Tuesday, August 10, 2010

Don Pepe

Don Pepe es un conocido de por allá de nuestros ranchos, de Monte Escobedo, pueblo que por muchos siglos estuvo muy cerca de Colotlan, a tiro de pájaro casi como quien dice. Del rancho en las noches miraba uno pa un lado y alcanzaba a devisar el lucerio de Monte Escobedo y pa al otro, Villa Guerrero. Antes que hubiera carreteras, lo mismo enfilaba en un sentido que en otro. A caballo la gente lo mismo venia de Monte Escobedo a Colotlan que iba a Huejùcar e igual hacia la gente de Colotlan. Por ello no era raro que rancheros como mi abuelo, por negocios, amistad o paseo conocieran a mucha gente de todos los pueblos vecinos, máxime que entre tanto enverijadero que hay entre los limites de Jalisco y Zacatecas, pues muchos de lo rancheros tenían que ir ya a un pueblo ya a otro, para los pagos y asuntos legales de sus tierras. Ahora que se hicieron las carreteras pavimentadas, se acabaron los viajes a caballo y ya no sigue uno mas que los caminos asfaltados, olvidándose que hubo un tiempo, que hubo no solo un, sino muchos. Todos ellos lentos y difíciles, pero infinitamente más anchos. Ahora ya hasta nos deshermanamos de aquellos pueblos, que tantas bodas prohijaron.


Pues don Pepe es precisamente de aquellos rumbos y aunque lo destetaron aun adolescente pa traerlo al norte, todavía tiene los modos de la gente de allá. Disidor, enamorado, de a caballo, echador y buen pal trabajo, al menos es lo que dice el. Y lo traigo a colación nomás porque esta recién llegadito del Monte y a los que estamos acá, siempre nos causa curiosidad indagar pos como le fue y como están las cosas en el terruño. Y es que cada vez es menos extraño que los paseantes nos lleguen con novedad y así los amigos nos platican cada historia que le ponen a uno los pelos de punta.


Néstor es de Sonora y cuenta que por allí por su tierra se empezó a dar, que llegaba un escuadrón de encapuchados, en vehículos sin placas, a los ranchos y cargaban con cuanto querían. Y pos la gente se empezó a armar. Un día llegaron al rancho de sus primos y estos los recibieron a bala limpia y los hicieron correr. Pero que al poco rato se apersonó el ejercito y cargaron con ellos y pues los tienen detenidos por haber matado a varios soldados y otros cargos mas.

Noe es de un rancho perdido de Querétaro, y el platica de un su amigo que no hace tanto se fue de vacaciones al pueblo, se llevo su camioneta flamantita y andando en un rodeo, se desapareció con todo y vehiculo. A los días encontraron el cuerpo, sin la cabeza, que reconocieron solamente por la ropa.

La suegra del Poncho, que es de Tamaulipas platica de su hermano, ferretero en un pueblo del mismo estado, que la mafia comenzó a pedirle cuota de "seguridad" y como se negaron lo secuestraron y después de dos rescates aun no lo entregan. La ferretería la cerraron y la familia ya se mudo a otro lugar a vivir

Alonso es Zacatecano, su hermana en junio se fue de vacaciones y apenas cruzando la línea en Laredo, que se arma la balacera, afortunadamente el migra gabacho dejo que se metiera de nuevo el autobús en que viajaba.

Rigo es de Camargo y hace unos meses le avisaron que al primo lo tirotearon y apenas salvo la vida.

Los Calderones son de por allí de San José y esos en su repertorio cuentan de todo.

No hay conocido que no platique de levantones, secuestros, asesinatos, robos y demás. Señalando como cada vez más los norteños se convierten en blanco de todos estos crímenes y sin faltar la historia que cuentan de la familia que iba de regreso al norte y que los detuvieron y exigieron dinero, al no poder juntar lo que les pedían, les quitaron a un niño que partieron por mitad y que el fulano les dijo:


-Tengan allí esta su parte, el resto mío.


A resultas falleció el abuelo del niño de un paro cardiaco y la mamá aun esta en coma.


Así que en cuanto hubo oportunidad le pregunte a don Pepe que como le había ido y sabiendo todas las historias que corren por allí, me contesto:


-No, pos yo no vi nada y tampoco me paso nada, bueno exceptuando un tamarindo en Monterrey. Con eso de las inundaciones estaban desviando el trafico hacia la ciudad y al pasar por una calle me detiene un transito y me pide licencia, documentos y seguro mexicano del vehiculo.


¿Pos como que ya se ocupa la aseguranza, le pregunté?


No pos que si y como no me quise mochar con la del puebla, ándale que hay me va escoltando para la delegación. En una calle deje que se fuera el para un lado y yo agarre para el otro y no me volvió a ver. Fuera de eso yo no vi nada.


¿Pero platíquenos don Pepe como se la paso por allá?


-Me la pase de peluche, cuando voy pa allá, me gusta salir y pasearme, fui a bodas, rodeos y hasta un balneario en Colotlan, pensábamos ir hasta Cancún, pero por el mal tiempo mejor nos quedamos. La verdad me sorprendí de dos cosas: que el pueblo esta muy modernizado y que todo esta bien caro. Cambia uno un billete de cien dólares y nomás no le dura nada. Empezando porque si en la tele dicen que el dólar lo pagan a 13 pesos, va uno a las casas de cambio y al banco y allí esta a menos de doce. Hay tienes que apenas llegas y comienzan a visitarte personas a domicilio para comprarte los dólares, y hasta te dan diez o quince centavos mas que en el banco.
En las casas ya cuentan con cable como acá, y se ven todos los canales en español. Mis niños se quedaron encantados con las caricaturas de las de antes que ya no pasan ni aquí y bueno todo por ciento cincuenta pesos al mes. La competencia esta feroz en todos los negocios, y casi cada casa del pueblo es un tiendita, yo le digo a mi esposa, que ni para que irse a vivir allá, no hay negocio que ponga que no este competido. En la mañana te despiertan desde temprano con el sonsonete.


-El gas, el gas. Y pasa un camión sonando las bocinas y gritando por altavoz.


De rato pasa otro carro: -Agua purificada del Monte.-Agua purificada del Monte.


Un rato después otro gritón:-llévelas calientitas, llévelas calientitas. Las tortillas.


Hasta la carne te la lleven a domicilio, pasa una camioneta ofreciendo carne como la quieras: molida, en bisteces, de res, de puerco.


Hablando de carne, con decirte que ya hasta tenemos Bar, en el mero centro del pueblo y con espectáculo de Bailarinas exóticas. Tienen su tubo y todo, dicen que las bailarinas son de Colotlan y están guapas las muchachas, sobre todo una grandota. Hasta puedes ordenar sexo-servidoras por teléfono, son las mismas que bailan en bar y las administra el distribuidor autorizado de sustancias ilegales de los zetas. Si es un tipo cargado de cadenas de oro y armado hasta los dientes y no se esconde para nada. En la calle te ofrece lo que se te ofrezca y la policía lo ve y como si nada, como si anduviera vendiendo dulces. Bueno cuando llegan los soldados allí si se anda escondiendo, pero antes nada. A uno no le pueden ver una pistolilla porque luego, luego se la decomisan y lo meten a la cárcel. Como dicen donde hay miedo, ni coraje da. Además que ya también están hechos al molde.


Y bueno pos el pueblo esta bien malogrado, yo por eso, nomás no dejaba ni a sol, ni a sombra a mis hijos. Pa que quiero que en un descuido me lo echen a perder. Un día fuimos a una boda y iban los amiguillos de mi hijo, también entre los quince y diecisiete anos. Y pusieron la botella de tequila en la mesa, y los vieras que ligeros para el trago. A mi hijo no le permito tomar y ahí estaban dándole carrilla.


-Que no te tardes Pepito porque papa te va a poner la pijama y sabe cuantas mas de esas. A mi muchacho nomás le daba risita. Y empezaron con los brindis. Tequila puro, llego un momento en que ya estaba yo mareado y los condenados muchachos seguían con la brindadera. Yo de plano, les dije hasta aquí, yo ya llene. Otro día me lleve a mi hijo y a su amigo, el mas injundioso para el licor a poner un lienzo doble. No, pos a las primeras de cambio, tiro el arpa y se fue mejor a sentar debajo de un arbolito. Muy buenos pal trago, pero muy malos para trabajar. Yo no se como viven, pero buscas gente para trabajar en las cosechas y no encuentras quien se interese.

Un día me invito un amigo a tomarnos unas cervezas, y me le perdí a mi señora en el antro ese que te platicaba. Mi amigo es comerciante, vende abarrotes al por mayor y me platicaba que a el le daban ganas de aventar todo e irse al norte. Resulta que los zetas le cobran piso por trabajar allí en Monte Escobedo, mes con mes les tiene que pasar su cuota, venda o no venda. Lo peor es que lo tienen bien agarrado y amenazado con la familia, se lo tienen bien conocido y pos así la verdad que ganas de trabajar, y como el, y así tienen a los de los mejores negocios y capital.

El último día que estuve en Monte, me fui a colear y como tenia mucho que no me trepaba al caballo, quede todo adolorido de las corvas. Todavía es hora que no me puedo doblar bien. El día que fui a Colotlan le compre una sillita sencilla a mi concuño, tenia un caballo muy fino, cruzado de árabe, con yegua parejera. Ándale que cuando regresé acá, el caballo se le había muerto. Se los presto a unos muchachos y lo corretearon todo el día y no se les ocurre bañarlo y darle agua. Se les murió y mi concuño todavía le esta llorando y yo pos me quede con la silla.

Allí nos despedimos don Pepe y yo, y me quede pensando que bueno que en nuestros pueblos todo esta bien.









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