Friday, September 25, 2009

Los Huerta de Colotlàn



Mauro Huerta Don Mauro Huerta fue un hombre muy trabajador, quien desde muy temprana edad salió de Colotlán a buscar la vida, y trabajó en otros pueblos, entre ellos Juchipila y Jalpa, en donde había varios ingenios de azúcar. En estos lugares trabajo varios años hasta que un día en un desafortunado accidente perdió un brazo en un molino. Al principio fue una situación muy difícil para don Mauro, sin embargo lentamente salió adelante y decidió que no podía darse por vencido, a partir de allí tomo su vida con gran determinación y entrega y a pesar de la perdida de su brazo decidió volver a Colotlán y afrontar la vida como viniese. En Colotlán conoció a la mujer con la cuál se casaría, la señorita Altagracia Alejo y contrajo nupcias procreando seis hijos: Isauro, Miguel, Guadalupe, Domitila, José Y Luis Humberto. Don Mauro Huerta era dueño de un rancho en Colotlán, y lo puso a trabajar sembrando maíz y fríjol y criando ganado. Puso una carnicería en la que vendía sus animales y con el tiempo llegó a ser el mejor en el rubro. La falta de su mano no le arredraba para hacer cualquier actividad, en cierta manera se convirtió en un orgullo para toda su familia, que veía que a pesar de su limitación física nada se le atoraba, y de esa manera se convirtió en un digno ejemplo a seguir para todos sus hijos. En su carnicería aprendieron el oficio y el carácter, sus hijos: Isauro, Miguel, Luis Humberto y algunos parientes como don Simón Navarro. Cuando la guerra de la cristeada decidió salir a Aguascalientes para no arriesgar a su familia, sitio del que se regreso después de tres años, e inicio un negocio de ropa que después lo amplio con abarrotes. Su hijo mayor inicio una carnicería en el mercado viejo situación que lo hizo sentirse muy orgulloso. Un desafortunado accidente que vivió la familia al poco tiempo de haber regresado de Aguascalientes fue la dolorosa perdida de su hijo José de escasos 10 años, a quien al intentar prender una lámpara de gasolina esta le exploto y lo baño de combustible provocando que ardiera en vida. Lamentable accidente del que le fue muy difícil a la familia recuperarse. Don Mauro a partir de esa fecha se refugio cada vez con mayor frecuencia en el rancho, criando el ganado y el único sitio en donde encontraba tranquilidad suficiente para paliar su pena. Tiempo después se convirtió en introductor de ganado que vendía a los carniceros establecidos en Colotlán. Cuando la edad no le permitió seguir trabajando con el ganado, se dedicó de lleno a su tienda, la que nunca había descuidado. Don Mauro Huerta nunca dejo de trabajar y atendió su negocio hasta que ya no pudo moverse. Don Mauro Huerta era un aficionado a la Charreria, y fue un excelente jinete, experto en lazar y arriar, aún sin la falta de su brazo.


H.

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