El amor a las letras
A veces no llega uno a entender como en sociedades como la nuestra el amor a la lectura no consigue arraigarse jamas; me sorprendió ver en otras latitudes como infinidad de pasajeros le robaban tiempo a las horas muertas del traslado a la escuela, el trabajo o el hogar con un libro en la mano. Leer en el metro o en el autobús era tan normal, como quedarse sumido en sus propios pensamientos, o mirar distraído a través de la ventanilla. Yo me mareo si leo mientras viajo, así que nunca los imite, no obstante el leer es una obsesión que me a acompañado todos los días de mi vida. No puedo encontrar un anuncio o un pedazo de papel escrito que no quiera leer, o por lo menos hacerme una idea de lo que trata. Leer tanto como ver cine son los dos pasatiempos que terminan de colmar mi vida, los disfruto al máximo, me hacen sentir vivo, lleno de energías e incentivan mi imaginación casi tanto como mi reflexión. Un buen libro o una buena película, me da material suficiente para mantenerme ocupado durante las horas de inercia de mi trabajo, que es fundamentalmente físico y sin grandes necesidades de concentración mental. Así que puedo dedicarme a desentrañar todos aquellos aspectos en que me impresionaron, gustaron o disgustaron de la película o libro y es en verdad un verdadero disfrute un goce estético, tal como se obtiene de la música, el teatro, la danza, la pintura etc.
Quizás por esa experiencia personal es que no logro entender porque la lectura no logra calar hondo entre nosotros, y aun pese a los años de escolaridad obligatoria que debemos necesariamente cursar, seguimos siendo analfabetos funcionales, incapaces de disfrutar de una buena novela o una poesía. Que sucede en las aulas de clases que los alumnos en lugar de llegar a disfrutar de una actividad eminentemente estética, terminan aborreciéndola y poniéndole las cruces. La verdad de la verdad, es que los mismos maestros y padres de familia, no tenemos ese habito de leer, esa capacidad de disfrutar de los libros, y sin un buen ejemplo no puede haber un buen aprendizaje. En Colotlán leemos una vez al año (por lo menos públicamente), y esto gracias a las lecturas auspiciadas por la preparatoria y el H. Ayuntamiento, cada año con motivo del Día del Libro. A diferencia de nuestra realidad colotlense, en algunos muchos otros lugares (países), las escuelas y los padres de familia, se confabulan para inundar a los niños de libros y de lecturas. Las visitas a las bibliotecas se vuelven cosa de cada fin semana, y los niños las piden, no aun mas las exigen. Pero bueno habrá que decir que acudir a una biblioteca, es diversión garantizada para chicos y grandes. Porque los niños además de los libros de rigor que se llevan para leer toda la semana, escogen un altero de películas infantiles, se sumergen en los juegos pedagógicos y si tiene la edad en el Internet. Seleccionan los discos que van escuchar durante la semana y se divierten con los legos y juegos de contracción o rompecabezas. Además no falta alguna actividad que presenta la biblioteca, como un cuenta-cuentos, la presentación de un escritor o artista local o el estreno de una película interesante. Los padres desde luego que también encontramos algo en que divertirnos y todo es completamente gratis, esa es una de las premisas de la biblioteca. En Colotlán debemos de encontrar la forma de que la lectura sea cosa de disfrute y de todos los días, y no de cada ano, con todo y los buenos propósitos de la prepa.
Es escandalosamente notable que los presidentes colotlenses, no hayan tenido precisamente una gran debilidad por la lectura, no obstante que entre ellos contamos eminentes ingenieros, profesores, arquitectos y abogados. Tan es así que la biblioteca pública municipal Benito Juárez se formo a instancias de la señorita Malaco Moreno, durante el periodo del Lic. Antonio Sánchez de León. Y en su larga y no tan productiva existencia, ha sido excepcional el presidente que se ha acordado de destinar una partida para la compra de materiales, o remodelaciones o ampliaciones de la misma. El acervo de nuestra biblioteca se ha constituido con las dadivas que a cuentagotas recibimos de los gobiernos estatales e incluso federales. Y sobrevive penosamente hundida en ese horrible y polvoso jacalón, en el que le han endilgado a las de Fortiori la compañía del DIF, que a falta de un mejor local se ha eternizado en esa suerte de complejo desangelado y triste. Creo que ambas instituciones esperan sin premuras, el día en que les haga justicia la revolución y un presidente avispado le otorgue un trato mas decoroso, construyéndoles un edificio a las altura de sus aspiraciones espirituales y de servicio comunitario.
Durante las ultimas seis administraciones municipales, hemos visto como carretadas y mas carretadas de dinero, se han invertido en caminos, carreteras, banquetas, calles, eventos de belleza, hospitales, UNIRSE, DERSE, lienzos charros, escuelas, hoteles, maquinaria agrícola y de construcción y miles de conceptos mas, sin embargo a nuestra pobre biblioteca municipal, muy pocos presidentes le han destinado una modestísima suma de dinero, y pues con muchísima razón, cual de ellos le ha tenido amor a las letras. Si tan solo uno de ellos hubiera sido un lector asiduo, no uno de esos que presumen de cultura literaria que dizque por que leyeron y tiene la colección completa del Cuauhtemoc Blanco, digo del Cuauhtémoc Sánchez, el de los pantanos, la del Coelho, el Panganini, y todos esos autores de superación personal, que creemos que es literatura. Si tan solo uno de ellos fuese capaz de distinguir entre el Jorge Luis Borges de los cuentos maravillosos, y el José Luis Borgues de la pifia foxiana, nuestra biblioteca seria otra. Una pena que tampoco los ciudadanos hayamos sido capaces de construir una biblioteca publica a la altura de nuestros necesidades intelectuales, pero nunca es tarde.
El camino de los sueños, comienza en una biblioteca, construyamos la nuestra.
Quizás por esa experiencia personal es que no logro entender porque la lectura no logra calar hondo entre nosotros, y aun pese a los años de escolaridad obligatoria que debemos necesariamente cursar, seguimos siendo analfabetos funcionales, incapaces de disfrutar de una buena novela o una poesía. Que sucede en las aulas de clases que los alumnos en lugar de llegar a disfrutar de una actividad eminentemente estética, terminan aborreciéndola y poniéndole las cruces. La verdad de la verdad, es que los mismos maestros y padres de familia, no tenemos ese habito de leer, esa capacidad de disfrutar de los libros, y sin un buen ejemplo no puede haber un buen aprendizaje. En Colotlán leemos una vez al año (por lo menos públicamente), y esto gracias a las lecturas auspiciadas por la preparatoria y el H. Ayuntamiento, cada año con motivo del Día del Libro. A diferencia de nuestra realidad colotlense, en algunos muchos otros lugares (países), las escuelas y los padres de familia, se confabulan para inundar a los niños de libros y de lecturas. Las visitas a las bibliotecas se vuelven cosa de cada fin semana, y los niños las piden, no aun mas las exigen. Pero bueno habrá que decir que acudir a una biblioteca, es diversión garantizada para chicos y grandes. Porque los niños además de los libros de rigor que se llevan para leer toda la semana, escogen un altero de películas infantiles, se sumergen en los juegos pedagógicos y si tiene la edad en el Internet. Seleccionan los discos que van escuchar durante la semana y se divierten con los legos y juegos de contracción o rompecabezas. Además no falta alguna actividad que presenta la biblioteca, como un cuenta-cuentos, la presentación de un escritor o artista local o el estreno de una película interesante. Los padres desde luego que también encontramos algo en que divertirnos y todo es completamente gratis, esa es una de las premisas de la biblioteca. En Colotlán debemos de encontrar la forma de que la lectura sea cosa de disfrute y de todos los días, y no de cada ano, con todo y los buenos propósitos de la prepa.
Es escandalosamente notable que los presidentes colotlenses, no hayan tenido precisamente una gran debilidad por la lectura, no obstante que entre ellos contamos eminentes ingenieros, profesores, arquitectos y abogados. Tan es así que la biblioteca pública municipal Benito Juárez se formo a instancias de la señorita Malaco Moreno, durante el periodo del Lic. Antonio Sánchez de León. Y en su larga y no tan productiva existencia, ha sido excepcional el presidente que se ha acordado de destinar una partida para la compra de materiales, o remodelaciones o ampliaciones de la misma. El acervo de nuestra biblioteca se ha constituido con las dadivas que a cuentagotas recibimos de los gobiernos estatales e incluso federales. Y sobrevive penosamente hundida en ese horrible y polvoso jacalón, en el que le han endilgado a las de Fortiori la compañía del DIF, que a falta de un mejor local se ha eternizado en esa suerte de complejo desangelado y triste. Creo que ambas instituciones esperan sin premuras, el día en que les haga justicia la revolución y un presidente avispado le otorgue un trato mas decoroso, construyéndoles un edificio a las altura de sus aspiraciones espirituales y de servicio comunitario.
Durante las ultimas seis administraciones municipales, hemos visto como carretadas y mas carretadas de dinero, se han invertido en caminos, carreteras, banquetas, calles, eventos de belleza, hospitales, UNIRSE, DERSE, lienzos charros, escuelas, hoteles, maquinaria agrícola y de construcción y miles de conceptos mas, sin embargo a nuestra pobre biblioteca municipal, muy pocos presidentes le han destinado una modestísima suma de dinero, y pues con muchísima razón, cual de ellos le ha tenido amor a las letras. Si tan solo uno de ellos hubiera sido un lector asiduo, no uno de esos que presumen de cultura literaria que dizque por que leyeron y tiene la colección completa del Cuauhtemoc Blanco, digo del Cuauhtémoc Sánchez, el de los pantanos, la del Coelho, el Panganini, y todos esos autores de superación personal, que creemos que es literatura. Si tan solo uno de ellos fuese capaz de distinguir entre el Jorge Luis Borges de los cuentos maravillosos, y el José Luis Borgues de la pifia foxiana, nuestra biblioteca seria otra. Una pena que tampoco los ciudadanos hayamos sido capaces de construir una biblioteca publica a la altura de nuestros necesidades intelectuales, pero nunca es tarde.
El camino de los sueños, comienza en una biblioteca, construyamos la nuestra.
4 Comments:
Si, desgraciadamente es cierto y muy puntual esta observación. Hay que recordar que se conjugan los dos factores para estar sumidos en la ignorancia; la falta de cultura por la lectura y la carecnia de recursos económicos para hacernosla llegar de cualquier forma, ahorita desgraciadamente gracias a nuesto sistema capitalista muchos de los colotlenses buscamos cuando menos tener algo de comida para llevarlos a nuestras familias, que primero deben de tener todos los requerimientos nutritivos para desarrollar cualquier actividad y lamentablemente muchos no tienen la suerte de tener la "panza" llena, solamente pensar en cómo se le va hacer el día de mañana para poder comer tan siquiera algo.
Otra situación es la moda en los juego electrónicos que quitan demasiado tiempo a los jóvenes y a los niños y No queda tiempo para la lectura según ellos. En cuanto el acceso a las computadoras es lamentable que tan sólo en México 15% de la población tenga acceso a este equipo e internet, y cuando lo tienen muchas ocasiones se pierden en cosas triviales como chatear o escribir en páginas electróncas para denigrar a las personas con un lenguaje muy pobre, además de que exhiben carencias ortográficas hasta para escribir tonterías, además de la falta de coherencia en sus escritos. Aunado a toda esta situación es la falta de creatividad y buscar un verdadero "equipo" de trabajo que disfrute, tenga conocimento de la cultura y sobre todo quiera compartir sus conocimientos sobre la misma, gente que conozca de literatura y tenga un proyecto y su realización más allá de las administraciones y no quede en una simple "casa de la cultura".
Tenemos una banda de música municipal que yo recurde creo que unicamente una ocasión la he escuchado, seña de que la cultura debe impactar primeramente en nuestro muncipio (y digo en su totalidad, porque la cabecera, no es todo el muncipio, también hay comunidades que estan ansiosos de eventos culturales).
La biblioteca efectivamente esta en el abandono, debería contar con un acervo cultural que abarque todas las áreas de la cultura y la recareación literaria, además de equipos de computo que tengan software educativos para que los niños tenga la motivación para la investigación y la lectura ( y no se usen estos equipos únicamente para jugar al solitario en lugar de utilizarlas para la cultura y la recreación literaria). Eso daría a nuestra población una verdadero salto cultural y dejar de lado programas políticos, como escuela simepre abierta que por ciero deja mucha que desear. Por eso es interesante este tema.
Por eso les comparto está frase del mejor presidente de México:
"Libre, y par mí sagrado, es le derecho de pensar...La educación es fundamental para la felicidad social; es le principio en el que descansan la libertad y el engrandecimiento de los pueblos"
Benito Juárez.
P. D. (me quede con la duda, no pensarían que era Fox, cuando dije el mejor presidente de México; cómo el mismo lo dijo)
eso de eminentes mas bien parece burla
cuando comenzo su frase yo pense que estaba citando a pepe carrillo, creo que me proyecte.
Por eso mi camino a la renovacion empezo por leer lo que habia de haber leido hace siglos, Jorge Luis Borges y Juan Rulfo porque mas de lo mismo no se merecen mis lectores.
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