Presidentes colotlenses...
Don Felipe Valdez Pacheco quien nació en colotlán, Jalisco el 5 de febrero de 1932 Realizó sus estudios magisteriales en el Instituto Federal de Capacitación del Magisterio entre 1951 y 1957.
Es un hombre casado desde el año de 1959 y padre de siete hijos. Se desempeño como maestro de escuela durante 43 años. Actualmente, como maestro jubilado, dedica su vida a su familia y al mejor de sus pasatiempos: escribir la historia de Colotlán.
Como maestro rural recorrio muchas de las comunidades de nuestra región desde la Cienega Grande en el municipio de Huejucar hasta Totatiche. Sitios en los que aprendió de las grandes carencias y virtudes de nuestro pueblo, y busco incansablemente con su enseñanza y consejo remediar las primeras y fortalezar las segundas . Quienes han tenido el gusto de ser sus alumnos saben que tras la voz ronca y potente del profesor Felipe Valdez se encierra un caudal inmenso de sabiduria, ternura y comprensión.
Fue maestro fundador de la Escuela Preparatoria Regional de Colotlán.
Durante el trienio de gobierno del Ing. Javier Avila Mares se desempeño como el director de Agua Potable.
Durante el periodo constitucional del Lic. Renato Haro Ortega se desempeño como el oficial del registro civil
En el periodo 1989-1992 fue elegido presidente municipal.
Durante su gestión se remodelo el Portal Morelos, se construyo el aeropuerto y se festejo solemnemente el 400 aniversario de la fundación de Colotlán.
El Profesor Felipe Valdez Pacheco es un hombre interesado por el presente y el futuro de su pueblo, pero como buen profesor de escuela sabe que las bases más firmes se encuentran en el pasado, y por ello ha dedicado mucho de su tiempo a indagar entre libros, testimonios y ruinas, la historia cercana y remota de nuestra ciudad.
Con gran teson y habilidad de avezado artesano ha logrado confeccionar:
Una Monografía de Colotlán.
Una Historia de Colotlán.
Una efemerides de Colotlán y,
Un manuel del diabetico.
Pero su energia y dedicación no terminan allí, actualmente prepara un segundo libro sobre la Historia de Colotlán que vendrá muy pronto a sumarse a su excelente primer libro que tanta ayuda a proporcionado a alumnos, investigadores y aficionados a la historia.
No me resta sino señalar los motivos más profundos que impelen al Profesor Felipe Valdez Pacheco a seguir ofrendando su conocimiento y vida a la causa de los colotlenses y para ello cito sus propias palabras:
“Todo mi trabajo nace del profundo cariño que le tengo a mi pueblo”
2 Comments:
Lo seres humanos somos por definición, muy complicados. Estamos compuestos de emociones, gustos, preferencias, pasiones, intereses, experiencias y sentimientos encontrados que se aglutinan de una forma especial en cada uno de nosotros, dando sitio a individuos con sus muy especificas particularidades. Por ejemplo hay quien siente una profunda debilidad por la nieve de fresa, y otros que matarían por la de chocolate. Los hay quienes definitivamente aborrecen los helados y prefieren las pitayas.Y no por ello ninguno de estos vive en el error o es mejor o peor que los otros. En pocas palabras podríamos decir que somos confusos, descontentos y muy problemáticos. Y que existen pocas cosas que nos dejen 100% satisfechos.
Y es con toda esa complejidad y carga subjetiva con la cual nos acercamos y entablamos relaciones de trabajo, amistad, amor o recreación con otros seres humanos, y de donde proviene ese constante lamentarse sobre la pobre condición y naturaleza humana, siempre tan pérfida y poco confiable.
Con más frecuencia de la que quisiéramos escuchamos los comentarios:
“Es que es una víbora” (indistinto para hombre y mujer), “Es un (a) hipócrita”, “es un(a) desgraciado(a)” y muchas otras palabras altisonantes con cargas igualmente negativas. En contrapartida los comentarios buenos son menos, sobre todo cuando se analiza que la mayoría de ellos, son dichos de dientes para afuera y con una evidente afán de molestar, engañar o jugar la parte en el intercambio de hipocresías y cumplidos sociales.
Así pues que no es casualidad que Mark Twain haya en alguna ocasión dicho con mucha amargura:
“Entre más conozco a los hombres más quiero a mi perro”
Yo mismo en muchos ocasiones he compartido su opinión. En forma alguna porque yo me sienta mejor que nadie, ó porque este obnubilado con la lealtad de mi perro, y mucho menos porque sea un misántropo y odie al mundo, sino por el hecho mismo de que me conozco y me acepto en mi calidad de humano, como un alguien capaz de grandes sacrificios y bondades, pero igualmente capaz de pequeñas y grandes bajezas.
Hace bastante tiempo que he dejado de creer en los hombres y mujeres completamente buenos ó completamente malos. Todos actuamos en ambos sentidos y con duplicidades, pero lo realmente importante aquí es saber reconocerlo y aceptarlo. Y después buscar la manera de revertir nuestros pensamientos y acciones más negras y venenosas por otras de un color más amable.
Yo pienso que no existe la necesidad en esta vida de ubicar enemigos (as) y desatar una lucha encarnizada en contra de ellos(as). A menos de que sea absolutamente necesario, y con todo, debe uno arrogarse el derecho de escoger sus propios enemigos, para estar seguro de que estén a la altura de nuestras necesidades y ambiciones.
Los enemigos en si mismos no son malos, porque es en competencia con ellos como puedes crecer y mejorar en todos los ámbitos de tu actividad diaria, pero para ello es necesario que seamos capaces de ubicar la perspectiva adecuada de la contienda, y no solo disputar por el mero afán de no dejarse ganar la batalla. Es uno mismo quien decide la clase de competencia que se quiere, si se busca una productiva u otra que conduzca solo a la destrucción .
Personalmente, yo pienso que la vida y la relación con los otros seres humanos, debería ser más sencilla, transparente y marcada con un signo inconfundible de buena voluntad. Sobre todo cuando la mayor de las veces no existen razones de peso para estos conflictos. Propiciar un ambiente de terror, de chismes, de falta de solidaridad, de mentiras, mala fe, maltrato, humillación solo conducen a agriar y oscurecer nuestra propia felicidad, y a desmerecer nuestra calidad humana.
No creo que en este reducido espacio que habitamos, existan valores o principios tan importantes que puedan justificar nuestra desunión o enfrentamiento, o que valga la pena destruirnos los unos a los otros, por tonterías. Por el contrario, dado que no existen motivos o intereses tan valiosos para mantenernos enfrentados, deberíamos procurar un acercamiento y una colaboración más estrecha y solidaria.
Desde luego que soñar no cuesta nada, para ello los exhorto a mejorar sus relaciones con sus padres, hermanos, hijos, amigos e incluso enemigos, como dice la canción “ se vive solamente una vez”, y no vale la pena amargarla con pequeñeces.
Para terminar quisiera poder decir y que muchos otros repitieran conmigo y Lennon:
“PUEDEN DECIR QUE SOY UN SOÑADOR PERO NO SOY EL UNICO” (También está mi perro).
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