Las delicias del poder.

A medida que se acercan los tiempos de elecciones, un sueño penosamente soterrado, comienza a aflorar y poblar de pesadillas, las noches de muchos colotlenses... Sueño confeso o secreto de alcanzar la confortable silla ejecutiva presidencial. Para muchos este anhelo se ha convertido en una dolorosa obsesión, que les acompaña perenemente. Hay quienes salen a la calle y en cada vecino que se encuentran reconocen un voto a favor o en contra, e incluso un voto indeciso el cual hay que conquistar. He conocido toda clase de gentes que abiertamente aspiran a dicho honor: jóvenes, adultos y ancianos, de ambos sexos que realizan campaña todos lo días y quienes con todo tipo de secrecías, buscan convertirte en su adepto. Es una pena que sea una sola silla presidencial y no varias para poder hacer felices a un buen número de ciudadanos. Para la gran mayoría parte de los ilusos mortales, su sueño no podrá jamás hacerse realidad. Y solo unos pocos afortunados podrán beber de esa copa más de una vez.

Reconozco cuatro principales razones que llevan a los hombres a desear semejante honor: El disfrute del poder, la codicia, el ego y la voluntad de servir y hacer el bien Para muchos hombres probablemente sean varias de ellas las que les muevan a subirse al candelero, sin embargo la última es la menos socorrida entre los políticos mexicanos. Un político que se preocupe por el bien común es tan poco usual como el paso del cometa Halley. El concepto que la gente se ha formado de los homos politicus, tampoco es muy positivo y sin excepción, individuo que alcanza la silla presidencial desmerece espantosamente en la estima de la población. El poder es perverso, denigra, difama y degrada a todos aquellos que se pegan en sus redes, y es igualmente adictivo e intoxicante. Muy pocos consiguen traspasar sus límites, sin perder piso y guardar la compostura, es decir sin marearse y sin que se le suban los humos. Por ello mismo, no resulta curioso que alguien que ha pasado por la experiencia de tanta infamia y denostación, se atreva a buscar el hueso por segunda vez. Y es o bien un fresco o un mártir, generalmente mas lo primero, que lo segundo.

En los llamados setenta anos de gobierno del PRI y los veinte del PAN en el municipio, ni todo ha sido bueno, ni todo ha sido malo, aunque tratándose de robar, los segundos han tenido mejores condiciones para ello. No porque entre unos y otros prive una sustancial diferencia moral o impedimento partidista, sino porque entre los gobiernos de veinte años para acá y los anteriores, hay una diferencia económica abismal. De un punado de empleados de gobierno, se ha pasado a un considerable ejército de servidores públicos. Los gobiernos de hoy son poderosos pequeños reinos, con crecidos presupuestos y bienes muebles e inmuebles. En esas montanas de dinero, siempre es más sencillo enajenarse una pequeña porción, para el vencedor, y que aun con ser pequeña en proporción, en constante y sonante no es nada despreciable. De allí la irrefrenable adicción de los presidentes municipales por realizar obras, obritas y obrotas; el boleto más seguro a la lana, esta allí.

Pero bueno setenta años, pesan mucho, casi tanto como los últimos veinte, y en ese largo tramo caben muchas vejaciones e injusticias, que la gente no está dispuesta fácilmente a olvidar. Y así como hoy en día todo lo que suene a PAN, se escucha desagradable, lo que suena a PRI, tantitito peor. En ese estado de cosas, no hay nadie que se salve y muchos menos alguien surgido de los gobiernos de la rovolucion.

Personaje que ha venido a mi memoria, simplemente porque el presidente actual, se encuentra en proceso de renovar una parte de su legado histórico: las tuberías de agua, el drenaje y los adoquinados del centro de la población. El proyecto de renovación ha despertado ya la polémica entre los ciudadanos:

Pepe Carrillo argumenta que la obra es una respuesta a la petición No. 20 del Movimiento ciudadano del Norte de Jalisco, que a la letra dice: Elaborar un plan urbanístico de rediseño y rescate del Centro Histórico, convirtiendo en andadores las calles de Morelos (de Guerrero a Marcos Escobedo), la Obregón (tramo Morelos e Independencia).

A lo que el Movimiento Ciudadano a través de Javier Romero Mena, dice apoyar la obra, siempre y cuando se trate de un proyecto integral, que incluya sacar la central camionera del lugar donde se encuentra. Así, como: “Ver si se pueden ampliar algunas calles; podemos ver si dejamos de transitar en términos de los camiones por esas calles. Podemos pensar en un Colotlán a largo plazo, de entendernos como una ciudadanía que quiere no solamente tener calidad de vida, sino que nuestras siguientes generaciones tengan calidad de vida también”,.

Y José Luis Carrillo, agrega que se planea otro proyecto: “Se planea algo más, no está seguro nada, se planean -eso sí tiene que ser con el apoyo de la ciudadanía- las fachadas, presentar un proyecto que de todo se encargue el gobierno, que ellos no pongan nada, solo su pared al servicio del proyecto, siempre y cuando les guste. Ese es como a nivel de idea, todavía no es nada seguro”. En el caso de que sean peatonales las calles que rodean a la plaza principal, el Alcalde dijo que se buscará que la Obregón sí lo sea: “Eso sí se hará, por lo menos una ‘ele’, la que está entre Obregón y lo que ya se arregló en los Portales; todo está en función de recursos, de hecho este mismo año llega el recurso para la otra ‘ele’ (en las calle Independencia y Obregón), me dijeron llegaban pronto, en mayo”.

Bueno con esa claridad de ideas, objetivos y pertinencia arquitectónica es que se están llevando a cabo las obras de remodelación en el centro histórico, siguiendo al pie de la letra un Plan Global de Desarrollo Urbano, que probablemente sea elaborado dentro de quince anos. Por lo pronto ya tenemos de chile, mole y pozole, ya nadie sabe exactamente que estilo arquitectónico es el que predomina en las plazas. Posiblemente se haya creado uno nuevo: "el fanatismo modernizador".

Esta situación me lleva a recordar que hace ya cerca de treinta anos, mi abuela solía decir compungida: -Colotlán nunca va crecer porque se encuentra en un hoyo y no tiene para donde, se refería a esa particular situación en que el centro del poblado se encuentra confinado hacia en el rincón norponiente de la geografía de la ciudad, como quien dice atrapado a dos fuegos por el rio Colotlán. Tres cuadras al poniente y dos al norte y estamos en los límites naturales que marca el rio. Mas allá tan solo las lejanas y marginadas tierras de Soyatitan (dominio de lozeros), a los que en tiempos de aguas solo se accedía arriesgando la vida, por los terroríficos puentes colgantes.

La geografía desigual sobre la que se asienta Colotlán, amén de sus peculiaridades en la tenencia de la tierra, no lo han hecho un lugar sencillo para urbanizar. Por esas circunstancias, las colonias nuevas que recientemente se han integrado a Colotlán, forman parte de áreas un tanto cuanto lejanas del centro del poblado. Nueva Tlaxcala, El pastor, Las Golondrinas, se antojan sitios tan lejanos como el mismo Santiago. La modernidad y la influencia del Amercian Way of Life en nuestra matria, han llevado a los colotlenses a la conclusión, de que un colotlense sin por lo menos un auto, no es nada, y hemos entrado en una tremenda competencia por proveernos el mayor número posible de ellos; con el consiguiente problema de sobrepoblación motora. Encontrar estacionamiento en cualquier simple calle es todo un reto, pero encontrar estacionamiento en el centro del poblado es labor imposible. Pregúntele al presidente, cuantas veces lo han hecho rabiar, por ese pequeño detalle de no estar su vehículo a las puertas de la presidencia. Cuantas regañinas le ha costado a los directores de transito, semejante despropósito.

Bajo este triste panorama en el que nuestro pueblo jamás fue diseñado para albergar tan crecido numero de población y autos, y en el que las calles del centro son de por si escasas, todavía tienen el atrevimiento de querer cerrar Obregón y Morelos. Me supongo que el genio que esta analizando la cuestión, ya tiene en mente túneles al estilo Guanajuato o segundo pisos, como en el Distrito Federal, de otra manera no veo como se va a desahogar el trafico en el pueblo, que de por si ya es en pesado en horas picos. Además que grosería, intentar terminar con las vueltas a la plaza en auto, que son de los grandes atractivos, sobre todo los domingos. En conclusión quienes quisiéramos circular cerca del centro, no tendríamos mas que viajar por Marcos Escobedo o Nicolás Bravo y mas allá la ultima opción seria el borde del rio. Al norte tan solo por Niños Héroes, siempre y cuando no sea domingo o no se les ocurra cerrarlo también. Al sur Independencia y Juárez. Pensándolo bien no esta tan mal la idea, simplemente nos acercamos a dos cuadras del centro y caminamos, hasta nos sirve para la salud. O nos compramos una bicicleta y adiós oneroso gasto en gasolina.

Deberían también de pensar en ampliar nuestro centro histórico hacia las huertas de Chihuahua y aprovechando el parque Cuauhtémoc para reubicar allí la terminal y a todos los comerciantes ambulantes que tan deplorable aspecto causan en la plaza. Acondicionando un estadio de beisbol en forma, en la magnífica unidades deportiva de Nueva Tlaxcala y desde luego incentivando tan importante deporte que se encuentra moribundo, entre la población infantil y juvenil, con torneos, entrenadores y equipo de primera calidad.

Serán esas magnas obras por las que nuestro primer edil pasara a las gloriosas páginas de nuestra historia, como el portentoso constructor de los arcos del milenio y la cincuentava remodelación de la plaza de armas, será acaso este segundo periodo de gobierno su consagración como el mejor gobernante de todos los tiempos. Mientras esperamos el juicio de la historia, bien podemos señalar algunos negritos en el arroz. Bajo la egida del actual presidente, Colotlán ha perdido el ancestral liderazgo de todos los municipios de la zona norte, la verdad es que hemos llegado a tener gobiernos sin chispa, sin convicciones y lo que es aún peor, sin una visión del futuro del municipio, y aun menos de la región.

Sin duda alguna el primer presidente panista don Jesús Alejo, tenía una aguda visión del desarrollo del municipio, fue el quien en sus dos periodos sentó las directrices del proyecto de desarrollo del municipio. Osbaldo de apego a su guion, pero en los últimos tres trienios la visión de Mayorga perdió nitidez. Por principio de cuentas, acaso alguien conoce cuál es el plan de desarrollo del actual gobierno. Jesús tuvo el suyo, lo mismo que Osbaldo y no se diga Enrique, quien fabrico su personal versión surrealista. Pero el de Pepe yo no lo conozco y en su página de internet tampoco esta. Sera esa una señal de que este barco camina sin destino, un gobierno de contingencias. Por otro lado, el gabinete está conformado por una suerte de funcionarios inexpertos e improvisados, probablemente a la medida, de un presidente que no admite discusiones ni pensamiento propio. Un ayuntamiento sin convicciones y cerrado solo a la lealtad del jefe, que por ende es mas fácil de manipular. Los que votaron por el segundo periodo de gobierno del presidente, tenían la certeza, de que con la experiencia ganada, este sería un trienio de grandes logros. En las áreas sensibles de la administración dicha experiencia no ha sido posible constatarla, lo que nos lleva a preguntarnos: ¿Exactamente en donde es que el presidente está utilizando su experiencia? Porque me supongo que está cumpliendo sus metas, sean cuales sean estas.