Wednesday, September 8, 2010

Trascendencia


El común de los seres humanos, carecemos de ese afilado instinto para la trascendencia que distingue a los políticos; esa segunda naturaleza y habilidad que los hace identificar de inmediato lo perdurable de lo pasajero y apostarle con todo a aquello que dejara huella imperecedera en el mundo por venir. Desde luego que me refiero a ese colosal proyecto arquitectónico que pondrá a Colotlán en los ojos del mundo, por muchos siglos: los arcos del bicentenario y que dará fastuosa bienvenida a todos esos turistas que muy pronto transitaran bajo sus portentosas dimensiones, en la cara norte de nuestro poblado, casi enfrente de la prepa.

La gente común y corriente, como un servidor, sin ningún tipo de visión trascendente o fanatismo transformador, nos caracterizamos por una muy burda, estrecha y materialista visión del mundo, pues al oír del millón cien mil pesos destinados para una obra tan trascendente, no atiné más que a pensar en computadoras. Doscientas computadoras portátiles de regular marca y sobresalientes características, que puestas a trabajar en talleres infantiles y juveniles de investigación y redacción, muy bien podrían desatar una pequeña revolución intelectual en el municipio. O quizás invertidos en material bibliográfico, videográfico y auditivo en una biblioteca bien llevada, y donde hubiera personal con ganas de trabajar, bien podría sentar un precedente cultural importante en todo el país. O quizás puestos en talleres culturales en la casa de la cultura, ayudarían llevarnos aun mañana mas optimista y prometedora.

Tal y como ha sido regla siempre en nuestras comunidades, la mejor idea y visión es la que se impone, podemos esperar que de aquí a algunos milenios de años, cuando sobre la faz de nuestra tierra, se desplacen solo curiosos turistas intergalácticos, al llegar ante tan insigne monumento como el de nuestro bicentenario se podrá escuchar la siguiente conversación.

Marciano uno: -Portentosa cultura esta de los terrestres, no hay un solo pedazo de tierra que no tenga uno de estos curiosos y magníficos edificios. ¿Me preguntó que los llevo a la extinción?

Marciano dos: -En su búsqueda de la trascendencia, se olvidaron de la sobrevivencia, agotando todos los recursos útiles del planeta, fundamentalmente el intelectual. Se les olvidó pensar.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Arriba el mal gobierno, muchos topes y menumentos y pocas tortillas...

16 September, 2010 14:50  

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