a dilapidar, a entorpecer, no, no es ese voto, tampoco es el voto emitido en el contexto de un pais que se hunde y para el cual se contratan voceros que pasen la noticia de que marchamos en el camino correcto y azul; mas bien me refiero al privilegio que aun no nos ha sido arrebatado y que no teniendo valor alguno lo que nuestra voluntad decide, tiene en si mismo un valor mas alto la renuncia a tal proceso que el que el posee actualmente en esta sociedad de charlotada.

Por ello propongo, que siendo el voto el ultimo reducto de la dignidad ciudadana nos abstengamos de emitirlo, que seamos capaces de vislumbrar todo lo que nuestros gobernantes nos salen debiendo para que los numeros que se arrojen despues del pretendido ejercicio democratico sean inversamente correspondientes a todas los derechos que nos han sido arrebatados. Por ello me niego a votar en tanto mis hijos no tengan la posibilidad de una vida digna y con oportunidades reales de educacion y cultura. Gente de Colotlan si en algo estiman su dignidad y su cordura, no voten.