"De pechito"
Uno no se explica como y porque suceden las cosas, y mucho menos entiende lo que verdaderamente sucede en la política, y por consiguiente en México. Pero igualmente la gente se hace conjeturas, se inventa explicaciones y adivinan mal que bien, las verdades ocultas de nuestros hombres públicos. Muchas otras verdades ni siquiera requieren de sagacidad o malicia, están allí a flor de piel, a voz de cuello de los mismos protagonistas de nuestra historia. Y valga decir que una cada vez mas vergonzosa historia, grotesca, pusilánime y entreguista. Si el mismo traidor Santa Anna volviera a nacer, se moriría de vergüenza, de ver los extremos a los que ha llegado el así llamado Felipillo, quien ha puesto nuestro país, en todos los foros y contextos, de alfombra para que todo mundo nos pisotee. A los españoles que sacamos hace doscientos anos, Felipillo los regreso dándoles la banca y otros jugosos negocios, en la construcción e industria. A los gringos les regalo nuestro petróleo y les abrió la casa de par en par, y ahora despachan desde la cocina, es decir en Paseo de la Reforma. Al clero que mandamos por un tubo desde la época de Juárez, ya no lo sacamos de aquí y el papa esta a punto de venir a que le regresen sus privilegios en las escuelas y los medios de comunicación, no tardara mucho en que también se postulen a puestos públicos. A los canadienses les ha regalado a precio de ganga, los minerales mexicanos, sin importar el sitio que estén, así sean los mismos lugares sagrados para nuestros benditos indígenas y comunidades. Los medios de comunicación en posesión de prestanombres y comparsas del despojo, ahora dictan condiciones al otrora poderoso estado mexicano: entre Slim, Azcarraga y Salinas Pliego, deciden a través de sus imperios, quien será el próximo presidente de México, y de paso nos cobran millonaria factura, por usar sus canales de comunicación.
Entre el México de Cárdenas y el de Calderón, media un gigantesco océano de corrupción, mentiras, robos, manipulación, fraudes, despojos, despilfarros y cinismo. Del nacionalismo revolucionario del primero, hemos pasado al servilismo neoliberal del segundo. Si con los gobiernos revolucionarios se fortaleció la preeminencia social del estado mexicano, por sobre los intereses capitalistas con legislación favorable a los obreros, repartos agrarios, educación gratuita en todos los niveles, seguro social,, rectoría del estado amen de otros muchos adelantos de beneficio social. Insuficientes, burocráticos, corrompidos, manipulados e instrumentales, lo acepto y culpables de muchos otros vicios más, pero con todos sus vicios y debilidades, fueron una realidad palpable y una esperanza de ayuda, para la población en general. A partir de los gobiernos neoliberales, estas conquistas sociales están condenadas a desaparecer y ser reemplazados por su contraparte capitalista, hospitales, escuelas, canales de televisión abierta, agua, electricidad, todo esta destinado a convertirse en lucrativo negocio, en manos de los capitalistas afines a los políticos mexicanos. Como en el Porfiriato, gobierno, empresarios y políticos, marchan codo con todo y en contra de los intereses de la mayoría de la población. La legislación aprobada desde Miguel de la Madrid, con mayor énfasis desde Salinas y con fuerza arrolladora en los dos últimos sexenios, lo ha hecho posible. Las cortinas de humo de las epidemias de salud y la guerra de Calderón contra el narco, han servido para que los mexicanos asustados por las enfermedades y la violencia ni siquiera se enteren, que acaban de vender al país. Calderón ha doblado la deuda mexicana, ha destruido el sindicato electricista y desmantelado la capacidad operativa mexicana, para que importemos electricidad de Estados Unidos; ha entregado el petróleo mexicano a los gringos, negándose a toda costa a refinarlo nacionalmente, a creado fideicomisos para manejar en lo oscuro los ingresos mexicanos del petróleo, le ha entregado al monopolio mediático, la comunicación del país. Y bueno en toda esta guerra que tiene a la población en general sumida en el terror, los únicos que no se quejan son los grandes ricos, a los únicos que no ha afectado son a ellos, los dueños de capital, por el contrario creo que hasta le ha ido mejor, han ganado mas lana que nunca. Es curioso que los narcos respetan muy puntualmente los grandes intereses empresariales. Y que tampoco roben los bancos, que son lo primeros que atacan los malhechores.
Por otra parte los operativos conjuntos entre los gringos y Calderón, como el ya famoso escándalo de: Rápido y Furioso, parece mucho más una política muy a modo de ambos gobiernos para matar varios pájaros de una solo disparo. Estados Unidos, desde la llegada de Obama al gobierno, ha incrementado la expulsión de inmigrantes indocumentados mexicanos, rompiendo el record de más de un millón de indocumentados en lo que va de su gestión, y de entre ellos un importante porcentaje son jóvenes delincuentes detenidos en las cárceles norteamericanos por delitos mayores y proclividad a la violencia, y que por sus circunstancias están habituados a vivir en E.U y desconocen México. Quienes una vez que son deportados hacia México son rápidamente reclutados por las mafias mexicanas a sus ejércitos de sicarios. En este contexto las armas enviadas por los gringos a México y que misteriosamente aparecen regadas por todas las fronteras norteñas, sirven tan solo para aguijonear la masacre de mexicanos, principalmente los jóvenes para los que los gobiernos de Obama y Calderón no tienen opciones de desarrollo que ofrecerles. Es más fácil darles todas las ventajas para que se maten entre ellos, que brindarles una oportunidad de ser productivos. Como dijeran endenantes; “árbol que nace torcido, jamás su tronco endereza”, parecieran decir ambos presidentes.
Y bueno si Calderón no alcanza a darle la puntilla a lo que se pretendió construir con los gobiernos proclives al interés del pueblo (de dientes para afuera por lo menos), pues de ganar Josefina, tengan la seguridad que podemos olvidarnos del México que conocíamos y comenzar a habituarnos a un neoporfirismo, con la iglesia y los ricos mandando a los contritos y persignados políticos mexicanos. Y el pueblo en general pues a batallar comiendo plástico chino, porque ya ni maíz y frijol se produce, con los niños en la casa, por la imposibilidad de pagar colegiaturas en escuelas privadas, sin acceso a médico alguno, y con un empleo, como esos millones que creo el presidente del empleo, pero bien benditos por su santidad y el presidente.
Entre el México de Cárdenas y el de Calderón, media un gigantesco océano de corrupción, mentiras, robos, manipulación, fraudes, despojos, despilfarros y cinismo. Del nacionalismo revolucionario del primero, hemos pasado al servilismo neoliberal del segundo. Si con los gobiernos revolucionarios se fortaleció la preeminencia social del estado mexicano, por sobre los intereses capitalistas con legislación favorable a los obreros, repartos agrarios, educación gratuita en todos los niveles, seguro social,, rectoría del estado amen de otros muchos adelantos de beneficio social. Insuficientes, burocráticos, corrompidos, manipulados e instrumentales, lo acepto y culpables de muchos otros vicios más, pero con todos sus vicios y debilidades, fueron una realidad palpable y una esperanza de ayuda, para la población en general. A partir de los gobiernos neoliberales, estas conquistas sociales están condenadas a desaparecer y ser reemplazados por su contraparte capitalista, hospitales, escuelas, canales de televisión abierta, agua, electricidad, todo esta destinado a convertirse en lucrativo negocio, en manos de los capitalistas afines a los políticos mexicanos. Como en el Porfiriato, gobierno, empresarios y políticos, marchan codo con todo y en contra de los intereses de la mayoría de la población. La legislación aprobada desde Miguel de la Madrid, con mayor énfasis desde Salinas y con fuerza arrolladora en los dos últimos sexenios, lo ha hecho posible. Las cortinas de humo de las epidemias de salud y la guerra de Calderón contra el narco, han servido para que los mexicanos asustados por las enfermedades y la violencia ni siquiera se enteren, que acaban de vender al país. Calderón ha doblado la deuda mexicana, ha destruido el sindicato electricista y desmantelado la capacidad operativa mexicana, para que importemos electricidad de Estados Unidos; ha entregado el petróleo mexicano a los gringos, negándose a toda costa a refinarlo nacionalmente, a creado fideicomisos para manejar en lo oscuro los ingresos mexicanos del petróleo, le ha entregado al monopolio mediático, la comunicación del país. Y bueno en toda esta guerra que tiene a la población en general sumida en el terror, los únicos que no se quejan son los grandes ricos, a los únicos que no ha afectado son a ellos, los dueños de capital, por el contrario creo que hasta le ha ido mejor, han ganado mas lana que nunca. Es curioso que los narcos respetan muy puntualmente los grandes intereses empresariales. Y que tampoco roben los bancos, que son lo primeros que atacan los malhechores.
Por otra parte los operativos conjuntos entre los gringos y Calderón, como el ya famoso escándalo de: Rápido y Furioso, parece mucho más una política muy a modo de ambos gobiernos para matar varios pájaros de una solo disparo. Estados Unidos, desde la llegada de Obama al gobierno, ha incrementado la expulsión de inmigrantes indocumentados mexicanos, rompiendo el record de más de un millón de indocumentados en lo que va de su gestión, y de entre ellos un importante porcentaje son jóvenes delincuentes detenidos en las cárceles norteamericanos por delitos mayores y proclividad a la violencia, y que por sus circunstancias están habituados a vivir en E.U y desconocen México. Quienes una vez que son deportados hacia México son rápidamente reclutados por las mafias mexicanas a sus ejércitos de sicarios. En este contexto las armas enviadas por los gringos a México y que misteriosamente aparecen regadas por todas las fronteras norteñas, sirven tan solo para aguijonear la masacre de mexicanos, principalmente los jóvenes para los que los gobiernos de Obama y Calderón no tienen opciones de desarrollo que ofrecerles. Es más fácil darles todas las ventajas para que se maten entre ellos, que brindarles una oportunidad de ser productivos. Como dijeran endenantes; “árbol que nace torcido, jamás su tronco endereza”, parecieran decir ambos presidentes.
Y bueno si Calderón no alcanza a darle la puntilla a lo que se pretendió construir con los gobiernos proclives al interés del pueblo (de dientes para afuera por lo menos), pues de ganar Josefina, tengan la seguridad que podemos olvidarnos del México que conocíamos y comenzar a habituarnos a un neoporfirismo, con la iglesia y los ricos mandando a los contritos y persignados políticos mexicanos. Y el pueblo en general pues a batallar comiendo plástico chino, porque ya ni maíz y frijol se produce, con los niños en la casa, por la imposibilidad de pagar colegiaturas en escuelas privadas, sin acceso a médico alguno, y con un empleo, como esos millones que creo el presidente del empleo, pero bien benditos por su santidad y el presidente.
3 Comments:
no entiendo como es que no se ha desmantelado por completo el moustro de la iglesia catolica, con todo y todo siguen sacando su cuota de los pobres y de pilon asustandolos con el infierno, de plano hasta coraje da oir sus sermones.
La verdad es que queda entredicho si verdaderamente el petroleo y otros recursos naturales han sido alguna vez del pueblo mexicano. Mas bien ha sido alcancia para tantos y tantos "lideres" que se han enriquecido hasta mas no poder. Si hubiera sido nuestro, la gasolina seria mas barata que en cualquier parte del mundo.
La politica nos llega alos de mero abajo muy pero muy "colada" y no sabemos en verdad lo que se mueve hasta arriba de la "nata".
Es veridico que por muchas generaciones, nos han visto la cara de ignorantes (ya hasta cierto punto lo somos) y nos han vendido imagenes y propaganda que al paso del tiempo nos damos de topes en haberles creido alguna vez.
Cuando iremos a exigir que en se cumplan las promesas de campañas? Se dice que el pueblo tiene el gobierno que se merece y al menos yo, ya creo que nuestro pueblo merece algo mejor. Sea del partido que sea, del color que mas le plazca pero que verdaderamente represente la voz del pueblo que le puso en ese lugar.
Ustedes que opinan?
La verdad es que queda entredicho si verdaderamente el petroleo y otros recursos naturales han sido alguna vez del pueblo mexicano. Mas bien ha sido alcancia para tantos y tantos "lideres" que se han enriquecido hasta mas no poder. Si hubiera sido nuestro, la gasolina seria mas barata que en cualquier parte del mundo.
La politica nos llega alos de mero abajo muy pero muy "colada" y no sabemos en verdad lo que se mueve hasta arriba de la "nata".
Es veridico que por muchas generaciones, nos han visto la cara de ignorantes (ya hasta cierto punto lo somos) y nos han vendido imagenes y propaganda que al paso del tiempo nos damos de topes en haberles creido alguna vez.
Cuando iremos a exigir que en se cumplan las promesas de campañas? Se dice que el pueblo tiene el gobierno que se merece y al menos yo, ya creo que nuestro pueblo merece algo mejor. Sea del partido que sea, del color que mas le plazca pero que verdaderamente represente la voz del pueblo que le puso en ese lugar.
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