Reflexiones en torno a problematica de nuestro pais
De las elecciones presidenciales pasadas se desprende una de las mas grandes tragedias que ponen de manifiesto los profundos problemas historicos y sociales en los que se debate nuestro pais Mexico: El problema de la legalidad y la legitimidad, (servidores publicos que llegan a sus puestos por via del fraude y los cauces non- sanctos) vuelve una vez mas a marcar los rumbos erraticos del destino de Mexico. Un presidente producto del fraude electoral, impuesto por los intereses de los propietarios y la oligarquia en complicidad con los intereses estrategicos de nuestro vecino del norte dan como resultado un estado de cosas que resume el caos de un gobierno que requiere cambios radicales y profundos para enmendar el rumbo y pueda llevar exitosamente a cabo la tarea de proveer de bienestar a sus gobernados.Es esta la cuestion que tiene en jaque a la sociedad mexicana. La crisis de nuestras instituciones, la ausencia de mucho tiempo de proyectos nacionalistas y de lideres patriotas, el abandono de los fundamentos de nuestra independencia y soberania, el olvido de la inversion social, son todos ellos problemas que arriban este siglo veintiuno en la forma de una tormenta perfecta que lesiona las aspiraciones mas elementales de vida digna de la inmensa, inmensa mayoria de los mexicanos.
En estos tiempos singularmente caoticos, las instituciones estan postradas. Cuando digo instituciones me refiero a esa entidades que nos permiten entender este mundo en el que nos desenvolvemos y que tienen organizada la vida social atravez de bloques de organismos que dan coherencia a las tareas de conducir a una sociedad. El producto de las instituciones rebasa las pasiones de los individuos y las contiene, representan la formalizacion y la realizacion del ideal de progreso de los hombres de las sociedades que las crean, cuando las instituciones se corrompen y quedan rebasadas por la anarquia que tratan de contener es el tiempo de comenzar nuevamente a replantear las aspiraciones de los pueblos y su derecho a buscar la felicidad, es momento de reestablecer la legitimidad, y por ello cuestionar el accionar de aquellos a quienes dimos la encomienda de preservar el estado de derecho, es decir los ideales vueltos institucion atraves de la lucha en la busqueda del bienestar de nuestras comunidades y demandarles acciones coherentes con estas aspiraciones. Nadie debe de estar exento de rendir cuentas a quienes los facultan para servir.
La lucha por el rescate de nuestro pais adopta los contenidos del enfrentamiento entre civilidad y barbarie, perderla pondria en riego cientos de anos de cultura y de continuidad historica, por ello ahora mas que nunca se debe de dar a la educacion un lugar preponderante. La educacion permite alejarnos de nuestros impulsos mas elementales y encontrar cauces para la coexistencia armonica en una sociedad viable donde todos tienen oportunidad de progresar cuando el estado y la sociedad han creado las condiciones para que ello suceda.
En esta crisis historica en la que se evidencia el total dislocamiento de las principales instituciones que mantienen en pie al pais, nuestro presidente se embarca en una denominada guerra contra el narcotrafico, sin saber lo que emprende desde la posicion y perspectiva de unas instituciones de seguridad mermadas por una larga historia de corrupcion e ineficiencia, su convocatoria tambien adolece del valor y la legitimidad que debieron de ser salvaguardadas por nuestros institutos electorales; sin capital politico, sin legitimidad, sin instituciones puras, sin convicciones es dificil tener exito ante enemigos tan poderosos, la batalla estaba perdida desde antes de empezarla, perdida, porque la sociedad mexicana ha perdido el rumbo desde hace tiempo y no tiene manera de recomponerlo, lo que deberia de fijar un destino no tiene la legitimidad para convocar a construir una sociedad mejor porque en sus origenes se encuentra el fraude y el engano, la burla y el escarnio de las instituciones que el ahora representa; porque tenemos al otro lado del rio bravo un pais con un mercado de millones de consumidores ansiosos de recibir su mercancia, y de este lado, los elementos de los que se nutre la delincuencia ,es decir, de juventudes desprovistas de condiciones para hacerse de una manera de vivir digna, falta de oportunidades, falta de educacion, y de en que creer, falta de practicamente todo lo que se requiere para poner en pie y en movimiento una sociedad sana.
Es tiempo de dar valor y fortaleza a nuestras instituciones, es tiempo de inyectarles nueva sangre y nueva vida, es tiempo de repensar que todo lo que invirtamos en ellas se nos devolvera en forma de paz, tranquilidad y bienestar material. Mientras que no tengamos la capacidad de crear instituciones solidas y eficientes nuestro pais seguira siendo un pais de caricatura y una hoja sujeto a los caprichos de los mas insignificantes vientos. M.
En estos tiempos singularmente caoticos, las instituciones estan postradas. Cuando digo instituciones me refiero a esa entidades que nos permiten entender este mundo en el que nos desenvolvemos y que tienen organizada la vida social atravez de bloques de organismos que dan coherencia a las tareas de conducir a una sociedad. El producto de las instituciones rebasa las pasiones de los individuos y las contiene, representan la formalizacion y la realizacion del ideal de progreso de los hombres de las sociedades que las crean, cuando las instituciones se corrompen y quedan rebasadas por la anarquia que tratan de contener es el tiempo de comenzar nuevamente a replantear las aspiraciones de los pueblos y su derecho a buscar la felicidad, es momento de reestablecer la legitimidad, y por ello cuestionar el accionar de aquellos a quienes dimos la encomienda de preservar el estado de derecho, es decir los ideales vueltos institucion atraves de la lucha en la busqueda del bienestar de nuestras comunidades y demandarles acciones coherentes con estas aspiraciones. Nadie debe de estar exento de rendir cuentas a quienes los facultan para servir.
La lucha por el rescate de nuestro pais adopta los contenidos del enfrentamiento entre civilidad y barbarie, perderla pondria en riego cientos de anos de cultura y de continuidad historica, por ello ahora mas que nunca se debe de dar a la educacion un lugar preponderante. La educacion permite alejarnos de nuestros impulsos mas elementales y encontrar cauces para la coexistencia armonica en una sociedad viable donde todos tienen oportunidad de progresar cuando el estado y la sociedad han creado las condiciones para que ello suceda.
En esta crisis historica en la que se evidencia el total dislocamiento de las principales instituciones que mantienen en pie al pais, nuestro presidente se embarca en una denominada guerra contra el narcotrafico, sin saber lo que emprende desde la posicion y perspectiva de unas instituciones de seguridad mermadas por una larga historia de corrupcion e ineficiencia, su convocatoria tambien adolece del valor y la legitimidad que debieron de ser salvaguardadas por nuestros institutos electorales; sin capital politico, sin legitimidad, sin instituciones puras, sin convicciones es dificil tener exito ante enemigos tan poderosos, la batalla estaba perdida desde antes de empezarla, perdida, porque la sociedad mexicana ha perdido el rumbo desde hace tiempo y no tiene manera de recomponerlo, lo que deberia de fijar un destino no tiene la legitimidad para convocar a construir una sociedad mejor porque en sus origenes se encuentra el fraude y el engano, la burla y el escarnio de las instituciones que el ahora representa; porque tenemos al otro lado del rio bravo un pais con un mercado de millones de consumidores ansiosos de recibir su mercancia, y de este lado, los elementos de los que se nutre la delincuencia ,es decir, de juventudes desprovistas de condiciones para hacerse de una manera de vivir digna, falta de oportunidades, falta de educacion, y de en que creer, falta de practicamente todo lo que se requiere para poner en pie y en movimiento una sociedad sana.
Es tiempo de dar valor y fortaleza a nuestras instituciones, es tiempo de inyectarles nueva sangre y nueva vida, es tiempo de repensar que todo lo que invirtamos en ellas se nos devolvera en forma de paz, tranquilidad y bienestar material. Mientras que no tengamos la capacidad de crear instituciones solidas y eficientes nuestro pais seguira siendo un pais de caricatura y una hoja sujeto a los caprichos de los mas insignificantes vientos. M.
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