Sunday, March 7, 2010

De lábaros patrios y otros lugares comunes.

Dos imágenes, lejanas no solo en el tiempo sino también en la memoria histórica de nuestro país, una en la que Hidalgo (El señor cura Don miguel Hidalgo y Costilla) enarbolando el estandarte de la virgen de Guadalupe sale a las calles a luchar en contra de la opresión de los gachupines; la otra un México durante un periodo aciago de la historia en el que la lucha entre los proyectos liberales y conservadores consumieron mucho de las energías de la nación y la dejaron débil y vulnerable. Estos dos momentos son importantes porque en ninguno de los dos hubo los héroes que comúnmente hemos creído. La consumación de la Independencia de México se dio después de mas de diez anos de lucha que dejo al país en ruinas, y se logro no gracias a la capacidad política y militar de los insurrectos (quienes a estas alturas ya la mayoría estaban muertos) sino a la conjugación de varios factores que favorecieron los intereses de las clases dominantes y propiciaron un acuerdo político que consumo la independencia. El otro, el caos político y económico que propiciaron las pugnas políticas entre los partidos conservador y liberal después de la independencia y que comprometió la existencia misma del estado mexicano como tal y que solo fue capaz de sobrevivir con los dineros suministrados por los agiotistas de aquel tiempo, cuando la banca, los propietarios y la iglesia se rehusaron a facilitar los recursos económicos que daban viabilidad al estado mexicano. Ambos, momentos distan mucho de lo que pensamos y no constituyen los acontecimientos históricos que nos enorgullecen y nos son transmitidos por la historia oficial. Así la independencia de México fue solo posible cuando esta le convino a la oligarquía ( clases dominantes españoles y criollos sin distinción) y México siguió siendo un país cuando estaba a punto de colapsar gracia a los recursos económicos que los agiotistas proveyeron para mantener a la burocracia y al ejercito mexicano. Existen además muchos contrastes en pasajes parecidos de nuestra historia patria; el carruaje de Hidalgo que transportaba a sus "sobrinas" por doquier que se movía el ejercito libertador, dista mucho del carruaje que transporto a Juárez en su incansable peregrinar llevando la representación de la patria.


He hecho este recorrido para traer a su atención el hecho de que el aprendizaje de la historia es un referente básico para encuadrar nuestra comprensión del presente, es un marco que nos permite atisbar a la minima coherencia educativa y cultural para saber en donde estamos parados. A los discursos faltos de precisión se suman los que adolecen de honestidad.

Cuando escuchamos la frase: "Lábaro Patrio" es un buen momento para aguzar nuestro entendimiento y saber que son maneras de dirigirse a nuestra bandera desde una perspectiva sin mayor conocimiento, imaginación o creatividad, son los lugares comunes de maestros domeñados y mansos para plegarse a los poderes que nos mantienen postrados. La conformación de nuestra nacionalidad fue difícil y azarosa, los héroes no tiene que ver nada con las estatuas ni con los discursos fatuos y faltos de veracidad que desde el presente hacemos de ellos, a la falta de claridad sobre aspectos históricos se suma la mala fe y la ignorancia, elementos en los que se fermenta el atraso y la pobreza. La crítica de nuestro pasado es un buen comienzo para empezar a destrabar la compleja problemática que en el presente nos aqueja.M.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Dedicada para los maestros en su no dia.

08 March, 2010 20:29  

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