¿SERÁ ÉSTE EL MOMENTO?

Linda, una compañera de trabajo con más de sesenta años a cuestas y un optimismo infatigable ha resentido los golpes de la vida en estos últimos meses. El diagnóstico de cáncer de su esposo y las noticias que develan un futuro incierto y angustiante han sido la causa del decaimiento de su buen humor y jovialidad. Me platica que en los tiempos de la recesión, allá por los treintas, sus padres fueron capaces de sobrevivir gracias al empeño que pusieron en adaptarse a un estilo de vida campirano en el que la cría de aves de corral y el cultivo de hortalizas fueron la clave de la sobrevivencia.

Estas conversaciones me llevan inevitablemente a buscar en lo azaroso de los acontecimientos actuales, los escenarios posibles para los próximos diez o quince años, que es lo que tardará en resolverse (si es que se resuelve) el galimatías creado por la problemática económica actual. Hace aproximadamente lo mismo, (veinte años) nos alarmábamos de que la estructura económica de la región y la comunidad se estuviera transformando tan radicalmente, dejando de lado las tradicionales formas de producción agroganaderas que nos habían procurado sustento desde siempre. Así, aquello que tardó cientos de años en integrarse, se fue desvaneciendo conforme las necesidades de mano de obra de los EE.UU, se llevaban a nuestra población y dejaban vacías e inoperantes las estructuras de una sociedad antaño autosuficiente y viable. No obstante las limitadas condiciones que prevalecían en aquel entonces. Las empresas americanas se llevaron la sangre de nuestras comunidades, quizá aquí, en los confines de una tierra agreste y poco hospitalaria, permanecer no significaba otra cosa, mas que seguir subordinado a una existencia de necesidad y sumisión. La importancia que tenían los propietarios de la tierra, se atenuó a medida que la satisfacción de las necesidades económicas y materiales de la población se fueron resolviendo con los recursos provenientes de los EE.UU. ello propició el nacimiento de una nueva clase social, sin ataduras serviles a los modelos agrarios tradicionales y le permitió a la vez ganar independencia ideológica, para reclamar en su momento, la posibilidad de dirigir los asuntos públicos desde la plataforma política del único partido que podía dar cobijo a un programa basado en la crítica de los excesos del partido en el poder .

Cuando la migración comenzó a transformar el espectro social de la comunidad, fue un cambio imperceptible, solo notorio con el transcurso de los años, y fue sin mucha conciencia de lo que se estaba viviendo que se apostó en lo fundamental a soluciones de momento, privilegiando el ahora y sacrificando como siempre el futuro. Fue bajo estas condiciones, de pérdida de patrones de vida y de valores, que una nueva forma de relación entre los diferentes actores de la comunidad se fue gestando; haciendo de la tierra un elemento ya no fundamental en los afanes por la sobrevivencia y todos aquellos que fincaban su poder y autoridad en su posesión quedaron relegados a un segundo plano mientras que se afianzaba progresivamente un grupo social heredero de aquellos quienes al emigrar y encontrar en los Estados Unidos una forma alternativa de vida, comenzaron también a abrigar deseos de poder, como correspondencia a la importancia que fue tomando el fenómeno migratorio en términos sociales y económicos, junto con ellos el ascenso de una clase media baja ligada a un pasado campesino y servil junto con las clases bajas urbanas en coalición, se independizaron económica e ideológicamente de sus amos abriendo la posibilidad de asalto al poder bajo una bandera común que tenía como programa político ante todo una defenestración de cualquier cosa que oliera a cacicazgo, sin embargo, estos sectores sociales que promovían nuevas formas de liderazgo tampoco tenían, ni tienen proyecto político alguno y han estado medrando al amparo de una política de expoliación de los recursos gubernamentales. En estos momentos y como resultado de lo que mi amiga linda me relatara, me pregunto. ¿Será éste el momento en el que cierre un circulo de regreso a la tierra?, ¿Será éste el momento de romper el vinculo que nos hace apéndices de la maquinaria económica estadounidense?, ¿Será este el momento de reconciliar aquellas pugnas que se originaron en nuestro pasado agrario?, ¿Será éste el momento de apuntalar la educación y no solo asistir a la academia a adquirir información sino también recuperar conocimientos ancestrales en el cultivo de la tierra?, me pregunto ¿Será este el momento de sembrar nuevamente nuestras huertas, de preparar la tierra para sembrar el futuro de las nuevas generaciones?, ¿Será el momento de hacer las cosas con inteligencia y compasión. Me pregunto ¿Será este el momento...?