Friday, July 9, 2010

Un adios

Son cerca de las tres, mi jornada llega a su fin, mi jefe, mi principal... mi Guru ( como desde hace algunos anos le llamamos) se encuentra cargando las ultimas cajas atiborradas de recuerdos y de "suvenirs" que acumulo en los cuarenta anos de carrera como maestro; le digo:
-!Hasta manana!
Lo digo como siempre en la formula habitual de quienes hacemos del trabajo la cita cotidiana de los que han sido puestos en contacto por el destino y la necesidad, lo digo sin saber que para el no hay manana, que es su ultimo dia como principal y que igual que cualquier persona que deja un empleo debe llevarse todo lo que le pertenece para dejar el espacio a quien habra de suplirlo, debe de igual manera despojarse de lo que en algun tiempo formo parte de su investidora: las llaves de acceso al edificio, las credenciales, el acceso electronico, el aire de familiaridad con el que deambulo por el oficio...
Somos los ultimos en abandonar el edificio, todos los demas se encuentran vacacionando, por ello somos testigos privilegiados del fin de una epoca, de el adios de un hombre que ( a su manera) nos hizo mejores dandonos guia y ejemplo de trabajo, equidad y respeto.
!Hasta manana! -me despido-
! Not me! - me responde-
deja junto a su auto la ultima caja que se resiste a ingresar a la cajuela y se acerca con una mirada que nunca antes le habia visto, esta cargada con toda la emocion que puede caber en un momento unico y decisivo de nuestras vidas, esta cargada de un adios definitivo que no encierra mas que el encuentro ocasional, esta cargada de un certeza de desprendimiento y de aceptacion y paz, esta llena de buenas intenciones para con nosotros y de un instinto por protegernos y arroparnos aun mas alla de los limites de su propio tiempo y oficio. Desprevenido me quede naufragando en el mar de su abrazo y su mirada, un "gracias" que fue mas alla de el agradecimiento del trabajo cotidiano, en este abrazo y en esta mirada se comprimieron la gratitud que vamos a llevar por toda una vida. No se porque pero en el adios todos somos mejores, incluso el Guru a quien la vida matrimonial le martirizo de tal manera que hasta sus subordinados nos alcanzaba su resentimiento y frustracion. En el adios todos tenemos una frase amable para recordar a los que se van, como dice la conseja popular: "los defectos salen cuando te casas y las virtudes cuando te mueres". El Guru no se esta muriendo, le esperan dias de sol y solaz, de recrearse en el tiempo libre que a lo largo de la vida laboral siempre es mezquino.
En el adios y en la certeza de que nos desenganchamos de la imposicion del trabajo todos podemos ser mejores y tener un momento de voluntad pura y de buenas intenciones que alcanzan para todo y a cualquiera, en el adios se resume lo mejor de nosotros y se inicia la epoca de memorias y de nostalgia.

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