Don Simon Navarro: recuerdos
El piteado aquí, yo de cuando empecé mandar a hacer trabajitos: cintos, chaparerras había un señor que se llamaba don Nicolás Orozco, abuelito de estos muchachos Macías. El papá de doña Maura, la esposa de Nicolás Macías. Era a don Nicolás a quien se los encargaba, pero eran trabajos sencillos, flores, cordones, fierros e iniciales. No había mucha afición a los trabajos muy cargados, aunque, desde luego que si había quien los pagara. Las monturas tampoco eran muy piteadas, tan solo un adornito en las cantinas o cordón alrededor. Nacho Quezada platica que el fue discípulo de don Nicolás Orozco. Poco a poco comenzaron a venir los artistas a mandar hacer sus cosas y yo creo que así también fueron creciendo las pretensiones en cuanto a la calidad, dibujo y tupido del bordado. Antonio Aguilar y Vicente Fernández fueron clientes importantes de Quezada. Mario de Santiago acaba de ir a una exposición a Monterrey a promocionar sus artículos. Vendió tres o cuatro monturas.
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